Majo ni siquiera insinuó que pasaran la noche juntos, sólo quería que pase ese día y que su novio no corte la relación, por ahora, ese era su propósito. El taxista que ella contrataba, la estaba esperando, porque Majo sabía cómo iba a terminar su noche y no quería perder tiempo. -Siga al auto de mi novio y esperemos afuera de ese maldito lugar. Le indicó ella, con malos modos. El trabajador así lo hizo, pensando en que ganaba esa bella mujer con seguir a su novio, si ya sabía que él iba a ese lugar y siempre se encontraba con la misma mujer, se notaba que él tenía mucho dinero y seguramente se había encaprichado con la prostituta que subía cada vez a su auto y terminaban en el mismo hotel. Es verdad que la mujer que lo seguía, la que era su pasajera, era hermosa también, pero esa pros

