Rivales de toda la vida.

2.-¿Amigos?

Shane

Y aquí estaba, camino a mi primer día de clases y me sentía muy nervioso y ansioso, venía en el auto de mi madre, con ella conduciendo.

Todo era tan distinto, las calles, las casas, los establecimientos de comida y ropa que habían mientras me dirigía a mi nuevo instituto. Nada cambió, lo único nuevo aquí soy yo, y esa sensación no es buena, no para mí. Ser nuevo conlleva hacer amigos, y nunca he hecho amigos por voluntad propia, todos siempre se acercaban a mí, no sé realmente porqué, pero todos siempre estaban detrás de mí, hasta que ocurrió lo de mi padre y bueno, básicamente me volví el raro de la clase.

Al llegar al instituto me doy cuenta de la gran diferencia, es casi igual a mi anterior secundaria, con diferencia que está parece ser dos veces más grande que la otra, pues se debe a que tiene una gran cancha de baloncesto, una piscina, y muchos otros lugares para practicar distintos tipos de deportes, y esto sí que no me lo esperaba o tal vez sí, digo, es una preparatoria privada, es obvio que esto debe ser así.

En la entrada me recibe un cartel que dice "Bienvenidos al instituto Tisher, hogar de los linces" Los famosos linces, los rivales de los lobos, el equipo de mi antiguo instituto, rivales eternos, la mayoría de las veces ganan los Linces, otras los Lobos y a veces quedan empatados, los dos equipos son muy buenos, ninguno es de mi atención pero he tenido que asistir a algunos partidos de manera obligatoria.

El baloncesto no es de mi agrado, prefiero la natación, algo más que heredé de mi madre, ya que mi padre era un fanático del baloncesto.

Una chica está afuera, viendo hacia todos lados como si esperara a alguien, es Morena y su cabello es color castaño claro y está hecho de puros rulos que caen hasta su cintura, sus ojos son de color avellana sus cejas son definidas y pobladas, sus labios son gruesos y rosados, ella es simplemente hermosa.

-¿Eres nuevo?- me pregunta ella con una voz angelical a la que le puedo notar un poco de acento italiano.

-Así es, mucho gusto- le extiendo mi mano- Soy Shane Winslow.

-Mucho gustó Shane- dios, mi nombre sonaba tan bien saliendo de su boca- Mi nombre es Jazmine Rizzo.

Jazmine Rizzo, sin duda alguna un apellido italiano, un hermoso apellido.

-Seré tu guía por este nuevo instituto, ven sígueme- demandó Jazmine.

Mis sospechas eran ciertas, este instituto es el doble de grande que Juls, los salones de clases tienen más espacio, el gimnasio es más grande, todo es más grande aquí.

El recorrido termina en el auditorio, siento que necesitaré un mapa, pues esto es como un laberinto para aquel que no lo conoce bien, es decir, yo.

-¿Cuál es tu primera clase?- preguntó ella una vez estuvimos en la entrada.

-Historia- respondí mirando alrededor de la institución, todo era hermoso.

-Bien, seguramente no recordarás en dónde queda así que ven, te guío- sonrió de una manera muy hermosa.

-Cuéntame Jazmine, ¿En qué año estás?- inicie un tema ya que el silencio entre nosotros era un poco incómodo.

-En el penúltimo año, quiero estudiar medicina ¿Y tú?

-Estoy en el último y quiero estudiar psicología- dije.

-¿Qué pasó para que te cambiaran de instituto?- su curiosidad hizo que detuviera el camino, definitivamente aún no estaba listo para ese tema.

-Problemas escolares que tuve, a mí y a unos compañeros nos expulsaron indefinidamente de la institución, casi todos se fueron de la ciudad, creo ser el único que sigue- en parte no es mentira, aproveché la excusa de mis compañeros, solo que la verdad era que no estaba en ese grupo.

-Oh si, ahora que lo recuerdo escuché de eso en algún lado, déjame decirte que tú y tus compañeros son como algún tipo de héroes para los de esta institución, nosotros ni en mil años podríamos hacer algo así- soltó ella riéndose de mis "travesuras".

-Bueno, digamos que tuvimos una gran idea al momento- yo no quería que esto pasara, no quería mentirle al primer día de conocernos, pero es necesario.

-Bien, este es tu salón, te dejo para que entres, no querrás llegar tarde a tu primera clase- hablo para finalmente acercarse a mí y dejar un beso en mi mejilla.

Entre al salón y estaba vacío, me tocó esperar a que mis compañeros y el profesor llegarán.

Después de un día de clases bastante distraído por fin era hora de irme a casa, mi madre viene por mi, así que estoy esperándola en el estacionamiento, cuando una chica se me acerca.

-¿Shane?- dice- ¿Eres tú?

-Sí, ¿Tú eres?- pregunté confundido.

-Soy yo, Louisa- me confundió aún más.

-Disculpa, ¿Quien?

-Louisa, tu compañera de videojuegos junto con Erick.

-Espera, ¿Estudias aquí? No, espera ¿Vives aquí?.

-Claro que sí y Erick también estudia aquí.

-¿Enserio? ¿Dónde está?

-Por razones desconocidas no vino hoy, pero voy en camino a encontrarme con el ¿Vienes?

-Claro, solo deja le aviso a mi madre que no venga por mi.

Si no me equivoco sería casi un año conociendo a Erick y a Louisa, nos conocimos por coincidencia en un videojuego en línea, ellos jugaban con uno de mis compañeros de Juls pero mi compañero dejó de jugar y estaba más en clase, y los conocí a ellos.

Louisa es de Canadá, pero su familia se mudo a esta ciudad por motivos desconocidos para mí persona, tiene 17 años su rostro tiene facciones asiáticas, su color favorito es el azul y eso queda demostrado en el color de su cabello, que realmente es de color n***o azabache pero lo tiene pintado de azul en las puntas, por lo que se no tiene hermanos, está en el penúltimo año de bachillerato y quiere estudiar medicina forense.

Ella fue una de las personas que más me ayudó con la muerte de mi padre, cuando sucedió deje de jugar un tiempo, y ella me escribía para saber cómo estaba y que había pasado, nunca le dije nada, no le quería causar lastima, así que solo le dije que estaba ocupado ayudando a mi madre en unas cosas pero que necesitaba distracción, así que ella me escribió todos los días hasta que volví al juego con ellos, incluso después de eso.