Después de semanas de aislamiento y conexión profunda en la montaña, Sky y Kael decidieron que era hora de regresar a la manada. Llevaban consigo no solo el recuerdo de sus experiencias compartidas, sino también una renovada fuerza y un amor que los había transformado. El viaje de regreso estaba impregnado de una mezcla de ansiedad y expectativa, sabiendo que su regreso marcaría el inicio de nuevos desafíos. Al llegar a la frontera de su territorio, los sentidos de Sky se agudizaron. Algo se sentía diferente, una tensión palpable que corría por el aire como una corriente eléctrica. Los guardias, al verlos, mostraron alivio y sorpresa a partes iguales. Su presencia había sido muy esperada. —¡Sky! ¡Kael! ¡Han vuelto! —exclamó uno de los guardias, su voz llena de emoción—. Pero… las cosas h

