Capítulo 8

1483 Words

Isolina me avisó que ya habían llegado algunos brujos, ella les dijo que esa era la cueva donde nos quedaríamos todos. Y se lo creyeron. Mi libro no se lo enseñé a nadie. Pedí que alguien me enseñara a leer, una vez que yo fuera capaz de leer el libro, se los daría a conocer. No antes. Uno de los brujos, se ofreció a hacerlo. Acepté sin reparo. Ese brujo era el hermano de Mateo, mi fiel sirviente, tenía alrededor de unos treinta años. Pascual Catrilef, sería un gran aliado si me ayudaba con mi misión. ―Don José de Moraleda anda negando que usté le ganó en el reto ―me avisó Mateo jadeando de la carrera que venía corriendo. ―¿Qué dice? ―Los indios de Chiloé, parecen menos malos que los chilenos ―respondió imitando al español―, pero de estatura más corta; el carácter de estos es en

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD