Me quedaré anonadada con lo guapo que es mi hermanastro. Como quisiera que alguien me diera una cachetada ahora mismo, me puedo imaginar lo tonta que me debo de ver ahora, de seguro estoy babeando, porque así es como me siento, babeando por mi hermanito.
Luego de presentarnos me miro a los ojos y vaya que ojos y que intensidad de mirar, su mirada era profunda, feroz y ardiente como las mismísimas llamas del infierno. Espero que solo sea mi imaginación pero creo que mi hermanastro acaba de mirarme como si fuera yo su presa.
Claro que en todo caso la presa seria él.
No sé cómo me voy a resistir a él, todo su cuerpo y mi mirada en el interior, solo su mirada haría que cualquier chica se desnudara solo para que la mira más profundamente.
La vos de Caterine me saca de mis profundos e incorrectos pensamientos.
- debes estar cansado por el viaje cariño -dijo Caterine acariciando su rostro y mirándolo tiernamente - ve a tu cuarto a descansar el aviso cuando la cena este lista.
Caterine le dio un último abrazo y el subió las escaleras, no sin antes mirarme y dedicarme una sonrisa pícara, sonrisa que no supe como corresponsal.
-fue un gusto conocerte Leslie- dice para luego dar vuelta y seguir su camino.
No sé cómo explicarlo pero la sola presencia de ese chico fue excitante, mi corazón palpitaba fuerte y rápido anhelando que me mirara. Esta no soy yo., Yo no suelo pensar de esta manera.
Este sentimiento es algo que jamás habíamos experimentado.
Subí a mi cuarto mientras los demás hablaban, al subir las escaleras enseguida noto la mirada de alguien clavada en mi espalda.
Miro de reojo. Algo nerviosa, siento su mirada clavada en mi espalda pero no me doy vuelta. Cuando estuve de frente a mi cuarto nota que él había entrado en la habitación de frente, pare en seco al pensar que su habitación estaba tan cerca de la mía.
¿No puedo tener una mejor suerte? Como podría decir esto sin que suene extraño, ah, se me ocurre algo, "tengo la tentación frente a mi puerta!"
Entro a mi habitación y yo encierro mientras pueda, yo quedo apoyada en la puerta, repitiendo en mi mente la imagen de su mirada y de esos hermosos ojos claros.
¡Con un demonio !, esta no soy yo, pero como siempre digo no hay nada que una siesta no puedo arreglar, me despego de la puerta y comienzo despejar mi cama para poder dormir cómodo, cierro las cortinas para que haya oscuridad ya dormir se ha dicho.
Ya más tarde me despierto casi a la hora de la cena, si lo se duermo mucho. Me dirijo al baño a lavarme las manos y tan pronto salgo de mi habitación choco con algo duro, muy duro. (No piensen mal, hablo de una espalda).
-lo siento, no me fi...- mis palabras no salían de mi boca Gregory se encontraba al frente mío usando solamente una toalla alrededor de su torso. Quería apartar la vista pero aquella figura parecía tan ideal, con sus abdominales bien marcados, su pecho, espada, todo un Dios griego.
Mi mirada recorrió todo su cuerpo en fracción de segundos, miraba y miraba y no podía creer que dicho espécimen fuera real.
-te gusta lo que ves pequeña.-dijo acercándose a mi peligrosamente y sosteniendo mi mentón con el dedo índice asiendo que lo mirara de frente.
Mi corazón se aceleró y por un segundo pensé que él iba a besarme, su cabello mojado comenzó a gotear sobre mí, las gotas se deslizaban por mis mejillas, pero yo no le prestaba atención al hecho de quedar empapada o el hecho de que él estuviera tan cerca, toda mi atención estaba en su mirada, mirada que desapareció y fue remplazada por otra, una más escalofriante y manos repugnantes además de esa respiración y esas palabras que tanto a atormentado mis noches... Jack...
Aparto a Gregory lo más rápido que puedo y noto como esa mirada que comenzó viéndose tenebrosa se convirtió en una de confusión. Me soltó sin darme oportunidad a hablar y se fue.
¿Qué me acaba de pasar?
¿Que acaba de pasar?
No tengo idea de que pasó. Como es que con el toque de Gregory... Yo... Me congele, se sintió como si quien me hubiera tocado fue Jack y es que esto fue exacto como ese día. ¿Por qué...?
Tal vez es por eso, este momento me pareció tan parecido a aquel día en que fui abofeteada por mama.
Justo cuando pensé que podía olvidar y comenzar de nuevo mis recuerdos deciden atormentarme.
No quiero tener que recordarlo toda mi vida.
Acaso permaneceré atada a un pasado del que solo quiero salir huyendo.
********
Definitivamente el destino se ha puesto en mi contra, solo en mi contra.
Podía soportar que su habitación estuviera al frente de la mía pero ¿porque?, ¿porque demonios su puesto en la mesa tiene que estar a mi lado?, hay otros lugares pero no, justo a aquí tiene que estar ¿porque a mi lado?
De todas las cenas que he tenido esta fue la más incómoda, mientras todos cenaban felices y alegres yo solo podía pensar en la cercanía del cuerpo de mi hermanastro. Mis pensamientos me llevaran directo a la locura o al infierno quien sabe.
-¿Leslie?
La voz de mi padre me saco de mis largos pensamientos, no sé cuándo, pero todos habían ya terminado de cenar y yo era la única con comida en el plato.
-princesa, no te ha gustado la cena.- dice mi padre con mirada de preocupación.
Yo sacudo la cabeza con una sonrisa en el rostro.
- no es eso padre, si me ha gustado, es solo que no tengo hambre.- mentí.
-bueno, cariño. Al menos come un poco, no es bueno irse a la cama sin cenar.
- si papi.
Lleve a mi boca un par de cucharadas y me levante rápidamente de la mesa ayudando a Caterine a levantar los platos.
- ¿Calvin, Carlos podrían lavar los platos?- se dirigió Caterine a los dos monigotes que ya estaban pegados al televisor.
Los chicos la miraron con los ojos como platos, se miraron entre si y luego me miraron a mí, prosiguiendo a correr hacia las escaleras.
- ¡la última en comer limpia los platos!-Gritaron al unísono antes de desaparecer.
Al día siguiente...
Es sábado y mis ganas de extender el sueño hasta el mediodía eran muy fuertes, total nadie me va a necesitar hoy afortunadamente no tengo nada que hacer.
Incesantes murmullos se cuelan en mis sueños, susurros que no parecían provenir de mi imaginación, susurros que maldigo por hacerme abrir los ojos a las 10 de la mañana, ¡con lo cómoda que estaba! ahora mismo lo resuelvo para regresar al dulce confort de mi cama.
Me levanto de malagana, me acomodo el pijama y me pongo mis pantuflas de Minie Mouse, salgo de la habitación cerrando la puerta de un golpe. Apenas salir de mi habitación los dichosos susurros se convirtió en murmullos un tanto más fuertes, se escuchaban risas y voces que no conocía, en definitiva no eran las voces de Calvin y Carlos.
Cuando baje a la sala había un montón de chicos abajo y no, no eran mis hermanastros.
Mire a todos lados y vi a Gregory muy cómodo sentado en el sofá con una lata de cerveza mientras todos los otros orangutanes destruían la casa, me enfurezco por aquel ruido innecesario que me despertó de mi sueño de belleza. Paso por delante de ellos hecha una furia, noto como se me quedan mirando parados como estatuas observando cada uno de mis movimientos, bueno no puedo culparos, mi pijama no es de lo más cristiana que digamos, a menos que se le pueda considerar así a unos pantalones cortos de tela fina y una blusa de tiros justo por encima de mi ombligo, no me vayan a culpar yo vine a esta casa sin ropa, esto me lo compro Caterine.
Ignorando sus miradas me planto justo al frente de ellos y tomo el mando del radio por un momento noto la mirada desafiante de Gregory lo cual me enfurece y me alienta a oprimir el botón de apagado.
-que te sucede porque le apagaste- dijo un Gregory furioso, me asusto pero si él quería dar miedo se equivoca yo soy capaz de dar aún más miedo que él, ya sea con que actitud tratare a este este y no será nada bonito.
-que es todo este ruido, donde están los demás.
Gregory se levanta del sofá y se planta frente a mí, lo que provoca que tenga que alzar la vista y alzarme de puntitas para no pasar vergüenza.
-No están, ahora apártate de mi camino enana.-dice arrancando el mando de mis manos.
Yo lo mire furiosa y ni me moví.
-O dejan de hacer ruido o se marchan.- dije notablemente enfadada.
El soltó una carcajada y
me miro.
-Y tú quién te crees enana.
-te guste o no soy parte de esta familia "Hermanito".- Dije acercándome a su oído y susurrando aquellas palabras.-vamos guapo diles que se marchen.
Sus ojos se abrieron como platos lo que me hizo sentir complacida.
Palme su espalda un par de veces y Subí las escaleras rápidamente y entre al cuarto. Al rato alguien toco a la puerta, la abrí sabiendo perfectamente de quien se trataba, cuando abrí entro rápidamente al cuarto cerrando la puerta tras de sí violentamente y con un solo movimiento tomarme de la cintura y estrellarme contra la pared. Su intensa mirada reflejaba enojo pero de cierto modo también deseo.
- Pequeña no me digas hermanito, no te veo como hermana, preciosa- me miro de arriba abajo desnudándome con la mirada. De repente una sonrisa de lado iluminó su rostro, el cual estaba tan cerca de él que nuestra respiración chocaba.
- felicidades te convertirás en mi nuevo pasatiempo pequeña.
Y así de rápido como entro a la habitación se retiró, dejándome pasmada.
Sus palabras hacían eco en mi mente, una y otra vez. Que se cree este, yo no me volveré el pasatiempo de nadie.
No otra vez.
Si piensas que jugaras conmigo te equivocas este juego es para dos, y yo puedo llegar a jugar muy sucio hermanito.
El reto empieza.✌
Tome mi computados y comencé a buscar información sobre cómo puedo obtener la custodia de mis hermanas, fácilmente mi padre podría tener la custodia de Luz porque es su hija pero y Kira que pasara con ella, no pienso dejarla en manos de mi madre y de Jack aunque él sea su padre.
Mire el reloj y eran las una de la tarde.
No tengo ganas de cocinar y Caterine no está... mejor iré a casa de Alicia. Salgo sin prestarle atención a los orangutanes que están en la sala.
-a donde crees que vas enana.
- y a usted que le importa.- le dije sin mirar la cara de tonto que debe de tener.
Ya casa de Ali...
-Tienes suerte de que mi madre te amé, pareces cerdo.- dice mientras me ve tirarme a su cama mientras como unas galletas que preparo su madre.
-sé que me amas.
Ella se ríe y se acuesta a mi lado
-y entonces que tienes para mí.- digo acomodándome en la cama y seguido como una galleta con chispas de chocolate- tu madre es una diosa del olimpo, cristo Jesús esto está buenísimo.
Alicia se levanta de la cama, saca unos sobres del cajón del escritorio y me los pasa.
-mi hermano me los dio ayer.-dice sentándose a mi lado.
El hermano menor de Alicia, Adam tiene la misma edad que Kira y van en el mismo grado y escuela.
Desde que me fui de casa mis hermanas y yo nos mandamos cartitas y Adam es el mediador.
-agradécele a tu hermano de mi parte, iría yo misma a hablar con ellas pero Jack está buscándolas en la escuela supongo que mama hablaba enserio cuando dijo que no las volvería a ver.
Alicia me miro con lastima, no la culpo.
-bueno ya me voy.
Me despido con un abrazo y me marcho a casa.
Papa y Caterine ya estaban a ya cuando llegue así como los Calvin y Carlos, Gregory no estaba supongo que se fue junto con el desastre que ya no está en la sala.
Me acerco a papa y le entrego uno de los sobre que me dio Alicia.
-es de luz- se lo entrego e inmediatamente lo abre, papa sonríe con tristeza al leerlo y me mira.- no te preocupes pronto estarán aquí con nosotros... las dos.
Le abrazo y subo a mi habitación, tengo mucho en que pensar.