Capítulo 17: Cámara de comercio “Serpiente verde”.

2510 Words
Nota: ultimo capitulo de la semana. Como llegamos a 20 seguidores. La siguiente semana, habrá tres capítulos. Ojala lleguemos a la meta de 50 seguidores. Si quieres ser seguidor, solo tienes que agregar la historia a tu biblioteca. No olviden comentar y compartir. Sentado, en un cómodo sofá en las trastiendas. Helios, esperaba pacientemente. A que el tendero regresara. No hacía mucho tiempo atrás. Que el hombre, lo había dejado ahí. Para después desaparecer. El nombre del tendero, era Fan Hao. Pero le pedio que se refiriera a él, como el pequeño Hao. Desconcertándolo bastante. Sin embargo, supuso que quizás era algo de la cultura Azur. Aceptando la propuesta, del pequeño Hao. Dando un ligero vistazo a su alrededor. Noto que la trastienda. Era realmente una sala de espera, bellamente decorada; con indumentaria oriental, alusiva al continente azur. En el lugar había biombos de bambú, cortinas de seda pedestales con jarrones antiguos, figuras de dragones piedra, cuadros con fénix, armas antiguas, y una pesara con algunos peses exóticos; traídos del océano oriental. Lo que le daba a la sala, un aire bastante místico. Seguramente, en ese lugar. Se debieron haber llevado a cabo muchos tratos. Se dijo Helios. Mirando frente a él, una mesa de te, y al otro extremo un sillón. Desde donde el tendero, vería a sus clientes importantes. Cuando los invitara a pasar a su trastienda. En ese instante. El pequeño Hao. Regresó a la sala. En sus manos, tenía un cubo metálico. Que Helios, reconoció. Se trataba de un proyector holográfico, que su utilizaba en conferencias a distancia. Su funcione, era la de trasmitir el holograma de una persona. Para que pudiera estar de manera presencial en una reunión, aunque estuviera a miles de millas de distancia. —Joven Helios. He contactado a mi primo. El decidido hablar directamente con usted, para realizar una oferta por el cristal. Lamentablemente, como su taller de alquimia se encuentra en el anillo medio. Le es imposible venir en persona. A si que utilizares este proyector holográfico, y ustedes podrán conocerse— coloco el cubo, sobre la mesa de te. —Me parece bien— —Excelente— Sin más preámbulo, encendió el proyector. Luego, utilizando su brazalete de intercomunicación. Lo conectado a la red, y configuro el canal de transferían de datos. A continuación. Un rayo de luz, fue proyectado al sofá vacío. Convirtiéndose en millones de cubos digitales, que cubrieron el contorno del sofá. Tomando posteriormente, una forma humanoide. Que poco a poco, se fue definiendo detalladamente. Transformándose en un hombre, con rasgos asiáticos del continente Azur. Muy similar a el pequeño Hao. No obstante, sus ojos eran ligeramente más afilados; denotando un ligero aire de superioridad. Además, su cabello era largo; atado en una cola, tras de su espalda. Vestía una túnica oriental; color azul, con algunos bordados dorados; en forma de peces. —Mucho gusto, joven Helios. Mi nombre es Fan Wu— se presentó el holograma. Haciendo una ligera reverencia con la cabeza. —Ya el pequeño Hao. Me ha informado del asunto. Al parecer. Usted desea vender un cristal elemental, que él no puede adquirir— —En efecto— afirmo. —Bien. Si esto es así. El pequeño Hao, utilizará un analizador. Y me enviaría la información del cristal. Dependiendo la calidad, y el peso. La daré un precio ¿Qué le parece? — —Suena bastante bien. Comencemos, tengo algo de prisa— —Hao, analiza el cristal. —Si…— el pequeño Hao, se acercó empujando una bandeja con ruedas. Sobre esta, había una máquina; parecía una impresora 3D. Pero realmente era un analizador de materia. —El cristal señor Helios— —Aquí está— sacó un cristal, de uno de los bolsillos de su chaqueta. Sin embargo. No era el mismo que ofertó al principio. Lo que sorprendió a ambos comerciantes. Era un cristal oscuro como la obsidiana, del tamaño de la mitad de su palma. El cual emitía un aire bastante frío. Haciendo que bajara la temperatura de la habitación. Cuando lo compro Helios. Era un cristal purpura, del tamaño de la mita de su cabeza. No obstante. Después de 4 purificaciones. Había terminado de esa manera. — ¡Señor Helios…! — Expresó el pequeño Hao, confundido. —Colócalo en el analizador. Dependiendo el precio que me den. Determinare, si son aptos para adquirir el resto de mi mercancía— entrecerró los ojos. —No se les ocurra jugar con mi paciencia. Les aseguro, qué durante tres vidas sufrirán por esa ofensa— Helios, no veía la televisión. Pero solía leer algunas novelas policiacas y de aventura, como forma de entretenimiento. La frase que acababa de utilizar. Pertenecía a un personaje de un libro. Dicho personaje, era comerciante orgulloso; que habitaba en las arenas rojas de un desierto sin fin. Ambos comerciantes, tragaron saliva de golpe. No estaban a costumbrados a la literatura occidental. Por lo que esas palabras, tuvieron un gran impacto en ellos. Al principio, la imagen que tenían de Helios. Era la de un joven, que no entendía el valor de lo que tenia en sus manos. Pero ahora que había colado un cristal de mucha mayor calidad; sin siquiera titubear. Les hizo temblar el cuero cabelludo. Aunque, lo que realmente los impactó. Fueron sus últimas palabras. Especialmente, una frase crucial. “Determinare, si son aptos para adquirir el resto de mi mercancía” Actuando de manera rápida. Hao, tomo el cristal. Colocándolo dentro del analizador. Mientras que Wu, parecía serio en su asiento. Realmente, estaba sudando de la preocupación ¡Con que clase tigre o dragón oculto, se había metido! Se preguntó, bastante nervioso. El analizador comenzó a funcionar. Mientras un brazo mecánico. Utilizaba un haz de luz. Escaneando el cristal. Con la tecnología de hoy en día. Era posible analizar la calidad de un material, la pureza, y la energía contenida; junto con otras características. El proceso fue bastante rápido. En pocos segundos, la información llegó al despacho de Wu. Donde un ayudante. Le entregó una hoja, que acaba de imprimirse. En esta, se resumía la información completa del cristal. Pero lo que más le importaba eran cinco datos. Elemento: cristal de oscuridad: Pureza: 97% Energía elemental: 375 puntos Calidad: Nivel 7 Peso: 287gr. Los ojos de Wu, se abrieron como platos. Se trataba de un cristal elemental de oscuridad nivel 7. En alquimia, los ingredientes se clasificaban por niveles. En la tienda de Hao. Se vendían productos de nivel 1. Productos bastante comunes. Mientras que en su taller de alquimia. Se utilizaban materiales de nivel 1, 2, y 3. Si tenía mucha suerte. Se podía adquirir en el anillo superior. Alguno que otro material intermedio, entre el 3 y el 4. Pero en ciudades categoría C, como ciudad Nifhril. Solo se podían encontrar productos alquímicos, hasta el nivel 4. Niveles superiores, se podía comprar en ciudades de mejor categoría. Como la A, y la B. —Y bien…— dijo Helios. Despertando a Wu, de su letargo. —Ciento veinte mil. Es lo que este cristal costaría, en una tienda de alta gama en una ciudad categoría A. Pero le ofrezco doscientos mil créditos— Sin inmutarse. Helios, sonrió ligeramente. — ¿Podrías comprar más? — colocó, sobre la mesa de té. Un cristal color vino. El cual emitía una ligera corriente de calor. — ¡Aún hay más! — con tantas fuertes impresiones. Wu, sentía que había perdido treinta años de vida; en los últimos cinco minutos. — ¿Tú qué crees? — Sin más. Colocó una bolsa sobre la mesa. Abriéndola, frente a ellos. Para develar 29 cristales de todas medidas, y colores. Los cuales emitían, efectos característicos de su elemento. De la nada, se escuchó un fuerte golpe. Similar a un costal pesado, cayendo sobre el suelo. Al voltear la mirada ambos. Vieron al pequeño Hao, en el suelo. Quien se había desmayado de la impresión. Provocando que un asistente, corriera a ayudarlo. Asustado por el fuerte golpe, que se había dado su patrón. El cual parecía estar vomitando sangre. Lo mejor sería llamar al doctor personal de su jefe. Pensó el asistente. Recordando, que durante su última visita. El doctor le recomendó a Hao. Que dejara la comida picante, y las emociones fuertes. En ese momento, su estómago no podía soportarlo. Mientras su primo, se encontraba temporalmente en las puertas del más allá. Wu, trato de recobrar la compostura. Ese era el negocio, que había estado esperando toda su vida. No podía dejar que se le fuera de las manos. —Ujum…— tosió Wu, llamando la atención de Helios. —Podría comprar algunos. Pero lamentablemente, no puedo comprarlos todos. Aun así. Le tengo una propuesta mejor. —Lo escuchó— al igual que Wu. Helios, estaba extremadamente nervioso. Ya había ganado doscientos mil créditos. Pero no podía darse el lujo de mostrarse sorprendido o, alegre. De lo contrario, ambos comerciantes lo despreciarían. Y la imagen que se había creado, se vendría abajo. Debía mantener una cara de póker, aunque quisiera gritar de felicidad en ese momento. —Pertenezco a una cámara de comercio en el anillo medio, en la que tengo algo de influencia. A través de ella. Puedo abrir una sala de subasta en el anillo superior. Si está interesado. Podemos poner sus productos en subasta. Le aseguro, que si lo hacemos. Obtendrá una cantidad mayor. Que cualquiera que pudiera ofrecer, cualquier taller de alquimia de ciudad Nifhril— —Si lo subastó ¿Tendré que dar mi nombre? — lo último que deseaba, era que muchas personas conocieran el origen de los cristales. Si su identidad llegaba a ser difundida, como el dueño de esos cristales. Estaría en muchos problemas. Sería perseguido por sus secretos. Incluso podría terminar convertido en esclavo o en fugitivo. —No será necesario. Todos los productos se venderán a nombre de la cámara de comercio a la que pertenezco. La cámara “Serpiente Verde”. Por lo que podrá mantener su anonimato. Si eso es lo que desea— —Me parece perfecta esa idea. Pero suena demasiado bien para mi gusto. En un principio pareciera que ustedes pierden con este trato, y dudo que sea así ¿Cuál es la trampa? ¿Qué beneficio sacarán de esto? — a pesar de todo. Helios, se mantenía en guardia. No confiaba fácilmente en las personas. La experiencia se lo había enseñado. —Para la cámara de comercio “Serpiente Verde”. El solo hecho de subastar estos productos. Ya es un gran beneficio, que nos otorgara un gran estatus en el anillo superior. Sin embargo. Debo decir, que usted es una persona bastante perspicaz. Tiene toda la razón. En este mundo, no hay nada como los almuerzos gratis. Tomaremos el 20% de las ganancias totales— —...— Helios, meditó la propuesta. —Como lo he dicho antes. Me encuentro algo apurado ¿Cuándo podré recibir el dinero? — —Más tardar, 10 días. Productos, como los que usted posee. Tienen que tener una gran campaña de publicidad. Que atraiga a los círculos de alquimistas, y las mejores cámaras de comercio; del anillo superior. Ellos son los objetivos principales, para este tipo de subasta— —10 días es demasiado. En cinco días será la segunda parte del examen internacional académico. Necesito el dinero antes— Al escuchar sobre el examen. La imagen de Helios, subió en el corazón de Wu. Él sabía, que no todos los jóvenes eran aptos para presentar el examen internacional académico. Se requerían muy buenas calificaciones. Si se deseaba, poder participar en él. Y se requerían a un más, para pasar a la segunda ronda del examen. No todo eran apto. Solo quienes tenían un promedio superior a 500, podían lograrlo. Por lo regular. Quienes presentaban la segunda parte del examen. Eran dos tipos de personas. El primero. Jóvenes arrogantes; pertenecientes a familias ricas e influyentes. Educados toda su vida, para presentar ese examen. Asegurando con sus calificaciones. Posiciones de poder en la familia. El segundo. Eran jóvenes prometedores. Que con trabajo duro y esfuerzo. Lograron aplicar para el examen. Ellos estaban destinados a convertirse en los líderes del mañana. Personas poderosas e influyentes, que marcarían hitos en diferentes ámbitos. Fuera cual fuera el tipo de persona, a la que pertenecía Helios. Wu, no podía dejar pasar esta oportunidad. Tenía que invertir en este joven, sembrando una semilla de amistad; para poder cosechar los beneficios de la confianza en el futuro. —Si no pude esperar a los 10 días. La cámara de comercio “Serpiente Verde”. Pude darle un adelanto, de los ingresos esperados de la subasta— — ¿Cuánto seria? — —Un millón de créditos— —Me parece una buena cantidad— soltó Helios, tratando de no levantar las cejas por la impresión. —Se que esta apurado. Pero necesitaremos hacer algo de pápelo. Si queremos subastar sus productos. Así que le pediré un poco de paciencia— —Supongo que puedo darte algo de tiempo ¿Cuánto necesitas? — —Dos horas. Necesitaremos analizara todas las piedras, y enviar la información a un valuador. Además, se requiere un notario. Tenemos que firmar un contrato, para que pueda transferirle el dinero desde la cámara de comercio. A su vez. Se firmará un documentó. En el que usted acordara, dejar las piedras magias. Y a cambio. La cámara de comercio “Serpiente Verde, se comprometerá a entregar el 80% de las ganancias totales de la subasta. — ¿El notario es de confianza? Me gustaría manejar este asunto en privado. Entre menos persona conozcan mi rostro, mejor— —No se preocupe. El notario, es otro pariente mío. Nosotros los del continente Azur. Preferimos manejar los negocios grandes, dentro de la familia. Le aseguro, que todo se llevara acabó con discreción. Durante todo el proceso de venta. Mantendremos su identidad en el anonimato. Lo juro por el honor de la familia Fan— coloco su puño en el pecho, haciendo un juramento. —Dos horas, no parecen tanto. Has lo que tengas que hacer— —Si lo desea, puedo invitarlo a cenar. Mi hermana tiene un restaurante, cerca de la tienda del pequeño Hao— —No será necesario— con un trato tan grande. A Helios, le preocupaba el ser envenado. Había demasiado dinero de por medio. —Entonces, dígame ¿Por qué vino al área comercial? El pequeño Hao, menciono. Que vender las piedras elementales, no era su negocio principal. Además. Por lo que escuche. Usted presentara la segunda parte del examen internacional académico; en cinco días. Lo cual me hace asumir. Que el motivo principal de su visita al sector comercial. Es la adquisición de habilidades ¿o me equivoco? — —Supone bien señor Fan Wu— Era fácil entender. Por qué Wu, tenia un negocio en el anillo medio. El era un hombre bastante halagador, suspicaz, y deductivo. —Solo llámeme Wu. No hace falta la formalidad. Y si realmente busca habilidades. Creo que podemos ayudarlo, a facilitar esa tarea—
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