Comprada

Capítulo 1

Subo arriba a mi dormitorio, lloro en silencio recordando todo aquello por lo que eh vivido, hubiera preferido haber muerto, lloro hasta quedarme dormida.

En la mañana me levanto cuando entra la ama de llaves diciendo que han venido a recogerme.

No me opongo a ello, me levanto a cambiarme

así bajar e irme.

—¿No vas a despedirte de tu padre?—dice el con una sonrisa

—Púdrete en el infierno—Le digo con toda la rabia del mundo

Me habían venido a recoger unos hombres llevándome al aeropuerto, no me importaba lo que hicieran conmigo, ya nada importa.

Habíamos llegado a Grecia, no hice ninguna pregunta, no me interesaba a lo que me llevaban.

volví a subir con ellos a otro coche, llegamos a una mansión enorme, en ella estaba esperándonos un hombre, era increíblemente atractivo, de cabello castaño y de ojos grises.

El se levanta dirigiéndose a mi, cuando se levanta me doy cuenta que es alto.

—¿Fuiste tú el que me compró?—

El solamente sonríe.

—¿Porque me has comprado?—

—Sencillamente porque me interesas—

—Que es lo que quieres de mi ¿Quieres que sea tu sirvienta?—Pregunto confusa

—Crees que pagaría dos millones para que me sirvas—Dice el riendo, mientras se acerca a mi, intento retroceder hasta darme con la pared, el pasa su mano suavemente por mi mejilla acariciándome, me recorre un escalofrío por todo el cuerpo, al pegarse más a mi aprovecho para sacarle el arma que lleva en costado de la cintura, el ni se inmuta.

Sus hombres se acercan amenazando con sus armas el les hace una señal para que bajen las armas.

—¿Crees que podrías matarme?—Dice sonriendo

—Eres un hijo de puta—Digo bajando el arma hasta ponerla justo cerca de su pecho, por dentro estoy muerta del miedo, pero sin pensarlo dos veces disparo.

—La próxima vez que intentes matarme, asegúrate que el arma esté cargada—En ese instante me quita el arma para guardarla.

Intento alejarme de él pero el me lo impide.

—Estoy intentando hacer las cosas a las buenas—

—¿Qué es lo que quieres?—le pregunto directamente

—Casarme contigo—

—¿Has pagado dos millones para solo casarte conmigo?—Comienzo a reír sin poder creerlo

—No exactamente, pero lo sabrás a su debido momento–

—¿Qué tipo de matrimonio?—

—Uno real, en el que estaremos casados oficialmente, tendrás que estar dispuesta a darme hijos—

Lo miró confundida sin poder creerme lo que me está contando.

—¿Me has comprado para darte hijos?—

—Puedes verlo como tú quieras, el estar aquí tendrás toda la libertad que quieras, no voy a prohibirte absolutamente—

—¿Porque yo?—

—Yo tampoco lo sé aún—Dice el apartándose de mi—Pero si cumples yo cumpliré contigo absolutamente en todo—

—Eso quiere decir que literalmente me has comprado para satisfacerte sexualmente—

—Estoy incluso seguro que en el ambiente s****l disfrutarás tu más que yo, lo que te estoy ofreciendo es un trato—

—No tiene ningún sentido que Pages dos millones para que una persona se case contigo, para darte hijos, es absurdo—

—Escúchame, estoy igual que tú, pero tal vez con el tiempo pueda encontrar mas respuestas a tus preguntas—

—Ni siquiera me conoces—

—Podemos conocernos—Dice el tranquilamente—Podemos hablar de ello más tarde, ahora mismo es demasiada información para ti, debes descansar y mañana hablaremos de todo con más detalles—

No le digo absolutamente nada, viene una ama de llaves enseñándome dónde está mi supuesto dormitorio.

Al entrar me doy cuenta que es enorme, abro los armarios y veo mucha ropa diferente, es como si el hubiera pasado tiempo preparando absolutamente todo.

Entro a darme una ducha, para cambiarme y luego irme a cambiar de ropa, casi todos los pijamas que había eran muy sensuales.

Me incorporo en la cama para poder dormir cerrando completamente las cortinas, a la mañana no tengo ninguna intención de levantarme, pero me siento tranquila al ver que nadie venía a molestarme, aunque también me parecía algo raro.

Seguí durmiendo hasta cansarme, hacía mucho tiempo que no lograba dormir tanto tiempo seguido.

Después de varias horas siento como alguien entra al cuarto, abriendo las cortinas de la habitación, ignoro la situación.

Siento como se recuesta a lado en cama.

—Es irónico, estoy acostada a tu lado en la cama pero aún sin saber tu nombre—Le digo sin ganas

—Dimitri—Dice acercándose a mi lado, me doy la vuelta para tenerlo cara a cara, lo contemplo por unos minutos fijamente a los ojos, no lo conozco en absolutamente nada, pero siento como si lo hubiera conocido en otro momento, el se acerca a mi un poco más besándome, un beso lento pero apasionada, comienzo a seguirle pero cuando me doy cuenta lo muerdo, provocando que su labio sangre.

El se levanta poniendo su mano sobre sus labios para ver luego la sangre, no lo noto enfadado, está sonriendo.

—Si eres así de salvaje en la cama, estoy seguro que lo pasaré muy bien contigo—

—Eres un...—

—Ten cuidado con lo que sueltas, estoy intentando ser amable, estoy seguro que no quieras provocarme, porque empezaré a ser de otra manera—