Las clases habían iniciado, Nicole hizo presencia en la casa, jamás había estado a esta hora en este lugar pero hoy sentía que debía hacerlo.
-Señor la bailarina está en el salón principal.- mencionó Jair.-
-Activa las cámaras y vete.- pedí revisando algunos documentos en mi despacho, Jair activó el sistema de vigilancia y se marchó, inmediatamente solté lo que estaba haciendo y me acerqué al monitor.-
-Bueno Jennifer vamos a comenzar.- escuché hablar, se fue quitando las prendas, quedó en solo ropa deportiva y muy pequeña.-
-Estoy emocionada, ¿comenzaremos moviendo el trasero?-
-No querida, no se trata de eso, primero debemos tonificar el cuerpo, él debe resistir la jornada sin lastimarnos.-
-Eso me suena a ejercicio.- mencionó Jen frustrada.-
-Tu lo haz dicho, vamos a correr.-
Comencé a seguirlas por todas las cámaras, ellas habían salido de la mansión, en el gran jardín comenzaron a correr, mi pobre sobrina iba casi muerta y apenas estaba empezando.
Corrieron por una hora, Jen terminó tendida en el césped, esto no era lo que se imaginaba, por otro lado Nicole solo sonría mientras estiraba su cuerpo, pero yo no era el único que las veía, mis hombres no le quitaban la vista de encima.
Volvieron a casa, Nicole pasó a la cocina, las veía hablar mientras le mostraba algunas frutas y verduras, después ella comenzó a cocinar, esto no estaba dentro de la clase.
Jen sonría como nunca, sé que el cuerpo le dolía pero estaba feliz, eso hizo que mi alma estuviera inquieta.
Las dos pasaron al comedor, iban a comenzar pero Jen vino hacia mi, tocó mi puerta así que apague todas las pantallas.
-Adelante.- mencioné
-Tío ven almorzar.-
-Jen sabes que yo no…-
-No salgas con tonterías, ven que Nicole cocinó para los tres, mueve ese trasero.- mencionó, antes de que yo respondería ella se marchó, no me quedó de otra que seguirla.
Efectivamente en el comedor estaba Nicole, ultimaba detalles, pasé a mi silla y me senté, me sentía muy incómodo.
-Señor espero le guste la pasta.- mencionó Nicole, solo la veía de reojo.-
-Niki no le digas señor, él es Cairo.-
Yo solo probé la pasta, estaba bueno no lo negaré, Jen estaba feliz hablando con Nicole, ellas son contemporáneas, solo unos años de diferencia.
-Entonces Cairo ¿te gustó?-
Creo que solté mi cubierto, hace años que nadie me llamaba por mi nombre, no se lo permito a nadie, pero ella parecía que lo hacía con inocencia.
-Esta bien.- respondí volviendo a tomarlo, Nicole sonrió y continuó comiendo.-
-Oye Niki ¿con quién vives?.- preguntó Jen
-Con un amigo, lo conociste anoche fue con el que baile bajo el agua.-
-¡Con ese bombón! No te lo puedo creer.-
-Pues así es.-
-¿Son novios? ¿O es solo sexo casual?-
-Jen…- susurré
-¿Qué?-
-Fuimos novios hace muchos años, la verdad solo fue un par de meses, no funcionó así que nos quedamos como amigos, el tiene otro gustos.-
-¿Es gay?-
-Es un gigoló.- mencioné sin darme cuenta, había revelado algo de verdad.-
-Así es Cairo, él trabaja en un club desnudista, también hace otro tipo de favores.-
-¿Cuando me cobraría?-
-¡Jennifer!-
-Es solo broma.-
-La verdad no sé cuánto cobra, no me involucro en sus cosas, él me ha apoyado en los momentos más difíciles de mi vida.-
La vi bajar la mirada, tenía una sonrisa nostálgica, supongo que recordó a sus padres.
-¿Mamá? ¿Papá? ¿Novio? ¿Hijos?- volvió a preguntar mi sobrina.-
-Mi padre murió hace un par de años, raíz de eso mamá se enfermó y está en un centro de reposo, no tengo novio y menos hijos, pero estoy abierta a posibilidades por si tienes alguien en mente.- La vi sonreír, no sé por qué eso último me emocionó.-
-De hecho un montón, quiero que seas mi amiga, sé que dirás que tengo muchas pero todas están por el dinero o por que se quieren acercar a mi tío, ahora estoy en vacaciones de la universidad y no tengo nada que hacer.-
-No des vueltas Jen, di lo que quieres.- mencioné
-Bueno se mi amiga de verano, te acompañaré a tus cosas y tú a las mías, es la manera más fácil de presentarte a mis amigos, hay uno en particular que sería un perfecto candidato para novio.- Me sentía avergonzado por lo que mi sobrina estaba diciendo.
-Jen no creo que ella…-
-Acepto.- respondió Nicole, yo solo la observaba ¿acaso estaba en búsqueda de un novio?-
-¡Que emoción!-
-Eso sí te digo, voy a visitar a mi madre a las 8am, ayudo en el centro de reposo, después tengo clases contigo, almuerzo, algunas diligencias, ensayos, clases con un grupo de edad y bailar en el club.-
-Bueno podría acompañarte en las mañanas, mi novio no esta y no tengo nada que hacer, sé que mi tío jamás está en casa así que me gusta tu idea.-
-Bien entonces así será, pero si quieres después de visitar a mi madre tomamos las clases en mi casa, te cocino algo, para que no tengamos que ir y venir.-
-Pues yo estoy de acuer…-
-No, las clases y la comida serán aquí en casa.- me apresuré a decir.-
-Pero tío…-
-Es por seguridad Jen.-
-No hay problema, entonces será aquí, solo quería preguntarle, ¿almorzarás con nosotras todos los días? Para saber qué preparar.-
-No te preocupes Niki él jamás está, hoy es un milagro.-
-Vendré almorzar.- respondí, me levanté de mi silla y me marché, ya mis hombres me esperaban, no salí en toda la mañana y eso jamás pasaba, ahora caigo en cuenta que dije que vendría almorzar en casa, algo extraño había pasado hoy.-
Sé que mi vida estaba cambiando de una manera que un no me explico, pero debía reconocer que esa mujer me traía un poco de paz, creo que es bueno para mi.
Los problemas no faltaban, mis cargamentos de armas habían llegado al país, sabía que Miguel trataba de arrebatármelas, solo es un miserable ladrón, mi celular comenzó a sonar, de nuevo era ella, no le daría más vueltas así que contesté.
-Amanda.-
-Mi amor que bueno que me contestas.-
-¿Qué quieres?-
-Verte, hace poco llegué a la ciudad y deseaba hablar contigo.-
-No creo que tengamos nada de que hablar.-
-Claro que sí, aún no cerramos el capítulo tuyo y mío, yo sé que después de que me viste con Miguel tú…-
-No sabes nada Amanda, si llamaste para esa estupidez colgaré.-
-Me das lástima, no me imagino lo infeliz que eres, jamás podrás complacer a una mujer, no podrás tener familia.-
-¿Acabaste?-
-Espero verte en la fiesta de compromiso, puedes traer un invitado, una novia.. verdad que no tienes, solo soy yo la única mujer en tu..-
Decidí colgar la llamada, su voz me llenaba de ira, esa maldita mujer merece la muerte, es una zorra de las peores, solo busca dinero y estatus.
Ese recuerdo aún está en mi mente, el día que llegue al que era nuestro departamento, había sido un día caótico, solo esperaba llegar y hablar con ella, más que mi novia o prometida era mi amiga, pero no fue como lo planee.
Un hombre la embestía sin piedad en lo que era nuestra cama, la ira me consumió pero a la vez nubló mi vista, yo quería asesinarlos, pero en cambio desperté en un hospital, un médico me daba el diagnóstico, uno que me marcó por toda la vida.
“Juro que me vengaré de ti Amanda, me fallaste de todas las maneras posibles.”