(5) Entonces así tenía que ser, ahora tenía que llevar una relación en secreto con mi hermanastro. Era gracioso y lastimoso al mismo tiempo, que la persona que me gusta más en este mundo, sea mi propio hermano. Era como una doble condena de muerte, pero a pesar de eso, Jaspe y yo decidimos seguir con nuestro secreto durante algunas semanas seguidas. Lo que hacíamos todos los días, era ir a escondidas a la habitación de cualquiera de los dos, la persona que se levantará primero, tendría que ir a despertar al otro. Para despertarnos y besarnos, muchas veces nos acostamos juntos, recordando cuando él me comentó que quería saber cómo es estar acostado al lado mío. Nunca pensé que me sentiría tan amada entre sus brazos. Muchas veces nuestros padres estuvieron a punto de cacharnos, la última

