¿Qué clase de desquiciados le hacen eso a su hija? Él seguía allí mirándome con diversión, como si esto fuese una escena de su comedia favorita. Ni siquiera podía pensar de lo asustada que estaba y me di cuenta de lo mucho que echaba de menos cuando mi vida era normal, cuando lo único que hacía era jugar con chicos ingenuos que no sabían ni hablar cuando me veían. Me estaba lamentando porque nada de esto estaría pasando si nunca hubiera conocido a Jesse. Esperaba que me dejaran salir de aquí con vida. Pero eso era algo que no sabía cómo conseguir. —¿Sabes, Scarlett? —me llamó Jason, que aún seguía ahí agachado mirándome—. Tu padre supo todo desde el principio y el odio que sentía hacia Jesse —lo miró—, aumentó muchísimo más. Jesse me miró serio con la mandíbula apretada mientras seguí

