Despertó unas horas después, tenía el cuerpo entumecido por haber estado en una posición incómoda al dormir, se desvistió y se reacomodo en su cama, estaba dando vueltas, sus pensamientos no se detenían, intentó todo, finalmente casi a las cinco de la madrugada, nuevamente se quedó dormida.
A las siete y media abrió sus ojos y recordó soñar algo extraño, buscó un cuaderno y empezó a escribir su sueño para no olvidarlo, se quedó pensativa por unos minutos y tuvo una sensación extraña en su estómago. Solo esperaba tener un bonito día y estaría preparada para disfrutarlo.
Fue al baño, hizo su rutina normal, bajó hasta la cocina, sus hijos seguramente aún dormían, se preparó desayuno y se dispuso a centrar sus pensamientos en cosas positivas para soportar la soledad que sentía.
Un rato más
