Cairo King

Mi día a día

Nicole Martín

Uno, dos, tres y cuatro, de nuevo, uno, dos, tres y cuatro, voy guiando por todo el salón de baile, una versión en bolero de Bésame mucho suena de fondo mientras que las cinco parejas que llegan casi a los mil años bailan en sincronía.

Es mi cita diaria de 4:00 a 5:00pm, mi favorita, no por lo que enseño yo, es lo que ellos me dan a mí, su conocimiento, sus experiencias de vida pero lo mejor, aquellos consejos que me ayudan a superar mi día a día.

-Entonces querida ¿estamos listos para el concurso?-

-Doña Cecilia están más que listos, esta noche enviaré la solicitud para que puedan participar.- mencioné

-Ya verá que ganaremos, mi Arnulfo y yo hemos estado practicando al menos 4 horas al día, quiero que te sientas orgullosa de nosotros.-mencionó tomando mi mano.-

-Lo estoy, no necesitan ganar el concurso, solo con ver la evolución que han tenido me llena de felicidad.-

-Eres un ángel.-

-Bueno ya es hora de irnos, deja de molestar a Nicole, cariño.- mencionó el señor Arnulfo.-

-Solo hablamos, pero ya que lo dices, ¿te llevamos a casa querida?-

-Hoy no doña Cecilia, debo dar una clase particular.-

-Mi niña trabajas tanto.-

-Enseñar no es un trabajo aunque me pagan por eso.- mencioné

-Nos vemos mañana.- mencionaron, vi como todos recogieron sus cosas y se marcharon, mi mejor amigo me dice que me estoy envejeciendo con ellos, pero eso no es cierto, es experiencia.-

-¡Niki ven a mi oficina!- Margarita la dueña del estudio de danza me llama, recogí mi ropa y voy con ella.-

-Dímelo todo Margara.- mencionó sentándome.-

-Aquí están los documentos para la inscripción del concurso de doña Cecilia y don Arnulfo, me adelante y los inscribí, sé que ganarán, también quiero decirte que cancelaremos las clases de la mañana.-

-¿Qué? ¿Por qué?-

-Decidí alquilar el lugar por medio día, un grupo de chicos grabarán un video y necesitan el espacio, ya hablé con los clientes, será solo un par de meses.-

-Margara, pero en ese horario es donde estaba mis clientes ¿qué voy hacer?-

-Lo siento cariño pero la paga es muy buena, buscaremos algo para las tardes.-

-Claro.- mencioné y salí del estudio, necesitaba ese dinero, con solo las clases de la tarde no me daría para vivir y pagar mis estudios.-

Tome el auto y me dirigí a mi cita, todo el camino iba pensando en lo que acaba de pasar, preciso cuando me metí en la deuda de mi propio departamento, ¿ahora cómo pagaría el crédito?

Llegue a la casa de los Jullians, su hija menor cumpliría 16 años en dos semanas, quería tener un baile sorpresa así que estábamos ensayando, estacioné mi auto en la entrada y salí, revise que mi ropa estuviera bien y toque a la puerta.

-¡Nicole! Que bueno que llegas, he estado esperando para mostrarte unas ideas que tengo.-

La cumpleañera fue quien abrió mi puerta, era una chica de cabello ondulado, ojos cafés y piel blanca como la nieve, algunas pecas en su rostro que la hacen ver hermosa, ella es Camila.-

-Muéstrame entonces princesa.-mencioné entrando.-

Camila sí que estaba emocionada, se acercaba la gran fecha, una vez revisamos sus ideas comenzamos con el baile, lo haría junto con su padre, comenzarían por el tradicional vals pero cambiaría drásticamente a uno más moderno, cambio de vestido y de luces.

Todo parecía normal, la paga era buena pero me molestaba la presencia de su padre, no podía tener sus manos quietas, siempre las deslizaba para tocar mi trasero, sé que le gustaba hacerlo pues sonreía de manera lasciva.

Todo un pervertido, solo rogaba por que el gran día llegara y yo no tuviera que volver a esta casa, pobre camila con una padre así.

Al final estaba volviendo a mi departamento sobre las 9:00pm,Anthony mi buen amigo de baile y de casa me esperaba, él trabajaba en un club desnudista, ganaba bien pero eso no era para mí, odio el hecho que algún maldito me toque sin permiso el cuerpo.

Guardé mi auto e ingresé a mi departamento, el olor a pizza inundó mis fosas nasales, Anthony no sabe cocinar así que siempre pide comida a domicilio.

-¡Ya llegué!- mencioné

Anthony salió de su habitación, venía hablando por celular, por su cara supongo que trae noticias.

Solté mis cosas, pasé a lavarme las manos y puse los platos, la pizza aún estaba caliente así que me apresuré a servirla, dos bebidas y me senté en la mesa, Anthony besó mi frente y se sentó.

-Cariño cómo te fue hoy.-

-Del asco.- respondí dando el primer mordisco.-

-Cuéntame qué pasó.-

-Margara alquiló el salón de danzas todas las mañanas por unos meses, eso significa que no tendré trabajo ese tiempo.-

-No es cierto…-

-Lo es, debo buscar otro trabajo, con solo las clases de la tarde no me alcanza para los gastos.-

-Yo me haré cargo no te preocupes.-

-Anthony no es tu responsabilidad.-

-Claro que lo es, vivimos juntos yo te apoyo.- mencionó tomando mi mano.-

-Lo sé, mejor dime por qué esa cara al teléfono.-

-Era Max, desea que asista más noches al club, nos está yendo bien.-

-¿Enserio?-

-Si, es por eso que te digo que yo me encargo.-

Terminamos la cena, Anthony recogió toda las sobras mientras yo me aliste para nuestra cita nocturna, habíamos adaptado una habitación de baile, los dos ensayábamos, el más pues su trabajo consistía en desnudarse ante la mirada del público lascivo en un club nudista.

Anthony tenía todo para que le fuera muy bien, un cuerpo trabajado, los cuadritos bien definido en su pecho, su piel era blanca casi al punto de verse rosa. Su cabello rubio largo que se ata en coletas, con ojos azules como el cielo y una perfecta estatura de 1.90 cm, la mujeres se volvían locas por el, excepto yo, lo veo como mi hermano y el a mi.

Entré a la habitación, solo vestía ropa interior, nuestra rutina era algo sensual, Anthony ensayaba conmigo sus siguientes Shows, me había propuesto infinidad de veces que trabajara con el en ese club pero me negaba, odiaba el hecho que hombres extraños me tocaran el cuerpo y más quedar desnuda ante ellos, hasta yo tengo un límite.

-¿Lista cariño?- preguntó ingresando, solo tenía su pantalón.-

-Vamos hacerlo.-

Puse algo de fiesta latina, el género urbano se adaptaba para la ocasión, los dos entramos en escena y comenzamos a bailar, Anthony sabía muy bien cómo tocarme sin hacerlo y moverme a su antojo, me suspendía en el aire, me lanzaba por el suelo sin lastimarme, los dos lanzábamos fuego al hacerlo, la descarga de energía era impresionante, hacíamos esto todas los noches por dos horas, era la manera para después dormir como un bebé.

-Deberías bailar en el club, eres increíble.- mencionó dándome una palmada en el trasero, yo estaba tirada en el suelo igual que el, estaba agotada.

-Sabes que no me gusta.-

-Tienes un cuerpo muy bello, aparte bailas muy bien, solo que trata de no acercarte mucho a la gente.-

-¿Que me dices de tus acercamientos? Después de bailar te vas con algunas mujeres a continuar el show.-

-Dos cosas son primordial para mí el baile y el…-

-Sexo.- me apresuré a responder.-

-¡Exacto! Si esas mujeres están dispuestas a pagar por el placer ¿quién soy yo para negarme?-

-Con más razón no bailaré allá.-

-Niki tienes 23 años ya, te conozco desde hace 5, sé muy bien que no eres una mojigata, él sexo contigo es una locura, ¿por qué te aterra el lo que hago?-

-No es el sexo lo que me aterra, es más amo el sexo, solo es que no me gustaría que mi mamá se decepcionara si sabe que soy desnudista.-

-Ella no lo hará, tú eres su adoración.-

-Me daría vergüenza, ella pago por que yo tuviera educación en las grandes academias de danza y terminará quitándome la ropa ante la gente.-

-Es un arte también, las modelos salen casi desnudas, las cantantes también y ni hablar de las actrices, ellas sí que muestran las tetas y más todo el tiempo.-

-Es cierto, bueno mañana saldré a buscar trabajo, quizás algunas clases particulares.-

-Está bien pero yo me encargo por ahora de la casa, soy el hombre de este lugar.- mencionó ayudándome a poner de pie.-

-Tonto.-

Pasé a mi habitación tome una ducha helada para que mis músculos no se lastimaran, después directa a la cama, estaba agotada, pese a las preocupaciones dormí muy bien.

Al amanecer pasé a preparar el desayuno, sé que Anthony no se iría hasta pasada las 10 pero veo que hoy fue diferente, lo vi salir muy bien arreglado.

-¿Para dónde vas?- pregunté sirviendo su taza de café.-

Anthony se acercó, con gran fuerza y habilidad me subió en la barra de la cocina, estaba feliz.

-Cariño iré hacer una vuelta…-

-¿Que vuelta?-

-Una amiga necesita mi ayuda.-

-Mejor di que vas a ir coger con ella.-

-No te puedo mentir, tengo que verla por que desea mis servicios.- mencionó mordiendo una tostada.-

-Anthony cuídate, todos los días tienes sexo quién sabe con cuántas mujeres.-

-Lo sé y soy muy cuidadoso, mejor ponte bien bella, te invito almorzar en el barneys, ¿2:00pm?-

-Si, iré a ver a mi madre y voy por ti.-

-Está bien, cuídate cariño.- mencionó dándome un beso en la frente, solo vi como se marchó.-

Anthony ha sido mi mejor amigo, nos conocimos en la academia de baile, en ese momento me gustaba como hombre, creo que intentamos tener una relación por cinco meses pero en ese tiempo descubrimos que nos iba mejor de amigos, desde ese momento nos volvimos inseparables, su familia no lo acepta por lo que decidió hacer con su vida así que vive conmigo desde hace un par de meses, el mejor que nadie me entiende y por eso lo adoro.

Bueno lo mejor es alistarme, mi madre me espera…