Roxanne estaba sintiendo placer exquisito con las caricias que su esposo le prodigaba, se complementaban el uno al otro dándose satisfacción. Ella tomó su falo entre sus manos y lo introdujo en su boca provocando oleadas de placer en el cuerpo de Gianni, él la miraba con sus ojos turbios por la excitación, y ella sentía ricamente al saber que él lo estaba disfrutando al máximo. Gianni al ver como ella lo hacía disfrutar decidió dejarse llevar por las caricias de ella y subir a un cielo exquisito donde solo cambian ella y él. Ella tenía su m*****o viril masajeando con sus manos y acariciando con su lengua, labios y boca, lamiendo, chupando lo y sacándolo y metiéndolo en su boca y disfrutando de tan lujuriosa labor. —¡Aaaaaah amor, que ricooooo!— exclamó roncamente Gianni— me haces senti

