Freya y Axel llegan a la casa, ella está muy molesta. Entran a la recámara en silencio, ella se cambia de ropa, él se sienta sobre la cama observándola, tira la ropa con enojo, murmurando cosas que no se entendían. Axel sonríe al verla enojada, la ve linda. —¿Qué te dijo mi hermano? —Ese hermano tuyo es un imbécil, soportarlo es una tortura. —No debiste alejarte de mí. —Ese hombre no dejaba de verme, cree que me va a comprar tan fácilmente, no soy esa tal Isabella. —Ya tranquilízate, ya estoy por marcharme de aquí. —ella lo mira emocionada. —¿A dónde iremos? —¿Quieres venir conmigo? —Desde luego, dime a donde iremos. —se sienta de inmediato en sus piernas. —Te llevo conmigo solamente si me das una pista de quién eres. Tu familia ha de estar preocupada. —Eso es obvio, pero estoy c

