- Al fin despierta.
Me dolía la cabeza a horrores.
- maldita sea, ¿que me ha pasado? -dije mientras analizaba la situación.
- las personas normales necesitan, comer, descansar. -dijo con obviedad.
- ja ja ja ¿aun no despierta? ese conjuro debió funcionar . -no entendía que andaba mal con ella, debía de haber sanado, tenia muchas preguntas y muy pocas respuesta.
- un conjuro de un guardián espada de plata, para ser exactos ya sabia que lo había visto en algún lugar. -dijo como si hubiese pasado hora tratando de descifrarlo, y no lo dudaba viniendo de el, era bastante curioso.
- no se, de que estas hablando. -dije mientras revisaba a Lynn.
- sabes perfectamente de que te estoy hablando, lo que no entiendo que hace un drago con esos poderes. -dijo pensativo.
- eso no es asunto tuyo, y mucho menos de ella asi que agradecerías si permanece entre nosotros dos. -sugerí.
- ya que va permanecer entre nosotros, también podrías aclararme esta duda..- me interrumpió
- no voy aclarar nada, no tengo que rendirte cuenta. -le informe.
- con que en esas andamos. -dijo ofensivo.-en ese caso debería decirle a Lynn que no eres un dragón común y corriente. -dijo amenazante.
- Wao!! que novedad, soy un dragón guardián. -dijo con gran evidencia y asombro.
- No solo eso, hijo de un Dios y una arcángel, no solo un semi Dios sino.....
- no, necesito clases de historia,. -Bufe molesto, ya empezaba a fastidiarme a cada instante, con sus miles de preguntas, palpe su frente seguía ligeramente caliente, su ojos me sorprende puesto se había abierto y me miraba fijamente, eran tan frio y cálidos a la vez, tan penetrantes.
- ¿estas bien? -cuestiono al instante rompiendo el silencio, sus labios intentaron articular palabras pero, fallecen al instante, sus ojos se tornan blancos y pronuncia palabras sin sentidos, entres gritos.
- estoy aquí tranquila, calma. -dije mientras intentaba llamar su atención " lux in tenebris tempestate serena" .- susurre sus ojos brillaron en un azul intenso, y los míos le acompañaron.