2. Conoce tu Lugar, Esclavo

2373 Words
— Amo, su padre lo espera en el jardín. Levanté la vista de los documentos que estaba firmando y miré a la chica de pie en la entrada de mi despacho. — Gracias Lilina, no sirvas el almuerzo todavía.— le dije mientras me levantaba. La chica hizo una reverencia y se retiró, suspiré resignado antes de guardar los papeles y salir. Últimamente el viejo venía a mi mansión más veces de lo usual y eso me irritaba y más cuando sabía que no lo soportaba, pero claro el Rey no podía dejar de vigilar a sus hijos problema incluso cuando sus favoritos no paraban de darles motivos para presumir. Caminé por los pasillos iluminados con la luz del sol, mi mansión de dos pisos tenía una serie de jardines que mandé a construir en honor a mi madre, ella amaba las flores y en mis ratos libres solía sentarme a cultivar algunas junto a los jardineros. Al salir al jardín encontré al Rey Aluk sentado en el mirador, su barba y pelo blanco pero bien arreglado le daba un aire de superioridad incluso sin la corona, su túnica púrpura con detalles dorados estaba decorada con joyas caras y finas, en su pecho lucía un collar con seis joyas con forma de esferas de diferentes colores, según él cada gema representa a uno de sus hijos, siendo el diamante del centro la joya de su primer hijo y sucesor Ace, el rubí a Liam, la amatista a Aron, la esmeralda al cuarto hijo, el zafiro a mi hermano menor Akarin y el ópalo a su melliza Arisha, ¿Qué tan hipócrita puede ser una persona? En el caso del Rey, bastante más que cualquier ser humano. —Saludos, Padre mío. —Saludos, Hijo mío. Tomé su mano y la besé como era tradición en la Realeza, ya luego me limpiaré la boca o mejor me daba un baño luego de que se fuera, su sonrisa era tan hipócrita que me asqueaba más que cualquier otra cosa. —Aras, hijo mío te traigo una buena noticia.— anunció mientras me sentaba frente a él.— Tu hermano Liam regresó ayer de su viaje de luna de miel. —Me alegra por mi hermano mayor, Padre.—dije más por educación que por sentirlo, el segundo hijo del Rey me odiaba a muerte y yo también, pero no podía decir eso frente al Rey y menos de uno de sus favoritos. —Si, ya es el tercero de mis hijos en casarse, espero que pronto me de la dicha de tener otro nieto de la familia Real.—expresó mientras jugaba con el rubí de su collar.— No obstante, comienzo a preocuparme que seas el único de mis hijos que no tiene ni siquiera un esclavo s****l. — Ahí está el verdadero motivo de su visita.—pensé antes de hablar. Si me permite padre, he aceptado todas las citas de propuestas que me has hecho y todas las mujeres que me has presentado no tienen personalidad además de sólo pensar en música y ser una buena esposa.—expresé tratando de no ser grosero.—Además, no pienso casarme con nadie que tú elijas. —Hijo mío, es normal que sean así.—aseguró sonriendo más cínicamente.— Demuestra que han sido bien educadas, que conocen su lugar y... — Son aburridas. —....Aras, comienzo a pensar que sólo estás buscando excusas.—su actitud verdadera finalmente apareció.— Tu hermano Akarin ya aceptó ser el gay de esta familia y ya bastantes problemas me da Aron con su esclavo. Oluwa es un país que usa las relaciones homosexuales a modo de controlar la sobrepoblación, reyes anteriores ordenaron que si una familia tenía más de seis hijos, al menos uno no debe casarse o comprometerse con alguien de su mismo género, de todas maneras los matrimonios son por conveniencia, pocos son realmente por sentimientos. —....Aras, he decidido de que no puedes volver a pedirle un esclavo a tus hermanos.— refutó.— Si lo que quieres es coger y tu esclava no sirve, entonces busca una esclava s****l. — ¿Ah? — Ve a un mercado de esclavos y consigue una que te complazca de verdad.—refutó.— Tus hermanos ya tienen esclavos que los complacen mientras consiguen parejas de verdad.— traté de no voltear los ojos ante semejantes palabras.—Tu hermano Aron, aunque diga lo contrario sé que cuando escoja una esposa no pensara que sus esclavos son el centro del universo, volviendo al tema te recomiendo que compres una esclava. ____ Por primera vez tuve la idea del viejo en la cabeza, pasé el resto del día meditando y finalmente en la noche me decidí por ir a un mercado de esclavo legal, mi hermana me pasó una lista de mercados permitidos y en la noche fui con un par de escoltas, los turistas extranjeros consideraban la esclavitud como algo malo así que cuando se abrieron las puertas al mundo se ocultaron los mercados de esclavos. Obviamente no iba a ir vestido como príncipe, llevaba una túnica gris y un kafiyyeh* a juego que tapaba parte de mi rostro, en los mercados de esclavos era usual cubrirse así para evitar rencillas entre compradores. —Bienvenido Maestro.— me saludó uno de los comerciantes.— ¿Busca algo en específico o desea ver la mercancía? —Me gustaría ver primero, nada menor a quince años.— dije observando a los que entraban al negocio, algunos ya tenían esclavos que los acompañaban, otros conversaban con los vendedores haciendo pedidos. — Como ordene Maestro.— señaló el hombre cubierto igual que yo antes de guiándome por un pasillo hacia el sótano. ____ Luego de diez minutos me arrepentí de haber venido. No solo el lugar estaba sucio y olía a sudor, lo peor era que ninguna de las mujeres me llamaba la atención, eran muy poca cosa y daban pena ajena. —¡Atención Maestros! ¡Cerramos la subasta de esta noche con un producto muy especial! Mientras recorría uno de los pasillos escuché en una habitación una subasta de esclavos, era algo normal con la mercancía que no se sabe si serán de utilidad, así que en lugar de venderlos con los demás para hacerlos trabajar o ser tutores iban directamente a ser juguetes sexuales, me decidí entrar a ver si valía la pena, los pocos compradores despedían un aura extraña que me dio escalofríos así que no me acerqué más de lo necesario. —Este joven americano tiene 28 años, pero tiene un cuerpo que muchos sabrán apreciar. Quitaron la sábana que cubría al chico, aunque nunca me habían interesado los hombres, me quedé sorprendido al darme cuenta que estaba viendo muy interesado al esclavo, todos los presentes soltamos un "ohhh" rotundo. Su cuerpo nacarado y pálido me pareció adorable, estaba vendado y amarrado en forma de X a una base de madera, su cabello castaño oscuro como el chocolate era corto y estaba muy desordenado, el collar de esclavo de cuero n***o hacía que su piel resaltara todavía más, sus labios rosados como fresas eran hipnotizantes al igual que su pecho prácticamente escaso de vello, era bastante delgado pero no huesudo, sus pezones estaban duros por el frío pero su tono rosa provocaba morderlos con fuerza, bajando hasta sus caderas me sorprendí ante su m*****o no muy grande pero tampoco era pequeño. Al estar sedado no se movía ni nada parecido, era extraño que en una subasta el esclavo estuviera tan quieto o amarrado, pero realmente no le presté mucha atención ya que solo podía pensar en una cosa. — Es perfecto para mi. — ¡Adelante! Acérquense y toquen todo lo que quieran antes de la puja. Cuando los hombres rodearon al esclavo algo me mi interior se agitó, tuve que contenerme para no golpear al tipo que toqueteaba esos pezones rosados o el cerdo que jugaba con esos lindos testículos. —¡NO LO TOQUEN! ¡ESE ESCLAVO ES MÍO! Comenzó la puja y todos se sentaron. — ¡Tenemos 100 monedas de oro! ¿Espere? ¿100? Por favor, este chico también es listo, fue parte de una "exploración" de investigación, habla varios idiomas y ya vieron su cuerpo ¡Vale más que 100 monedas de oro! — ¡200 monedas de oro! — ¡250! — ¡300! — ¡450! — ¡600 monedas de oro! — ¡Muy bien! ¡Ya tenemos 600 monedas! ¿Alguien da más? ¿No? ¡600 monedas a la una! ¡600 monedas a las dos! ¡600 a las..! — ¡1000 monedas! Todos quedaron en silencio, sonreí sabiendo que nadie podría superar esa cifra, para mi no era nada pero era obvio que ninguno de esos tipo podría darse el lujo de gastar tanto en un esclavo — ¡V-Vendido! Me acerqué y ordené al vendedor que buscara a mis guardias, le di un nombre falso que acordé con ellos para que no me descubrieran, los otros compradores se fueron en silencio molestos por no conseguir lo que deseaban. Desamarré las cuerdas y el chico cayó en mis brazos, su cuerpo estaba libre de latigazos o lesiones, tenía un plug** en el ano que servía para evitar que los comerciantes toquen la mercancía, seguía bajo los efectos de las drogas así que apenas se quejó cuando lo dejé en el piso. De cerca era aún más hermoso, no podía esperar para quitarle la venda y tenerlo a mi merced ¿Así que un listillo eh? bueno no le servirá de mucho ahora, aunque tal vez pueda ayudarme con mi trabajo. ____ Cuando llegamos a mi mansión, ordené que lo arreglaran, también que debían preparar la habitación para mi nuevo acompañante. Investigué un poco más y descubrí que el chico fue vendido junto con el grupo que vino fueron vendidos para pagar una deuda. Al día siguiente, evité ocuparme de cualquier asunto y exigí que nadie me molestara, hoy tendría a mi nuevo esclavo y debía tomar mi tiempo para entrenarlo, después de todo era extranjero y no sabía nada de su nueva vida. — Amo, el esclavo está listo. —Entren. Me senté en la silla más grande, crucé las piernas y apoyé mi cara en mi mano derecha sosteniendo una fusta que había comprado para la ocasión. Entraron y lo arrodillaron frente a mi, ya sin el sucio y el cabello peinado se veía mucho mejor, el nuevo collar de esclavo era más pequeño que el anterior y tenía mi nombre grabado en el lado derecho, señalando que era mi esclavo s****l y por tanto intocable para todos dentro de la mansión. Cuando le quitaron la venda tardó en adaptarse a la luz, estaba desorientado y temblaba de pies a cabeza, al verme se puso más pálido de lo que ya era. — Bien pequeño esclavo, bienvenido a tu nueva vida. Sus ojos marrones expresaban miedo y terror, en teoría es algo que correcto y más cuando no se dio cuenta de quién lo compró. —No me molesten.— les dije a los guardias. Estos se retiraron dejándome a solas con el chico, me levanté y comencé a rodearlo ignorando sus temblores, parecía un ángel herido asustado e indefenso ante un demonio poderoso. — Por lo que veo, nunca has trabajado.— dije tomando la fusta que deje sobre la mesa y pasando la punta por la espalda del chico haciendo que este se agachara aún más.— No tienes marcas de sol más de las necesarias al venir de otro país. — P-p-po-por-fa-favor A-Alteza.—tartamudeó.—D-d-déjeme ir... —Debiste investigar más sobre tu jefe.— dije recordando lo que descubrí.— La exploración con la que te trajeron fue una farsa, siempre tuvo la intención de venderlos, seguramente tus compañeros o tienen el mismo destino que tu o están muertos, ahora me perteneces. — Por f-favor Alteza.— susurró sin dejar de temblar.— Yo n-necesito i-irme... — ¿Es un chiste?— le miré con arrogancia.— Tú eres mi juguete ahora, cuando me aburras te dejaré con los guardias o simplemente te mataré, pero de aquí no saldrás nunca. Comenzó a llorar. — Por favor...yo no...sabía nada de esto...— lloriqueó.—D-Debo...debo buscar a mi hija...me está esperando sola en el hotel... — Que la cuide su madre, no debiste traerla a una tierra tan peligrosa.— Vaya excusa tan barata para salir huyendo. — ¡Por favor!— gritó gateando hasta mi.— ¡Sólo tiene 5 años! ¡Mi esposa murió hace mucho! Se lo suplico por favor, acepto lo que usted me diga incluso aceptaré mi vida como su esclavo pero por favor ¡Déjeme buscar a mi hija! ....Esto no me lo esperaba para nada, se que realmente acabo de comprar un esclavo ilegal pero me daba igual si solo iba a servirme de agujero. Pero esperaba que se negara a ser un esclavo o que tratara de escapar pero ahora ¿Viene con esa actitud de aceptar su esclavitud a cambio de buscar a su hija? tampoco tiene otra opción así que.... Me alejé y fui hacia la puerta donde los guardias vigilaban y llamé a uno. — Averigua sobre este esclavo, busca el hotel y tráeme la información de inmediato. El guardia asintió y salió corriendo, esto tardaría un poco pero igual se cómo pasar el tiempo. —Bien esclavo, si puedes complacerme buscaré a tu hija y la traeré sana y salva.— le afirmé con indiferencia, a lo que me respondió con una mirada de cachorro abandonado.— Pero si descubro que sólo estás diciendo eso para escapar, te mataré y venderé tu cuerpo por partes para recuperar lo que gasté.— No hubo ninguna reacción de miedo así que tal vez me esté diciendo la verdad.— Ahora ve hasta la cama, en cuatro patas. Es hora de que conozcas tu lugar. ********************************* *kafiyyeh: Prenda, de tipo cultural, que usan los hombres sobre la cabeza **plug: Juguete s****l diseñado para ser insertado en el recto para obtener placer s****l, También permite dilatar el ano para prepararse para el sexo anal y la estimulación de la próstata.
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