Capítulo 1

2330 Words
Meizo con facilidad entre las personas con la copa en mano y sintiéndome sofocada entre tantas personas y entre tantos pretendientes queriendo mi dinero. No es difícil saber lo que buscan luego de cinco minutos hablando sobre lo imponente que son las empresas de mi padre. Algo que considero estúpido, ellos solo deben decir que me quieren parar tener dinero y de esa manera nos ahorramos toda la conversación donde finjo que me divierto escuchando su aburrida vida. Solo hago esto porque mi madre se pondría histérica al escucharme insultar a sus invitados y mandarlos a lamer algo que creo que no tienen en sus partes bajas. Unas buenas pelotas bien puestas. Miro a Sango quien coquetea de manera descarada con un chico que a lo lejos se ve lo nerd que es, maldita marroncita traidora. Me dejó con el tipo más soso de mi vida. El chico con el que hablaba hace un momento es de lo más soso y por momentos me cuestioné si al momento de que lo estaba haciendo, ya sabes a lo que me refiero ... A sexo. Bien, continuando lo anterior, creo que en ese momento sus padres no estaba haciéndolo con entusiasmo y por eso nació así; todo soso y aburrido hasta la médula. —¡Kagome! —El grito de mi madre me hace parar en seco. Maldigo y preparo mi sonrisa más hipócrita, odio este tipo de eventos. —¿Si madre? —Bebo de un sorbo y de golpe el alcohol que permanecía en mi copa. Ella me da una mirada asesina mientras a su lado veo una joven. —Ella es Hitomi, es la novia de Inuyasha - le doy una sonrisa de boca cerrada a la tal Hitomi - ¿no es hermoso que estén juntos luego de cuatro años de noviazgo? —Solo asiento y la veo mirarme de reojo como si se sintiera superior. Que se joda ella y que se joda Inuyasha, ese bastardo traidor. —¡Eso es encantador! —Chillo de una manera tan falsa que los molestos ojos de mi madre me envían dagas. —Bueno, tu padre me llama cariño, conozcánse - mi madre se aleja y yo tomo otra copa cuando uno de los chicos pasa a mi lado y dejo sobre la bandeja la copa vacía. —Kagome Higurashi - ella sonríe con malicia mientras me da una mirada de suficiencia de esas que expresan un: ¡Ja! Eres menos que yo. —Hermoso mi nombre ¿cierto? —Le digo con una falsa sonrisa - por eso lo pronunciaste de una manera tan delicada - ella hace una mueca. —Aún no puedo creer que alguna vez fuiste mejor amiga de Inuyasha, claro, alguna vez porque su mejor amiga y novia ahora soy yo—su espinita me pincha duro porque ese es un tema que aún no supero. Inuyasha era mi mejor amigo hace cinco años atrás, claro que luego me abandonó por una linda japonesa que tenía toda su vida viviendo en España. Aún no lo supero y tengo esa espinita muy clavada. Esa es la razón por la que ahora nos llevamos mal y somos como perro y gato cuando estamos juntos. —Imagínate, me di cuenta en algún punto de que no hablaba el idioma canino, por eso lo dejé siendo tu mejor amigo—le doy una sonrisa que quiere ser cordial, pero que seguramente es solo una mueca en clara señal de que su presencia me molesta. —Eres tan... —¿Preciosa? ¿inteligente? ¿genial? Gracias, me lo dicen a menudo—ella aprieta sus labios con fuerza. —Tan insolente-murmura molesta—, pero Inuyasha y yo somos los mejores amigos—hago una mueca. —Mejores amigos mis nalgas que siempre están juntas—miro mis uñas y luego le doy un sorbo a mi segunda copa de champán de la noche—como me desagrada hablar contigo, voy a buscar donde ir, lejos de ti—dándole una última mirada camino lejos de "Is mi mijir imigis" no la soporto por Dios. Miro en todas partes buscando a mi enemigo por abandono, quiero vengarme de él y gracias a que ya está devuelta en j***n puedo hacerlo. No lo he visto esta noche, pero si su novia "mejores amigos por siempre en todas sus fotos en **" está aquí, quiere decir que él debe estar saludando a personas que conoce. Gracias al crecimiento que están teniendo las empresas Higurashi y Taisho, quieres se quieren asociar, es la celebración de esta enorme fiesta. Miro a Sesshomaru a lo lejos por lo que corro hasta él haciendo que muchas miradas curiosas se centren en mí, no es como si me importará, tengo mucho tiempo sin verlo. Aunque debo agradecer a las clases de caminar en tacones que Kikyo me obligó a tomar antes de irse a Londres, gracias a eso no me he caído de estas trampas mortales. Mi grito alerta a Sesshomaru quien a verme abre los brazos y yo escondo mi rostro en su cuello chillando emocionada. —Se que soy perfecto Kagome, pero me estás dando un apretón de muerte que amenaza con dejarme sin cabeza—lo suelto mirándolo. —¡No me dijiste que ibas a volver!—lo acuso molesta. —Y tú no me dijiste que ya dejaste de ser una come mocos y pareces una señorita de clase—ruedo los ojos. —Ya no soy una niña—le recuerdo molesta. —Si, ya se que tienes 22 años Kagome—dice rodando los ojos-también se que ya te depilas y no te obligan a bañarte porque ya eres una niña grande—pongo los ojos en blanco. —No entraremos al tema de si me depilo o no—él se encoge de hombros. —Pero si al tema donde me veo más guapo que nunca en este traje—él hace pose de modelo caliente y eso es lo que parece, un jodido modelo caliente porque Sesshomaru está buenísimo—¿ya viste a mi hermano?—hago una mueca a su sola mención. —No, pero si a su novia "somos mejores amigos" por Dios, ella debía superar eso—Sesshomaru se ríe mientas me mira. —¿Solo ella?—pregunta enarcando una ceja. —Solo ella—miro mis manos y me soy cuenta de que ya no llevo la copa de champán en manos. ¿En qué momento perdí mi copa? —Solo espero que no estés tramando algo—niego con una sonrisa. —Nada de eso, recuerda, soy una niña grande-beso su mejilla—ahora debo ir a buscar a Rin, creo que ya debió llegar—a su sola mención los ojos de Sesshomaru brillan. —No sabía que ella iba a volver—palmeo su hombro. —Creo que Kikyo también vendrá—me alejo nadando entre las personas y me acerco a la mesa de aperitivos a comer sin ser vista, tengo hambre. —¡Anja! ¡Te encontré cerda cochina!—salto en mi lugar y miro a la persona que me hizo dejar caer pedacitos de chocolate. —¡No!—murmuro arrodillándome frente a los chocolates—quiero decirles que siempre fueron buenos soldados, que siempre fueron los mejores y que jamás me defraudaron. Un ultimo adiós soldados caídos—el bufido perteneciente a Rin me hace mirarla—me podías sorprender de una mejor manera—le digo levantándome y acomodando el vestido que llevo puesto. —¿Esa es la manera de tratar a tu hermana Kagome?—ruedo los ojos y la abrazo con fuerza. —Bienvenida a casa—ella me da una gran sonrisa. —Si, como que ya no me vas a enviar vídeos pornos a cada momento ¿verdad?—yo me hago la desentendida. —No tengo nada que ver de lo que se me acusa—ella solo me toma de la mano y me hace caminar. —Mierda, odio estos tipos de evento—murmura molesta cuando vemos acercarse varias personas y suspiro ordenándole ser amable. Ellos hablan y hablan, cuando tengo la oportunidad me escapo de Rin riéndome, por andar distraída me tropiezo con alguien. Un aroma masculino que reconozco inmediatamente se filtra en mis fosas nasales y yo me incorporo con tanta rapidez que me sorprende. Ojos dorados, cabello platinado, mirada desafiante y sobre todo: un cuerpo de muerte. Es una injusticia que Inuyasha este tan bueno luego de que hace cinco años traicionara nuestra amistad. —Kagome—hago una mueca desagradable con los labios. —Perroyasha—él se cruza de brazos. —Pero mira nada más—dice riéndose y yo lo miro confusa—¡Por fin te crecieron las tetas y no pareces una tabla de plachar!—mi cara se enrojece y lo miro furiosa. —Lástima que tu sigues igual de babaso que siempre&él me mira con burla. —Al menos tengo más trasero que tú—abro mis labios indignada por sus palabras, mi indignación es porque él dice la verdad. Por favor, una foto mía en f******k y póngala de n***o y las dos rayas azules en los ojos simulando que lloro. Este maldito tiene más culo que yo. —Antes tal vez, ahora ya no—y es cierto, el gimnasio hizo cosas maravillosas por mi cuerpo. —Tabla de surf—me dice serio. —Perro baboso—prácticamente gruño molesta. —¡Amor, por fin te encontré!—la voz de la amigota me jode los oídos. —Buenas noches, por favor le hacemos vamos a comenzar la ceremonia por lo que todos, sitúense en sus asientos—giro sobre mis talones a la mesa que permanece en el centro. Allí ya está Sesshomaru. Me siento a su lado. —¡Dios, odio estos eventos!—la voz molesta de Rin alerta a Sesshomaru. —Pero si es la dulce Rin—dice mirándola. —No me molestes Sesshomaru, estos tacones me están matando—Sesshomaru ríe mientras la mira. Al rato llega Inuyasha y la novia endemoniada. Unos minutos más y todos están en sus puestos. —Bien, muchas gracias por su presencia en tan importante momento tanto para la empresa Taisho como para la Higurashi—mi padre e Inu No Taisho hablan sobre el comienzo de la empresa y todo eso. Hablan sobre lo duro que fue todo al principio y los valores que nunca olvidaron—ahora le dejamos un vídeo de como se trabaja en las empresas—una lluvia de aplausos y luego todo el lugar está oscuro. Bien, que comience el juego. En el vídeo aparece Inuyasha a los 17 años sacándose los mocos y luego se los come. Él solo tiene un boxer de Batman. La risa de las personas lo hace tensarse y luego aparece el nombre del vídeo. "LOS MOMENTOS MÁS EMBARAZOSOS DE INUYASHA" Inuyasha abre los ojos y me mira. Levanto la mano en modo de saludo y con una sonrisa siniestra. Inuyasha se levanta tan rápido que me es difícil por un momento seguirle los movimientos y lo veo gritar que paren el vídeo. En el vídeo aparece su primer beso que terminó en fracaso porque la chica tenía gripe y estornudó en su cara. Me río junto a todo el mundo que disfruta del momento. Le doy un sorbo a mi copa y Sesshomaru niega con una sonrisa. Me encanta Sesshomaru, fue mi confidente cuando su bastardo hermano me traicionó por la maldita Española que no es realmente de España. Inuyasha sigue gritando que quiten el vídeo, pero todos están mas enfocados en reírse de él. —Eres cruel—el susurro de Sesshomaru me hace reír. —No se de que hablas—ladeo mi cabeza para mirar por encima de su hombro a Inuyasha quitar cables como si fuera un lunático. —Inuyasha se vengará de ti, así que cuidate—me encojo de hombros mientras lo veo venir a mi mesa. —¡Tú!—me grita señalándome, todas las miradas se posan en mi persona—tú eres la culpable, pero no me importa que ya no seas una puta tabla de surf ni una tabla de planchar. ¡Me vengaré de esto maldita loca endemoniada!—con elegancia me levanto de la mesa y lo enfrento mirándolo seria. —Esas son fuertes acusaciones perroyasha—él prácticamente gruñe causando que me ría un poco. —¡Te voy a matar loca del dominio!—me grita olvidándose de las personas a su alrededor—¿qué tal si cuento que cuando te llegó tu primer ciclo menstrual hiciste un testamento porque pensante que iba a morir?—mis mejillas se calientan de la vergüenza. —¿Qué tal si cuento como en tu primera vez casi la metes por el hueco equivocado?—las risas de las personas se escuchan mientras Inuyasha y yo nos vemos fijamente. —¿Qué tal si le digo a Hoyo que lo acosabas?—él me sonríe—¡Hey Hojo! La chica era una maniática, hasta recogía algunos desperdicios tuyos para guardarlos como tesoros-abro mi boca sorprendida. —¿Qué tal si le digo a Akira que tenías una foto de sus tetas porque te infiltraste en el vestuario de la porristas?—el salón está en completo silencio mientras nosotros nos lanzamos los trapitos al sol. —¿Qué tal si digo como eras una maldita calienta pollas?—le sonrío cruzando mis brazos. —¿Qué puedo decir? Era demasiado inocente para perder mi virginidad con un cualquier marginado—me encojo de hombros con fingida tranquilidad—, pero, ¿qué tal si digo como pusiste espejos bajo el escritorio de la maestra de matemáticas para verle la ropa interior porque te "interesaba las mujeres maduras como ella" sucio cochino?—él gruñe mientras queda frente a mi. —¿Qué tal si digo como bailaste en un club nudista porque pensaste que era una fiesta de disfraces con poca ropa?—él me sonríe. —¡La maldita entrada decía que era eso!—chilló horrorizada. —Pero no hiciste nada cuando restregaron su cuerpo desnudo junto al tuyo—me dice satisfecho.  ☆Tu no te quedas atrás, ¿qué tal si digo como fuiste strippers en un bar gay?—él abre los ojos con sorpresa-¿sorprendido? Todo lo sé perro inútil—aclaro y miro a la novia quien nos mira con sorpresa—ten cuidado con él, de repente te pide un trío solo para estar con un hombre—Inuyasha me sujeta un brazo con fuerza y mi cara pasa a la furia. —Basta—me río de él. —Tu comenzaste—me deshago de su agarre—¿qué tal si digo como casi besas a un...? La mano de Inuyasha se posa en mi boca y yo la muerdo. —¡Mierda!—grita y lo miro asqueada. —¡Inuyasha!—el grito de su padre lo hace ponerse pálido. —¡Kagome!—respiro con tranquilidad al escuchar la voz de mi padre—¿cómo se les ocurre hacer este escándalo?—pregunta mirándonos a los dos. —Él me acuso de algo que no hice—digo seria. Señor perdóname por ser tan mentirosa, espero y mi oscura alma no termine en el infierno por todo esto, pero te prometo ir a la iglesia pronto. Amén. —¡Ella fue!—grita furioso. —Que lindo sabes gritar, ahora ladra, eres un perro al fin y al cabo—digo mirándolo de reojo. —Maldi... —¡Inuyasha!—su padre grita y nos dedicamos una mirada de odio. —Cuidate plana—me señala y le muestro el dedo del medio cuando mi padre e Inu No, miran hacia otro lugar. —Cuida tu culo, va e ingresan una parte masculina por el—él hace una mueca de asco y ambos nos sentamos ahora alejados el uno de otro. La noche pasa sin más complicaciones, solo mirabas asesinas de parte de Inuyasha a mí. Sé que esto no va a parar ahora y no se porque eso hace que mi sangre hierva de la emoción. Esto es guerra cariño. 
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