Capítulo XV

1023 Words
Tristeza... Desolación... Los tonos grisáceo del cielo denotaba casi de manera especifica como la joven de cabello rubios se sentía en ese momento, sus ojos azules perdían aquel toque encantador y vibrante que siempre poseen, dejando ver la  tristeza que yace desde lo mas fondo de su corazón. Ella había perdido a su amado otra vez y sin poder hacer nada al respecto. Era ley de la vida el muchas veces fijarnos en las personas equivocadas, que provocarían nuestra propia destrucción aunque entre la razón y el corazón, siempre ganaría las emociones en chica, un pequeño ser inestable llena de tantas inseguridades, miedos y defectos, pero a su vez con una luz interior tan preciosa apocada por ella. Pero sufrir es amar... Decir que estaba mal era poco para lo que realmente esta experimentando, sentía que el mismo vació en su pecho se había vuelto más intenso que antes,  desde la repentina partida del castaño todo se ha transformado a la antigua rutina donde estaba sumergida por muchos años en completa soledad y nostalgia.  Demián o Raziel se ha marchado, igualito a como lo hizo su padre.  Al menos él si llegó a despedirse... La rubia desvió sus ojos azules, los cuales observaban perdidamente atrás del cristal de la ventana de la habitación, no supo ni cuanto tiempo estuvo de pie allí mirando hacía la nada, dejando que sus pensamientos le atormentarán una vez más en el día.Se había hecho a la idea de superar todo, a lo mejor debía tomar la iniciativa de pensar que lo vivido eran solo ideas suyas o historias creadas por su propia cabeza después de leer infinidades de libros sobre fantasía y cosas de ese estilo.  April le exigió a sus pies andar, aunque literalmente los llevaba arrastra, mientras que la expresión de cansancio que tenía en su rostro demacrado era demasiado notoria, pero no ha encontrado la paz que le otorgo el castaño, ella ha hecho mil y una cosa para tratar de mantener su mente entretenida pero le esta costando bastante porque todo es demasiado reciente.  —Hija, creo que es mejor que salgas a tomar un poco de aire fresco—la voz de la mujer resonó desde la puerta. Ella simplemente asintió ligeramente con la cabeza. La rubia no menciono ni una sola palabra salió de su habitación, pasando por un lado de su progenitora, sin atreverse a mirarla al rostro, sabía que la mujer estaba preocupada por ella aunque April le ha dicho una y mil veces que esta perfectamente bien, su madre sabe que es solo una mentira de la chica. No obstante, estaba segura que haría todo lo posible por olvidar al castaño, quería ahora ser ella la fuerte, puesto que  en cada vida era la rubia la que terminaba mal, mientras que los demás hasta llegaban a disfrutar todo aquello que le ocurría a ella. April con tan solo poder un pie afuera de su hogar, sintió como el viento hizo danzar su cabello de lado a lado, sabía que iba a llover por la acumulación de nubes grises, pero no le importaba mojarse en lo más mínimo, ni siquiera sabía a ciencia cierta lo que estaba experimentando era como si de repente la hubieran dejado como un zombie. Muerta en vida...  Con aquellos pensamientos devorando su cabeza como hienas hambrientas comenzó a caminar sin un rumbo fijo, solo quería alejarse de todo por un momento, dejar que todo ese dolor saliera de su corazón para iniciar de nuevo con fuerza, porque realmente sentía que ha perdido la mitad de su ser justo en el momento que se fue. Entre su sudadera azul eléctrica tenia su teléfono que ha mantenido apagado todo este tiempo sin ni siquiera contestarle a Lily los mensajes que le ha dejado en todas las  r************* , mientras que en la escuela la esquiva porque quiere estar sola para sanar. April encendió su móvil para conectar el par de audífonos que tenía en el otro bolsillo, y de esta manera poner a reproducir su lista de música, tratando de no darle importancia lo que sucedía a su alrededor, claro tampoco es que no iba a estar pendiente de la calle, pero mientras mas desconectará estuviera de las cosas mejor. Ya están desgastadas todas las palabras dichas una vez entre ambos, lo que queda entre ella y él no le alcanza al corazón para encontrar una manera de expresar todo el dolor, desde su pecho sonaba el recuerdo de una amor roto, ella cada segundo se transcurre es como si estuviera perdiendo la razón, porque sentía que en cualquier canción él le habla de su amor, o a veces escucha su nombre está en cada palabra. Ella muchas veces lo percibía cerca y lejos a la vez, era como si se estuviera aferrándose sólo al un reflejo en su cabeza, para no perderlo por completo.  Claro que le dolía de sobremanera, porque lo estuvo buscando miles de veces en los rostros de las demás personas, no sabía como ese ser había penetrado con tanta fuerza su interior quedándose en lo más profundo de su corazón y ahora le estaba costando muchísimo aceptar que se marcho y que tal vez en algún punto de su vida lo volvería a encontrar o no.  April mejor que nadie sabía que el castaño no era un humano como ella, y eso hace más delicada la situación, que él tenía responsabilidades y no eran de esas simples como un trabajo mundano...¡No!, sino todo lo contrario... Él es un ser divino, un ser de luz que no podía enamorarse... Y ella dejo de ser eso, desde el día en que la desterraron por haberse enamorado de un arcángel, ya era seguro que Raziel como era su nombre originalmente no volvería a sus brazos al menos que rompiera las reglas, que siempre traen terribles consecuencias. Él se ha marchado sin mirar hacía  atrás... Y ella regresaba a su dolor... Ya no tenía nada más, solo sabía que la vida debía continuar... Esperaba encontrar aquella pequeña luz en su vida en algún momento...Anhelando volver a verlo una vez más...  Continuará...
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