El momento en el que llegué a prisión decidí que no iría a ver a Jesse. Necesitaba pensar con claridad en todo lo sucedido desde el momento en el que lo conocí hasta ahora. Y sabía que con él me iba a ser imposible. Además, no sabría siquiera que había venido. Estaba decidida a evitarlo a todo coste y les había pedido a los guardias que me dijeran dónde estaba la oficina de mi padre para poder quedarme allí. Estaría segura y nadie me nublaría la mente. Y por nadie me refería a Jesse. Además, podría investigar tranquila. Cuando entré al recinto, intenté evitar las zonas más comunes por las que siempre rondaba, y me adentré en el pasillo de las celdas que se encontraban vacías. Era la única forma de acceder a las oficinas, por lo que sabía. Y hasta ahora me iba todo bien, porque nadie hab

