Patty abrió los ojos de inmediato cuando escuchó un ruido desde la entrada, en ese momento estaba un poco confundida y asustada, parece que alguien había entrado a su casa, un ladrón fue lo primero que vino a su mente.
Tomó lo primero que encontró en medio de la oscuridad de su habitación y eso era su peine, lo dudó pero no había nada más, ya se las arreglaría para encontrar otra cosa afuera, salió de su habitación para caminar despacio por el pasillo, conocía su casa y esa era una ventaja, se detuvo cuando volvió a escuchar el ruido, estaba lista para empezar a lanzar cosas, pero el sonido de la voz quejándose la hizo reaccionar, bajo el cepillo y luego encendió la luz.
–Carajo –volvió a quejarse Emilio y luego miró a Patty –. Perdón, lo siento mucho, perdóname.
–Emilio, es tarde.
En
