BRITANIA DEL NORTE Maximilian no paraba de caminar en la habitación. Marius se adentró en la estancia y al ver los ojos del Imperator cargados de preocupación le preguntó qué era lo que estaba pasando. —Hablar contigo sobre esto no tendría caso Marius. Creo que eres la persona menos apropiada para hablar de traición cuando me has dado la espalda en innumerables ocasiones. Aunque te dijera lo que me agobia no me entenderías. Marius frunció el ceño. Estaba un poco perdido. —No puedo entenderte si no me dices de que se trata. —¿Tu crees que Licinius sea un enemigo en quien deba poner mis ojos?—preguntó. Marius no supo exactamente cómo responder a ello. Los senadores eran peligrosos, gente con la capacidad de pensamientos a veces demasiado cruel y despiadada, hombres que usaban la f

