La mañana llegó con lentitud, no era como que se sintiera mal, pero su estómago aún estaba un poco revuelto, pero debía levantarse sintiera era que deseaba salir lo más pronto posible de Turquía. El trayecto de la casa a la empresa fue algo pesado, las náuseas y el mareo estaban matándola, pero ordenó a todos continuar, de ponerse mal sabía que aunque Nicollo es un bueno para nada en casi todo, tiene talento para los negocios por algo sus empresas eran tan exitosas, así que todos seguirían el plan B, su esposo lideraría la junta y se encargaría de todo por su bien, porque de dar un solo paso en falso al regresar a Italia no sería ella quien lo matara sino la propia Regina. - Creo que al final podrás demostrarles a todos tu potencian Nicollo. El la miró algo sorprendido - No me siento muy

