Capítulo 10El mesero le trajo la merienda que había solicitado. La ceremonia de servirse el té le producía un placer anticipatorio y Alisha comprobó una vez más que su espíritu era proclive a todos los rituales. Estaba absorbida por el procedimiento que llevaba a cabo y que su madre le había inculcado tiempo atrás de modo que no notó la presencia de la figura que se acercaba en la amplia sala del restaurant. Cuando el hombre llegó a su lado tosió suavemente para revelar su presencia a la ocupada mujer. Alisha dio un brinco sobresaltada lo que provocó que el hombre se disculpara.
-Perdón, no fue mi intención perturbarla.
La visión del recién llegado y sus palabras no tuvieron el efecto de calmar a la joven sino todo lo contrario. A pesar de haberlo visto sólo una vez desde la ventana de s
