Se veía la áspera brisa caer sobre el césped, los estudiantes corrían sobre él, huyendo de la fría llovizna de agosto. Era el inicio de las clases; la universidad Tendy era la anfitriona de más de miles de estudiantes, ser de primer año es frustrante y vergonzoso, todo el mundo te ve como un pequeño insecto.
El salón de bienvenida estaba repleto de jóvenes, no se sentía el aire al respirar; el calor nos abrigaba mientras se escuchaba a la directora. Muchos de los rostros cercanos a mi banca eran personas con las que había compartido mi vida escolar; a mi lado estaba Alan, mi mejor amigo, llevábamos juntos desde la primaria y nos queríamos como hermanos, o al menos él me quería como su hermana.
Hace poco más de un año reconocí que estaba perdidamente enamorada de mi mejor amigo, pero las cosas no eran como yo quería, ya que él es el típico playboy que tiene chicas por montón, y yo solo soy su mejor amiga, la que debe soportar sus tantos ligues de cada noche.
— La universidad Tendy, les da una cordial bienvenida— la voz de la directora se despidió— todos vayan a clase.
Tomé mis cosas y me salí de ahí, sin siquiera esperarlo; es notoria la desesperación que siento cuando él está en mi campo de oxígeno.
— Caeli— su grito me hizo detenerme— vamos caminas como correcaminos.
— Que chistoso, Alan— seguí caminando junto a él.
— Oye, fui aceptado en el equipo de fútbol— dijo con su usual sonrisa derrite corazones.
— Muchas felicidades, Alan, nos vemos en casa— salí de ahí, no quería pasar más tiempo con él y enamorarme más de sus hermosos ojos azules.
Caminaba a mi primera clase que según el cronograma era literatura española, pero en mi cabeza existía una preocupación que lleva días golpeando mi subconsciente, porque no quiero pensar en ello. Al ser aceptados en la misma universidad, nuestros padres creyeron que sería genial compartir apartamento, junto a mi mejor amiga, y ahora solo pienso en las miles de situaciones en las que tendré que tragarme mis sentimientos para no ocasionar una guerra. Esto porqué para Hanna era preocupante mi obsesión por enamorar a Alan, los tres hemos sido muy unidos desde que los presenté en secundaria, pero ambas sabemos que yo estoy perdidamente enamorada de Alan, lo conozco mejor que todos los que lo rodean. No solo me enamore de su apariencia física, su personalidad era cautivante, un interesante y aunque odie admitirlo era distinto a lo que mostraba, tenía un corazón muy grande y amaba con locura cuando realmente lo sentía, una decepción amorosa lo convirtió en Alan Evans el Playboy más hijo de puta de la preparatoria.