Capitulo 7

1055 Words
Capitulo 7: De vuelta a casa. Dixie, había logrado qué su esposo la llevará dónde su madre, en cuánto llegaron del viaje de Dinamarca, cambió su rostro, saludaba más atenta a los empleados de servicios. Willian, se sentía feliz, creyó qué Dixie habría cambiado, solo estaba actuando, en sus pensamientos deseaba escapar. Dixie, se encontraba sentada, en la parte de afuera, disfrutando del sereno mar, se acercó Marcela, le ofreció un poco de té o café, se sorprendió al verla, Dixie no era la misma. —Señorita ¿Se encuentra bien? —Perfecto, Willian me llevará a casa, pasaré unos días con mi madre y hermanas, me siento feliz. Marcela, la miró al rostro dijo: —Cuidado mi niña, él señor Willian es muy bueno, trate de hacer bien las cosas, con él no tendrá ningún problema. —De acuerdo, gracias por tú consejo. La noche, se cubría de estrellas, comenzó a refrescar, Dixie pidió su tapado, Willian tan enamorado, lleno de emociones, puso él tapado sobre los hombros de Dixie, luego besó su mejilla, se sentía correspondido, aunque todavía no dormían juntos, era su vida entera, su mundo, una mañana recibió él llamado de su ex novia, Alejandra. —Hola, querido aún no he podido olvidarte, ¿Tienes tiempo para mí? Willian, antes de responder miró a su alrededor, no quería qué alguien se diera cuenta, qué hablaba con ella. —Dime, ¿Porqué llamas? Se puso nervioso, ella lo había dejado por otro. —¿Qué quieres?, No tenemos nada de qué hablar. Su voz ronca de pronto al hablar, su labios comenzaron titubear, aún sentía algo hacia ella, su corazón había quedado destrozado. —¡No digas, qué pronto te has olvidado de mi ! —Exclamó Alejandra, sin dar muchas explicaciones —Basta, no llames más, lo nuestro terminó hace rato. Willian, corto su pasado volvió a su mente, dejando la herida abierta. —¿Quien, llamo? —Preguntó Dixie, curiosa. —Amor, un amigo qué hace mucho no sabía nada de él, tranquila está todo bien. Dixie, saltaba de alegría, parecía una niña, se acercó Willian hacia ella. —Quiero qué te alistes, vamos a viajar en mi avión privado, él viaje será mañana.—Comento Willian emocionado. —Ahora mismo, le pediré a Marcela, qué me acompañe a ir de compras, necesito dinero. —Puedes usar las tarjetas, las puse con extensión. Dixie, parecía estar soñando, pronto volvería para poder ver a Martina, su madre, ni siquiera tenía él número de teléfono, de ella. Al día siguiente, Dixie despertó demasiado temprano, estaba ansiosa por salir de aquella mansión de una vez por todas, comenzó a caminar sobre un largo pasillo una y otra vez se hacía crujir los dedos de las manos estaba demasiado inquieta tocó la puerta de Willian, quién sería su esposo. —Hola, ¿Se puede entrar? — Preguntó con voz tímida. Willian, dormía Dixie, pudo apreciar su rostro era cómo él de un ángel dormido, se acercó hacia él le besó la mejilla. — Buenos días, ¡¿Hoy viajamos ?!—Exclamó Willian. —¡¿Seguro?! ¿Hoy viajamos a casa de mi madre?, compré muchas cosas le va a encantar a mis hermanas, espero poder encontrarlas perfectamente. Willian, cuándo abrió los ojos azules le pareció un sueño, Dixie estaba sentada junto a su lado, tomó sus manos, dijo: — Sí querida, salimos dentro de dos horas. —¡Qué emoción, me siento re feliz! gracias por hacer esto por mí, te lo voy a agradecer toda la vida. Dixie, salió corriendo de aquella habitación, abrazó a Marcela la señora qué atendía la casa y cuidaba de ella siempre. — Estoy muy contenta, de poder viajar traeré un hermoso regalo para ti, quiero traer a una de mis hermanas conmigo, se lo pediré a Willian Son las 11 de la mañana, Dixie, pide a Marcela, qué baje su valija, en realidad son dos valijas, la de ella personal, la otra va repleta de regalos, Willian lleva solo una valija.En su avión privado, tardan solo unas tres horas en llegar, Dixie, desea comer algo, pasan a un restaurante, hay música suave, él lugar es cálido. Dixie, deja qué Willian le acaricie él rostro, toma sus manos. —Mi amor, te amo. — dijo William con tanta sinceridad qué sus ojos se nublaron por las lágrimas. — Tú a mí no me quieres, ojalá él tiempo me ayude, que tú sientas algo hacia mí. Dixie, lo mira con ternura se queda completamente callada, emocionada. —¡Tenemos, qué irnos! nos espera él auto afuera.—Acoto Willian emocionado. Suben con él equipaje, él chofer lo acomoda atrás, están por llegar a la granja, comienza a subir, queda en la parte más alta la granja, se escucha él ruido de las gallinas, son tres galpones.Martina, está en la cocina pidiendo por su hija, qué esté bien, no tiene noticias de ella, unas lágrimas rodean su rostro, cuándo de pronto siente la voz, le parece escuchar la voz de su hija, y estar soñando. — Hija, ¡¿Eres, tú?! ¡Cuánta, emoción siento al verte! —¿Mis, hermanas? —Trabajando, clasificando huevos en él galpón. — ¿Mi, padre? —Como siempre, en la habitación, este mediodía llegó muy tarde alcoholizado, tu padre no cambia, se ha gastado todo él dinero, estoy cansada de tener qué lidiar con él. —Tranquila mamá, necesito ver a mis hermanas. Dixie, vestía de una forma elegante, hermosa, caminó le parecía qué no llegaba nunca, una gran emoción la invadía, hacia dónde están estaban sus hermanas, cada una con un pañuelo en la cabeza, él rostro sucio, Dixie, lloró al verlas, las abrazó. — Las extrañaba, mucho hermanas necesito, qué una de ustedes venga conmigo, ¿y Daniela? —No sabemos nada. — dijo unas de sus hermanas. Las abrazó... —Vengan conmigo, traje regalos. Llegaron a la cocina espaciosa, había una chimenea, mientras Willian esperaba en él auto. Dixie, le pide qué baje. Abrieron los regalos, con mucha emoción, dejó sobre la mesa otro para su padre Jerónimo. —Las quiero mucho, madre llevaré a una de mis hermanas conmigo ¿Qué te parece? —No hija, no soporto la ausencia de Daniela y la tuya, ¡¿Qué haré, sin ustedes?¡No podré soportar tanto dolor.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD