~Capítulo 2~ Esa misteriosa mujer.

3065 Words
•Narra Harry Will• Bellas mujeres pasan por mi lado con las miradas altamente lascivas por querer ligar, alzo mi ceja y les correspondo sonriente, pero por ahora no puedo proseguir a acercármeles, ya que me encuentro buscando al grupo de amigos que me están esperando. —¡Hey! ¡Harry, por aquí! —veo a lo lejos a Fabio alzándome la mano, asiento y me dirijo a él mientras acomodo mi saco para verme más presentable. El día de hoy tenemos un reencuentro de estudiantes de la Universidad, a algunos no los veo desde hace meses y otros desde años. Sonrío cuando me posiciono delante de todos y en conjunto me comienzan a molestarme. —¡Viniste! —vocifera, Vilma. —pensamos que “Don ocupado” no vendría. —Cierto… —interfiere Moisés. —Es bueno verte Harry —me dice Karina que se encuentra al lado mío. Saludo a todos asintiendo a la vez que tiro una carcajada, tomo asiento y con mi gesto divertido, les digo. —Hoy me di tiempo para ustedes, ya que los tenía muy abandonados. —todos comienzan a vacilarse por mis aires altivos, pero saben que siempre suelo comportarme así de agraciado. —Les dije que lo iba a traer, sí o sí —aclara Fabio muy victorioso —hoy debes divertirte y quedarte hasta el final, ¿oíste Harry? —tiro un bufido mientras cruzo mis piernas y rastreándolos ironizo. —Sí, prometo que me quedaré hasta que estos tontos se queden durmiendo de ebrios. —mis compañeros hombres comienzan a reír y bromeamos un rato, hasta que de repente Fabio se pone de pie y vocifera. —A ellos también los esperábamos con ansias —alzando su vaso de Vodka en modo brindis los presenta —los otros personajes importantes que hace poco, se acaban de sentenciar a la esclavitud —todos giramos y ahí, en frente de nosotros se encuentran Elizza y su ahora esposo Patrick. Al cruzar miradas sonrío y me siento a gusto de volverlos a ver. Quien diría que, por esta maravillosa mujer, por la que tuve una caótica lucha sentimental por un largo tiempo en el pasado, ahora es feliz y encontró el verdadero amor en otra persona. Mi Elizza y yo, nos criamos desde pequeños juntos, por la grande amistad que tenía nuestras familias, creciendo así con un vínculo de mejores amigos y casi hermanos, sin embargo, llegaría un día de mi juventud en que descubriría de que no solo era cariño fraternal lo que sentía, sino que me daría cuenta de que realmente la amaba como mujer. Incluso estuvimos en una relación por un breve tiempo, pero por circunstancias del destino nos separamos, para que años después entrar en una lucha de nuevo por reconquistar su amor. Pero las cosas no serían como quise, este hombre que ahora es su esposo ganaría su corazón y me siento contento por eso, porque al menos soy consciente de que la deje ir con él, que es una buena persona. Y, en fin, el simple hecho que ella y yo, teníamos predestinados caminos por separado, no significaría que debíamos romper con nuestro fuerte lazo que nos une, gratamente ahora después de años de sanación, recuperamos nuestra familiaridad otra vez. —¡Hola! ¡Harry! —viene Elizza y me da un abrazo —te extrañé ¿Va todo bien? —yo asiento y ella me sonríe cariñosamente —bueno divirtámonos hoy eh… —me mueve las cejas de forma cómplice. —Pero con solo bebidas analcohólicas —interfiere Patrick con su voz seca encontrándose detrás de ella y me extiende la mano proporcionándome el saludo. —si no comenzarás a realizar un desastre. —añade negando con la cabeza mientras se posiciona en su lugar. —Vaya, si eso es casarse, no lo quiero hacer nunca —bromeo en tanto Elizza nos reluce su clásico puchero a ambos. —No lo hagas, es agotador… —me responde Patrick con voz decadente e inmediatamente el gesto inocente de ella se transforma en fiereza. No puedo evitar reír por lo bajo cubriéndome la boca. —¡Idiotas...! —exclama y ambos explotamos de la risa. Con Patrick nos volvimos muy unidos pese a los incómodos confrontes que tuvimos en el pasado, aunque nadie lo crea puedo asegurar que tenemos mucho en común. Nos dejamos llevar por el ambiente y nos divertimos en grupo por varias horas, hasta que el vibrato de mi celular me desconcentra, fijo el nombre y es ella… Me pongo de pie disculpándome, y busco un lugar tranquilo. —¿Qué sucede Celeste? —le pregunto con mal genio. Ella fue una de mis últimas salientes o “si así se pudiese decir”, solo nos frecuentábamos para salir a este tipo de eventos sociales desde hace un par de meses, hasta que terminamos con toda conexión ya hace una semana, porque era una mujer demasiado posesiva. Me sorprende que me llame después de haberme dicho que no lo volvería a hacer. —¿Dónde estás? —me pregunta directo, sin siquiera saludarme, escucho también música de trasfondo, entonces intuyo que lo que se viene, no será nada bueno. —En una reunión en mi casa —respondo tajante sin querer dar más detalles. —Eso no es cierto —carraspeo —porque te estoy viendo —añade y percibo como se me escarapela todo el cuerpo. Comienzo por rastrearla con la mirada, pero no la logro visualizar. Esto me pone nervioso…pero no lo hago relucir y le pregunto mostrándome desinteresado. —¿Entonces que deseas? —Que hablemos… —su voz de cerca por detrás me sorprende. Me giro y su cuerpo abalanzándose sobre el mío, no me deja reaccionar y ella ya se encuentra besándome. Reacciono de inmediato y la desprendo de mí. —¿Qué haces? ¿De esta manera quieres hablar? —sus ojos llorosos y aspecto triste, me hace sentir algo de pena, pero no, no puedo caer a esa falsa actuación. —Sí, es una semana que no te veo Harry, ¿tú acaso no me has extrañado? —frunzo el ceño. —Posiblemente un poco, pero esto, tu misma lo terminaste Celeste, al haber hecho lo que hiciste. —Yo… yo lo lamento, no quise tirarle una cachetada a tu secretaria. —se apega a mí y se recuesta en mi pecho, cosa que me hace sentir algo incómodo —de verdad me equivoqué, tuve celos absurdos. El día que terminamos fue cuando por coincidencia me vio salir de la empresa con Lilian, mi secretaria personal, justamente le estaba dando unos detalles de nuestro nuevo proyecto cuando de repente ella se tropezó y rápidamente la sostuve. Creo que eso hizo confundir a Celeste que se encontraba en frente de nosotros, sin embargo, vino de frente sin preguntar y arremetió en contra de ella, diciéndole un montón de disparates y al final la abofeteó. Se hizo la ofendida y luego se fue terminándome. Era claro que una cosa así no lo iba a permitir, al fin de cuentas solo estábamos saliendo por poco tiempo y sus impulsivas actitudes ya no me estaban gustando para nada. Fue un alivio que ella diera el primer paso, no obstante, parece que cambio de parecer, ya que desde casualmente ayer me mantiene llamando. —Celeste, debo irme me están esperando —invento una excusa. Ella niega con la cabeza y con esos ojos llorosos se lanza de nuevo robándome otro beso. Estoy completamente en calentura debido a la buena cantidad de alcohol que acabamos de beber, ella sabe cómo ablandarme y sin darme cuenta ya me estaba dejando llevar por mis bajos instintos… *** Son la 6 de la mañana y la alarma de mi celular me despierta de inmediato, dirijo mi vista hacia el peso sobre mi brazo y Celeste duerme profundamente. «Maldición caí otra vez»me refiero por mi clara debilidad carnal. Me cojo de la frente y me requinto a mí mismo que esto no se va a repetir. Debo ser firme en mi decisión porque la conozco y sé que es capaz de hacer más locuras. Fijo mi reloj y llevo 10 min perdiendo el tiempo. Me levanto despacio y me dirijo a cambiarme antes de que ella se levante. Finalizo de abrochar mi camisa hasta la mitad de mi pecho y sosteniendo mi saco, me quedo en la entrada unos segundos y replico en voz baja tirando un último suspiro en esta casa. —Adiós celeste, pero cuando se ponen molestas es cuando ya no puedo seguir. *** —Buenos días —saludo a mi abuelo, que se encuentra tomando su desayuno. —Parece que tuviste una buena noche —alzo mi ceja altiva y me siento rendido en frente de él. —No te preocupes de que no será más una molestia. —exclamo refiriéndome a Celeste mientras comienzo a leer los incontables mensajes de mis amigos, preguntándome del por qué había desaparecido de la nada en la noche del club. El mensaje de Elizza es el que llama más mi atención. *Buenos días, ¿Despertaste bien? Me imagino que tuviste una maravillosa velada y que la “urgencia” fue grave ¿Verdad? Fue buena la excusa, señor mentira, ayer te vi yéndote con una chica y no era la misma de hace dos meses. ¿A caso el Harry de antes regreso? * Para justificarme le mandé un mensaje a Fabio que me iba por una “urgencia”, y si, la urgencia me estaba comiendo a besos dentro del taxi en el trayecto a su departamento. Arrugo mi frente y me río por lo bajo, porque siento que fui atrapado, me hace recordar a la preparatoria cuando me resondraba de tal forma con alta ironía como si fuera mi madre. Referido a lo que dice ella, tengo que aceptar que me he vuelto un hombre demasiado frío en ese aspecto, suelo salir con chicas y al sentir que se vuelven pegajosas, muy dominantes o que piensan que estamos en una relación, me aburro y me alejo de ellas. “No sé cómo llegue a esta situación otra vez” me digo dentro de mí algo avergonzado. Tiro un resoplido y niego con la cabeza por mis tontas estupideces, sin darme cuenta de que mi abuelo mantiene su aniquilante mirada intacta en mí. —¿Hasta cuándo seguirás jugando Harry? —su tono es lleno de sarcasmo, pero mantiene su tranquilidad —¿Con cuántas mujeres vas en este año? —ruedo los ojos y me sirvo un vaso con agua de la jarra que está en medio de la mesa. —Abuelo, aún soy joven y la verdad estoy tranquilo de esta forma —su mirada punzante me intimida un poco y ya sé que comenzará con la clásica, requintada de mi vida. —Los años pasan Harry y después no hay marcha atrás —toma un sorbo de su tasa y tirando un resoplido, me dice—he decidido que volverás a asistir a citas a ciegas. Quizás algunas de ellas te simpaticen y así te centras de una vez por todas. Esta es una petición que él me viene haciendo desde hace un tiempo y la verdad, para ser sincero, esta rutina ya me está cansando, tal vez tenga razón y debería pensar más seriamente en sus palabras. Disfrutar el momento no lo es todo, creo que incluso ya olvidé que es sentirse enamorado. Después de mucho tiempo por primera vez en mi vida, creo que tiene mucha influencia en mis pensamientos, tengo 32 años y debería empeñarme a formalizar, al menos conocer chicas de la manera seria y no solo por diversión. —Por favor, Harry hazme caso, no puede permanecer en este círculo vicioso —tiro mi quinto suspiro y le digo. —Creo que te he puesto en una situación difícil ¿verdad? Todas las semanas me dices lo mismo y lo lamento por hacerte pasar por esto. —me pongo de pie y antes de irme, le digo —estaré esperando por la fecha y la hora. Sigo mi camino, sin mirarlo porque sinceramente siento algo de vergüenza por mis actos. *** Ha pasado una semana y desde hace tres días, mi abuelo me dio la noticia que para hoy tendría mi primer intento de cita, mejor dicho, después de años otra vez volvería con el tema de las “citas arregladas”. Cuando era joven también intento hacerme lo mismo, es una época que me frustra recordar porque fue cuando lo odié intensidad. En ese tiempo estaba con Elizza y bizarramente manipulándome hizo que nos separemos a la fuerza, tuve que seguir todo lo que me imponía sin ninguna otra opción y me mandó a incontables citas que terminaron siendo un fracaso por mi mala actitud. La diferencia de aquel tiempo con el de ahora, es que en el pasado estaba claramente enamorado de mi Elizza, en cambio, ahora no tengo nada que perder. En fin, es cosa pasada, ahora nuestra relación es muy buena y al menos debido a sus consejos, pienso que será lo adecuado. Reviso mi celular mientras que el chofer me lleva al Hotel de encuentro y visualizo detalladamente la información de la chica. Se llama Candas Rofful, 29 años, heredera única de “La Corporación HG Telecomunicaciones”, actriz, modelo…etc…etc. Es hermosa sin dudarlo, ojos caramelos claros como los míos, cabello n***o azabache y delicadas facciones de rostro que la asimilan a una posible muñeca de televisión. Tiro un bufido. —Siempre mi abuelo me sorprende —niego con la cabeza. No ha cambiado en nada, siempre me busca las mejores opciones, porque a través de ello debe ver los genes y lo más importante la conveniencia empresarial. —Llegamos Señor —me avisa Ray. —Gracias —le digo, en tanto el valet parking me abre la puerta. Asiento gentilmente y me adentro al lugar. Aunque debería verme impecable, debido a los nervios no me importa aflojarme un poco la corbata, sigo mi camino y a punto de llegar a la entrada del restaurante, veo una figura femenina que me deja completamente helado. Ese rostro… esa mirada… esa mirada que nunca desapareció de mi mente desde aquel día. «¿Lorens?» la menciono en mi mente, la veo caminar con elegancia mientras detrás viene una mujer que creo que es su asistente, diciéndole varias cosas que ella parece ignorar. Entro en duda por un minuto… La mujer de aquella vez se veía de facciones humildes y su cabello era castaño oscuro y no rubio, su semblante era amigable y no arrogante ni malhumorada, como se aprecia que esta mujer ingresa al mismo lugar en donde yo también entraré. Trato de desatontarme porque quizás son ideas mías, es claro que una escena como lo que sucedió en ese entonces, nunca me haría olvidarla y por eso su enorme parecido me a hecho delirar. Jamás supe de esa misteriosa mujer, pero al menos siento una calma al haberla ayudado a que no cometiera tal acto imperdonable de querer quitarse la vida. Ella era hermosa, aunque no era como las mujeres con las que suelo salir, tan superficiales y llenas de avaricia, en cambio, era lo contrario vestía humilde y era de contextura un poco llenita, pero aquello no quitaba lo linda que se veían sus mejillas debido a eso, para mí era como la mujer perfecta y no comprendía como un imbécil, no pudiera valorar tal dulzura. Yo tonto y estúpido, debí haberle pedido, aunque sea su número. Cuando la deje en aquel paradero, me arrepentí, tuve que hacer un largo trayecto para dar la vuelta a la curva y regresar a buscarla, sin embargo, ya no estaba, me pasé como media hora viendo si aparecía, pero no sucedió. Tiro un resoplido y me pregunto ¿Qué hubiese sido si realmente la hubiera detenido en ese momento? —Harry Will —le doy mi nombre a la azafata en la entrada y me pide que la acompañe. Nos adentrábamos y mientras traspasábamos las mesas, una escena de la misma mujer de antes, llamó mi atención. Ella le estaba echando un vaso con agua, a una mujer en la cabeza que se encontraba en una de las mesas sentada. «Espera… esa mujer ¿No es Ca-Candas?» Me paralizo por completo a ojos bien abiertos. «¿Qué está pasando?» —¡Eres una desgraciada! ¿Cómo pudiste jugar así de sucio? —me detengo por su voz —pensé que éramos amigas, yo no fui quien rompió aquel contrato —decía la mujer con un tono extraño. No sabía qué sucedía, pero era claro que la más afectada era Candas que estaba completamente mojada. Por lo tanto, decido acercarme en tanto me retiraba el saco para ponérselo encima y defender a mi cita, de esa arrogante mujer. Cuando de repente mientras me aproximaba... —¡Ja! —Candas se pone de pie con un rostro malévolo que me hace detenerme otra vez —Dannys entiende que tú no mereces estar en el espectáculo, eres una pobretona que quien sabe con qué asquerosos trucos llegaste aquí. —¡No usé ningún truco!, yo… yo me pasé horas y horas ensayando para lograr pasar esa audición y tú… —no sé por qué, pero la voz de la mujer se sentía más sincera que de la misma Candas. —lo arruinaste todo. Un sonido de conmoción al mismo tiempo de todos los espectadores, me hace enfurecer. Candas ahora le había tirado el vino por todo el pecho a la otra chica. —¡Perra regrésate a tu agujero! Me hago presente acercándome y acomodo mi saco sobre ella… —Sí, me parece que debería regresar a su agujero —sonrío, Candas me queda viendo consternada, al ver como mis manos apoyan los hombros de la chica —pero, TÚ CANDAS. Me inclino ligeramente a ver a la mujer para darle seguridad con mi gesto. Sin embargo, mi rostro se torna sin expresión en segundos, al reconocer esos mismos ojos tan de cerca… esos mismos ojos marrones inundados en lágrimas, como aquella vez… como aquella vez en la que esa misteriosa mujer... indescriptiblemente ME CAUTIVÓ...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD