BRITANIA DEL NORTE Cuando se vivía en Roma el futuro era imprevisible. En la capital del imperio dominaban aquellos que mataban por poder político, por venganza o simplemente para acelerar el cumplimiento de sus deseos, pero lo único que quedaba claro era que Roma era una tierra de venenos, una tierra donde la muerte gobernaba y donde no existía moral alguna para sacar a los enemigos del mapa. El cielo estaba nublado, señal de que la lluvia pronto haría su aparición aunque estuviera fuera de sus fechas comunes. Un carruaje se acercaba por los estrechos y empinados caminos en dirección al campamento. Galia iba apagada, con la mirada triste mientras aferraba sus manos a su vientre como si deseara proteger a su bebé, Fátima estaba desecha, pensando en la muerte de su esposo y en todos los

