Al día siguiente seguían con su rutina de estudios y trabajo; cada día que pasaba su cuerpo iba cambiando, su panza crecía y ella se iba transformando en una mujer hermosa con el avance del embarazo.
Buscaron un nuevo lugar para vivir más amplio para organizar la habitación del bebé, habían comprado lo necesario para el recibimiento del niño. La ecografía había revelado que lo que venía en camino era un hermoso niño y cada familia se sentía emocionada por tan hermosa bendición.
Ya Gianni y Roxanne tenían todo listo para la llegada de su primer heredero; la familia había preparado un baby shower para la última semana de embarazo, tenían todo organizado para el día siguiente reunirse y disfrutar de los regalos de sus amigos. Esa noche había hablado con los padres de cada uno para que estuvieran a tiempo.
Eran casi las once de la noche, ya ella estaba durmiendo, Gianni estaba de guardia, se movió para colocarse en una mejor posición cuando sintió una punzada ardiente en la parte trasera de su cadera, pensó que quizás se había acomodado mal.
Ya había caído nuevamente en un sueño profundo, cuando sintió una nueva punzada, era algo más fuerte que un dolor de vientre y empezó a darse cuenta que tenía contracciones de parto, los intervalos de presión en su vientre y caderas estaba aumentando paulatinamente.
Ella pensó: " llamó a Gianni o a mi mamá"
Decidió llamar a los dos, pero quería hacerlo cuando las contracciones estuvieran más continuas. Así que fue al baño y tomó una ducha, se aseo, luego de peinarse y estar lista, fue a la cocina y se preparó un té caliente, a estas alturas las contracciones habían arreciado y ella revisaba el reloj, como había aprendido de los libros y de su esposo.
Mandó un mensaje a su mamá, era medianoche y no sabía si estaba dormida, vio que lo recibió pero no lo leyó, mandó otro a su esposo, se envió y vió que lo leyó.
— Amor ya voy para allá, voy a hablar para pedir un permiso— ¿hace cuánto empezaste con las contracciones? Preguntó Gianni.
—Hace una hora— dijo ella— ya avisé a mi mamá.
—¿Por qué no avisaste antes, amor?— dijo él preocupado— voy a ir en una ambulancia y así vamos más seguros.
— Ok yo los espero— dijo ella bastante controlada.
Al rato su mamá contestó que ya iba en camino a la casa y en cinco minutos estaría allí.
—Bueno mamita, apúrate, que ya vienen por mí— dijo ella algo tensa.
La ambulancia y la madre de Roxanne llegaron al mismo tiempo, ya las contracciones estaban fortísimas cuando Gianni llegó, por cierto estaba súper nervioso y a la vez emocionado, llamó a sus padres y su esposa fue llevada a una clínica donde ya habían decidido que nacería su primogénito.
Fue muy rápida la llegada del pequeño heredero de Gianni y Roxanne a las dos y veinte de la madrugada llegó el pequeño Matthew, un hermoso bebé de casi siete libras de peso.
Toda la familia estaba súper emocionada por la llegada de Matthew, y tuvieron que pedir a los invitados al baby shower a esperar que el bebé estuviera en casa.
Fue emocionante para los padres novatos llegar con una carga tan hermosa a casa, su primer bebé
El pequeño crecía y crecía como cualquier bebé y ellos se dedicaban a sus faenas de trabajo cada día, el amor entre ellos era firme y hermoso, se sentían cada día más enamorados.
Roxanne empezó a trabajar en una escuela no muy lejos, dejaba al pequeño donde su mamá para que no quedara en manos de extraños, su suegra vivía un poco más lejos.
Ya Gianni estaba terminando la especialidad rural de medicina y pronto estaría haciendo una especialidad en su carrera médica, eso aumentaría la seguridad económica de la familia.
Cuando Matthew tenía casi un año, ella nuevamente se embarazó, otra vez con las rutinas de lo que conlleva el advenimiento de un bebé, cuando estaba en unas ocho semanas se realizó una ecografía revelando ésta al parecer venía no uno sino serían dos bebés los que estarían completando la familia Meredith.
Roxanne al escuchar la noticia palideció un poco pues no esperaba que de pronto se convirtiera en la madre de tres bebés y además que no se llevarían mucho tiempo.
Llamó a Gianni para darle la noticia y él se quedó mudo por breves instantes, diciendo:
— ¿Estás segura de esa noticia, mi amor?
Ella dijo:
— tengo la ecografía en mis manos y el doctor dice que parece porque se ven dos puntos claramente.
— Bueno de todas maneras debemos esperar a otras ecografías para poder afirmar que son dos— dijo algo nervioso Giann— quien nos aguanta con dos bebés en casa aparte de Mathew.
— Ya yo estoy terminando acá, ¿puedes venir por mí y comemos algo por allí, mi reina?— le dijo Gianni a su esposa.
Ella convino en pasar por Gianni y salir juntos y celebrar, se encontraron y él al verla le preguntó:
—¿Cómo te sientes mi amor, con esta noticia?— le preguntó Gianni al mismo tiempo que le daba un beso.
—Un poco asustada y a la vez emocionada— dijo ella con cierto nerviosismo.
Gianni le pródigo caricias tiernas, y besos suaves para hacerle sentir que no estaría sola, llamaron a la madre de Roxie para decirle que irían un poco más tarde por Mathew y se fueron a disfrutar una rica comida y unas dos horas después estaban recogiendo al bebé para regresar a casa.
Ya en casa pusieron al bebé en su cuna, y se dispusieron a seguir con la celebración por venir nuevos miembros a la familia.
Ella empezó a quitarse la blusa, el pantalón como haciendo una danza erótica para su marido y así calentar el ambiente, él se sentó y mientras la miraba también danzaba mientras se quitaba su camisa y su pantalón.
Ella empezó a mover sensualmente sus caderas, volteando se de espaldas y moviendo el trasero de manera provocativa, se quitó el bikini y se lo lanzó, Gianni hábilmente lo atrapó en el aire llevándose lo a su nariz para aspirar el aroma que emitía.
Sacó su brasiere y también lo lanzó hacia él, quien lo atrapó con destreza, ya a estas alturas él estaba alcanzando una erección fenomenal, ella movía su cuerpo rítmicamente con una música imaginaria y ésto iba subiendo el calor de ambos.
Con su dedo índice le hizo señas de que se acercara y ella fue danzando, moviendo sus pechos para provocar excitación en su marido, la tomó por las caderas enterrando su boca en sus pechos generosos.