Irene. ¿A dónde había ido? ¿Qué estaba tramando? ¿Había desaparecido para evitar estar con su hija? Estas preguntas rondaban mi mente mientras asumía que la ayuda que esperaba de él con Viola no llegaría. No me quedaba otra opción que enfrentar todos los problemas por mi cuenta. Por otro lado, al calcular más o menos el momento del nacimiento de mi sobrina y contrastarlo con la información que me dio Rain, la posibilidad de que él fuera el padre, parecía prácticamente inexistente. Esto sugería que no había estado involucrado en la muerte de Carla y, en consecuencia, no me debía nada. De hecho, desde el principio tuve la impresión de que no había razón para temerle. Pero, por precaución, decidí esperar la confirmación de la prueba de paternidad. No sabía porque, pero a Carla nunca le agr

