Noche de bodas 2. "Finalmente... papá está en casa", dijo Logan con una sonrisa burlona. "¡Eww! Logan, no digas eso". "¿Por qué no?" "Sabes por qué". Gruñí y él pareció confundido durante unos tres segundos antes de darse cuenta y volvió a sonreír. "Supongo que tendremos que cambiar eso, ¿no?" Dijo mientras me besaba, llevando mi atención de vuelta a donde debía estar, que era en él y en su m*****o palpitante que estaba enterrado profundamente dentro de mí. Mi pecho subía y bajaba mientras Logan comenzaba a embestirme. Al principio, comenzó despacio, pero luego aumentó el ritmo y no pude controlar los fuertes gemidos que estaba produciendo. Incluso tuve que romper nuestro beso porque sus rápidas embestidas hacían que mi ritmo cardíaco subiera y mi respiración se acelerar

