Fernando se dirigió hacia el elevador para abandonar el edificio, cuando este estaba a punto de abrir sus puertas, él miró atrás y casualmente se chocó con la mirada de Amelia, ella no pudo evitar quedarse viéndolo cuando pasó por su lado. Sin embargo, ella fingió indiferencia, y continuó con lo que estaba haciendo, además le sonrió a Jean, y le acarició el brazo, mostrando felicidad por el nuevo hombre que la pretendía. Fernando resopló producto de la ira, ella había regresado tan diferente a lo que recordaba, que era como si estuviera presenciando otra mujer. La Amelia que él conoció jamás hubiera actuado de esa manera, coqueta y llamativa. Unos cuantos minutos más tarde, regresó a la gran mansión que compartía con su esposa, pero Virginia no estaba, después de la noticia que le dio

