Rebeca comenzó su nueva vida, aunque el aire que la rodeaba era igual y su pareja, más moderado, no era muy distinto a su familia. -No me gusta que cuando llegue, todavía estés cocinando. Le dijo Camilo. -Es que apenas me da tiempo para comenzar a cocinar apenas llego del trabaja y si tengo que pasar a hacer compras… -Fíjate como hacés. Otro día, Camilo vino de muy mal humor. - ¿Cuánto hace que llegaste? Le preguntó de mala manera. -Hoy no precisaba comprar nada, ya tengo la cena lista. - ¿Te pregunté cuánto hace que llegaste? -Una hora. - ¿Una hora? ¿Y no encendiste la televisión? ¿Por qué tengo que creerte? Rebeca estaba asombrada ante ese planteo. -Yo nunca enciendo la televisión, prefiero escuchar música. Camilo se dio cuenta de que desde la cocina se escuchaba música pop

