Capítulo 7

1555 Words
Al final Sebastián se notaba realmente molesto por mi ausencia, pero continuo con los planes. Se subió a una tarima para tomar un micrófono mientras todos lo miraban con atención. Sebastián tenía la facilidad de la palabra, así que llamo la atención de los invitados con rapidez. Era guapo, inteligente y un buen orador, eran sus ventajas. –¡Está fiesta la hacemos para todos los estudiantes que recibirán sus becas el día de hoy! –Termina de decir después de un gran discurso. –Espero que disfruten de la fiesta, y después de celebrar otorgaremos las becas a los estudiantes más destacables, que merecen ser apoyados por la empresa Diventy. Al terminar mi cigarro me di cuenta que aún estaba triste por todo lo que pasaba a mi alrededor, así que decidí hacer algo por mi diversión. El tema de la fiesta era muy claro, la ropa tenía que ser de un color crema elegante, ya que la madre de Sebastián estaba loca por las apariencias. Así que quería una revancha contra su madre, después de insultarme enfrente de su hijo, que parecía no importarle nada. Fui a mi habitación buscando el atuendo más vulgar que pudiera encontrar, lo cual no fue tan difícil, ya que antes de casarme tuve una fiesta de despedida de soltera, en donde utilice un vestido n***o de látex que se pegaba al cuerpo, dejando cada parte mi cuerpo marcado. Después me puse unas medias negras con ligeros que eran bastante visibles. Después me puse unos zapatos de tacón puntiagudos, para después desatar mi chongo tan bien hecho, quitándole las flores de encima, que servían de adorno, para alocar mi cabellera negra. Me mire al espejo y podía ver a una mujer realmente sexy con unos senos grandes, pero vestida mal para una fiesta de ricos, que claramente tenía un código de vestimenta. Quizás millones de personas pensarán que soy una ramera o que he perdido la cabeza, pero quería ver a mi esposo realmente enojado. Así que por último pinte mis labios con un labial color rojo carmín, poniéndome un pequeño lunar cerca de la boca, viéndome realmente atractiva. Antes de salir de mi habitación pensé en los problemas que tendría, sabía que esto me podía costar muchas cosas, pero al final recordé como su madre se expresó de los gustos de mi madre, ofendiéndome claramente. Eso me dio las agallas de salir de la habitación, no antes de ponerme un abrigo n***o de piel para ocultar la gran sorpresa que les daría a los invitados. Al principio pase desapercibida de todos, así que camine segura hasta el jardín, en donde de inmediato puedo ver la mirada de Sebastián clavada en mí. Él estaba hablando con unos inversionistas, lo sabía porque esos hombres se la pasaban en la casa todo el tiempo. Sebastián se veía aliviado de verme, así que suspiro con tranquilidad de verme, pero su sonrisa le duro muy poco, puesto que lentamente deje caer el abrigo n***o al suelo, dejando a la vista mi cuerpo bien delineado por el vestido de latex. Los hombres del lugar no podían quitar sus miradas de mí, sabía que todos querían cogerme al ver mis pechos y piernas, mientras que los ligeros me hacían ver aún más vulgar. Las mujeres por su parte tapaban sus bocas como si nunca hubieran visto una mujer con un vestido así. Sonreí ampliamente caminando entre la gente, todos se encontraban descontrolados, ya que era la única persona que estaba yendo en contra del código de vestimenta. Y cuando estuve enfrente de mi marido, era obvio que había llamado la atención de los inversionistas con los que él estaba hablando. –Vera. –Sebastián dejo salir de su boca mi nombre, mientras sus dedos se endurecían con fuerza. Sabía que su cuerpo estaba hirviendo, podía ver como el coraje pasaba por sus ojos. –Hola, mucho gusto. –Le di la mano a uno de los inversionistas, que era un hombre de bigote pronunciado. Él me miró lo que yo quería que viera, dándome la mano mientras me miraba con sensualidad. –Mucho gusto, he escuchado mucho de usted señora Giventy. –El hombre de inmediato sonríe. –Llámame Vera. –Tome con fuerza su mano. Pero había otra persona que no podía apartar su mirada de mí. Era un joven hombre de cabellera n***o olivo con unos ojos cafés que eran profundos. De inmediato pude notar, que a pesar de que estaba usando un traje n***o, su cuerpo estaba lleno de tatuajes. Su cuello estaba tatuado al igual que sus manos, mientras fumaba un cigarrillo a pesar de que estaba prohibido. –Nunca pensé que la esposa de Giventy fuera de esta manera. –El hombre guapo y joven habla de la nada. –Me llamó Liam, supongo que tu esposo no te ha hablado mucho de mí. –Me ofrece su mano mientras mira mis pechos. –No he hablado de ti con Vera, porque solo soy amigo tuyo porque tengo que tenerte cerca. –Responde Sebastián apartando su mano de la mía, mientras posaba su brazo sobre mi cintura, tomándome de inmediato como su propiedad. –Liam es mi competencia, pero llevamos una enemistad saludable, así que es por eso que esta aquí. –Me informa mientras que no puedo negar que Sebastián era como el cisne blanco, tan hermoso y perfecto, mientras que Liam era el cisne n***o, tan sensual y lleno de una imperfección que era demasiado atractiva. –Tu esposa es la sensación. –Comenta otro hombre de poco cabello. –Es tan sexy. –Dejo salir de su boca sucia mientras incluso yo me ofendí. La mirada de Sebastián de inmediato cambio, era como ver al cisne blanco rompiéndose de su perfección. Sebastián me soltó para tomar del cuello al viejo hombre. –¡Repítelo una vez más hijo de puta y te matare! –Le grita con fuerza, haciendo que todos se dieran cuenta que el hombre de la fiesta estaba perdiendo la cabeza. Así que antes de que la prensa se diera cuenta de lo que estaba pasando, tome con fuerza el brazo de mi esposo, sacándolo de la escena con mucho esfuerzo, hasta entrar de nuevo a la mansión, para encerrarnos en su estudio. Al entrar, Sebastián empieza a tirar todas las cosas de su escritorio, asustándome con su agresividad, –¡Tranquilízate! –Trate de detenerlo, pero él parecía estar perdiendo la cabeza. –¡Maldito hijo de puta! –Grito con fuerza mientras tomaba un palo de golf, para romper un busto de una persona que era desconocida para mí en ese momento. Yo misma me refugio en el suelo, ya que las piezas del busto salieron volando por todo el lugar. –Detente. –Suplique con fuerza, pero nada lograba calmarlo. Hasta que me arme de valor y me levante del suelo, para ponérmele enfrente. El hombre estaba a punto de golpear con su puño cerrado la pared, pero cuando me tuvo enfrente se detuvo. –¡Esta bien, lo siento! –Le dije arrepentida. –Fue mi culpa por haber salido con este atuendo a la fiesta, pero no pierdas la cabeza. –Le pedí mientras la respiración de mi esposo era irregular, tanto que su pecho duro se movía constantemente. –Sí, tienes la culpa por haber salido como una puta. –Aferro sus dientes con fuerza a su mandíbula. –Todos esos hombres querían cogerte y quitarte la ropa. –Yo miró el suelo con miedo. –¿Acaso eres una puta, para mostrarte así enfrente de todos los invitados? -Grita con fuerza. Yo niego con la cabeza, ya que sabía que había metido la pata. –Lo siento, es solo que tu madre fue muy grosera conmigo. –Le hice saber. –Me vestí correctamente cuando tu madre me lo pidió, pero no pude soportar el hecho que me haya humillado enfrente de ti y que, tú ni siquiera pudiera ver que me dolió. Sebastián al escucharme se tranquiliza solo un poco, ya que aún seguía sacando humo por los oídos del coraje que le hice pasar. –Debiste decírmelo en la cara, no solo intuir que no me importa lo que pase contigo. –Lame sus labios rojizos. –En realidad he estado planeando este evento por meses, es por eso que estoy un poco desconectado, ya que todos me observan. –Parecía entendible. ¡Maldita sea! –Si mi madre vuelve a insultarte, dímelo en la cara Vera y yo la regañare por haberte ofendido. No actúes como una puta loca otra vez. –Lo lamento. –Acepte que me había equivocado. –Me cambiare y saldré para que nos tomen la foto la prensa. –La prensa solo había venido a eso, a tomarnos una foto en familia mostrando nuestra perfección a pesar de no ser verdad. Trate de salir de la habitación, pero Sebastián me sostiene con fuerza del brazo. –¿Quién te dijo que te podías ir? –Yo abrí los ojos grandes, puesto que ahora podía ver algo más en sus ojos. Era un diablo vestido de ángel, sus ojos estaban llenos de lujuria la cual de inmediato pude reconocer. Mi respiración aumenta cada vez más, mientras puedo ver una sonrisa malévola saliendo de sus labios. ¿Qué está tramando?
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