Freya está preparando sus pertenencias para viajar con Axel hacia París, siente que está viviendo la mejor etapa de su vida, aunque la sombra de su padre la persigue, sabe que solamente es cuestión de tiempo. En cambio, Axel está preocupado por las palabras de su hermano y la advertencia del empleado, no puede confiar en nadie. Entra a la habitación y ve a Freya caminar de un lado a otro buscando cosas, se queda en silencio observando sus movimientos.
—¡¡Me asustaste!! —exclamo al darse la vuelta y verlo de pie en la entrada de la habitación— Casi me da algo.
—Exageras, apenas vengo llegando.
La braza fuerte muerde levemente el lóbulo de la oreja, mientras le susurra suavemente, “no me abandones nunca” ella de inmediato abrió los ojos al escucharlo decir eso, sintió cómo su corazón se a
