Si, su corazón estalló en mil pedazos por el dolor que sentía al escuchar de boca de su esposo aquella revelación tan devastadora, se sentó en el suelo y se acurrucó sin llorar, sentía una opresión en su pecho que la ahogaba, pero no salían lágrimas, se levantó y fue al baño, se vio al espejo y lavó su cara. Jamás imaginó que después de veinte años de matrimonio, todo hubiese terminado de una manera tan abrupta, sin anestesia, su esposo le había dicho que no la amaba y había sido tan fácil para él; y después sólo se había acostado a dormir como si nada. Ella no entendía qué había pasado, tampoco, cuándo pasó, acaso los hombres dejan de amar así, como quitarse una camisa y decir, ésta no me gusta, mejor uso otra; su cabeza era un caos, no lograba razonar, bajó a la cocina y se preparó u

