+VALENTINA+
Me bajo de la moto sintiendo cómo el aire frío me golpea el rostro, todavía enrojecido por las lágrimas que se me secaron a medias en el camino. Me quito el casco con las manos temblorosas y lo sostengo contra la cadera mientras miro a mi alrededor, desconcertada.
—¿Dónde me has traído? —le pregunto a Lyam, arrugando el entrecejo mientras él baja con toda la calma del mundo.
—A la tienda de tatuajes —responde con una sonrisa socarrona, como si me hubiera llevado al parque de diversiones y no a un sitio donde me van a agujerear la piel.
Miro hacia el frente y, efectivamente, un enorme letrero con letras negras, medio góticas, medio cool, dice “Tu Tatu”. ¿Tu tatu? ¿En serio?
—¡¿Quéeeee?! —le digo, girándome hacia él como si me hubiera traído a una clínica clandestina a sacar
