Capitulo 32. Daemon puede notar lo sensual de su vestimenta y con el dolor de su alma, aprieta el muslo de su pierna derecha y desliza su mano a su trasero y le da dos nalgadas que la hacen jadear. Clara aprieta el muslo de la pierna izquierda de Daemon y se apoya de ella, jadeando ante sus nalgadas, que más que dolor, le causan una fuerte sensación la hace cerrar los ojos y morder su labio inferior, lo voltea a ver a los ojos tanto como él a ella y la vuelve a nalguear más fuerte sacándole un fuerte jadeo que la hace perder el aliento, lo aprieta del muslo y lo vuelve a mirar. Daemon la suelta, la hace levantarse y la toma de la mandíbula mirándola fijamente. — ¿Eso es todo? Pegas como niña. La próxima te enviaré una invitación, o mejor te aviso, ya que vives aquí. — Tu no estás en

