BRITANIA DEL NORTE
GIA
Sentí que iba a llorar. Si podía. No había ni un solo destello de duda. Sus pupilas estaban dilatadas y la frialdad lo superó todo. Tenía odio en su corazón y parte del alma podrida.
Me sujetó de forma violenta y bajó la espada para romper la parte baja de mi vestido. Tomó aquel trozo de tela y cuando me dí cuenta de que era lo que quería hacer intenté escapar.
—¡Maximilian!
Mi vestido fue atrapado y el crujido de la tela rompiéndose no lo detuvo. Con sus fuertes manos logró vencerme en esa batalla donde no dude en enterrar las uñas en su piel mientras veía las negras intenciones que tenía de amordazarme. Intenté gritar pero su mano sobre mi boca lo impidió. En el proceso, mis piernas intentaron golpearlo, debido a que mis manos estaban siendo sujetas por él
