Prólogo
— ¿Llegaste al lugar?
— Esto es muy hermoso y.…grande—apreció aquel perfecto jardín, el césped cortado a la perfección, las flores en todo su esplendor luciendo como de película, aquella casa era de varios pisos, pero Min Sora identificó varias ventanas, el color de las paredes desde afuera eran totalmente blancas, incluso los marcos de las ventanas—Creo que podría adaptarme, estas personas viven realmente bien, oppa.
— Espero que realmente sea así porque cada vez es más difícil ayudarte con esto—suspiró su hermano mayor del otro lado—No hagas el ridículo y ve a la entrevista.
— Sí señor—y colgó. Avanzó caminando sobre aquel camino de pequeñas piedras, sus zapatillas deportivas estaban algo sucias y desgastadas, tenía unos Jeans unos centímetros abajo de sus rodillas, blusa de tirantes blanca y su cabello castaño estaba recogido en una coleta alta—Tranquila, Sora, respira, una entrevista más, eso es lo que es.
La joven de veinte años venía buscando un empleo desde hace dos semanas, sus antiguos empleos habían terminado cuando sus jefes intentaban sobrepasarse o colocarle el doble de trabajo sin pagarle lo que le correspondía. Si algo tenía Sora era que difícilmente se quedaba callada, solía echarle la culpa a su hermano YoonGi por ese carácter, pero desde niña era muy habladora.
Con un suspiro tocó la puerta de impecable madera brillante de esa casa, unió sus manos detrás de su espalda pensando positivo.
Esperaba obtener ese trabajo porque ya estaba cansada de no tener una respuesta concreta.