El regreso a la mansión Wrightwood fue muy ameno, ella se sentía feliz de haber resuelto parte del acertijo que tenían entre manos, saber el nombre de la joven y del lord a quien supuestamente le servía, se sentían como grandes logros, era un buen comienzo podía sentirlo en su piel. Samantha no perdió tiempo tras atravesar la entrada lateral, la que usaban los sirvientes, en cambio, Maximiliano se tuvo que quedar en la cocina ayudando a descargar la gran cantidad de provisiones que la cocinera había comprado pero ella estaba libre de esos quehaceres y sabía quien más lo estaba, se dirigió al ala de los sirvientes, más precisamente a los cuartos de las mujeres, sin hacer mucho ruido se acercó a la habitación contigua a la suya y tocó suavemente pero lo suficientemente fuerte como para ser o

