El plan de Alex estaba claro, volvería a Italia y se desharía de Nicollo, ya no estaba dispuesta a soportarlo ni un minuto más, haría que su prima se enterara de todo y se lo dejaría a ella, que se encargara de esa lapa que se le había pegado y que le urgía que fuese incinerado. Lucca estaba sorprendido, ella no había vuelto a sonreír ni una sola vez desde lo último que le ocurrió con su esposo, era como si de repente todo se le hubiese ido a lo los profundo del infierno, como si no encontrara una verdadera razón para ser feliz, lo más cerca que la había visto de ser ella misma fue al volver a ver a Fiorella, pero nuevamente al estar en Turquía ese tono completamente gris había vuelto a ella. - Una vez lleguemos encárgate de lo que te pedí, no quiero ni un segundo en el retraso la Regin

