6 meses después…
Sin embargo, no todo era color de rosa. A veces Agnes y yo peleábamos. De hecho, desde que soy azafata o desde hace seis meses sus peleas son constantes. Y es extraño, justo después de todo la odisea que hemos pasado. Hoy que estoy en casa, mientras cocino algo, decido hablar con ella, como lo hacíamos antes cuando hablábamos por llamadas, extrañaba un poco el cómo era. A veces solo me siento un poco querida a la hora del sexo, tengo que saber que pasa ahora mismo.
—Agnes… ¿puedes bajar para cenar? —Dije llamándolo por celular, estaba por terminar su turno como psicóloga. Así que supongo que tenía que venir.
—Está bien, ya voy de camino —Su voz se oía un poco cansada. Decidí colgar y esperarla en la mesa.
Llego diez minutos después de la llamada, estaba sentada, con la mesa ya puesta… tiro su saco en el sofá y se sentó a comer.
—¿A qué se debe esa cara preciosa? —Dijo en cuanto se puso a comer.
—Quiero saber si algo te pasa… es que últimamente has estado peleando mucho —Dije tocando mi comida.
—De seguro estas paranoica ¿Cómo crees? ¿A qué viene eso? —Dijo riéndose nerviosa.
—Es que solo estoy viendo peleas y trato de darte cariño pero este no es tan correspondido. —Dije mirando mi tenedor. Luego lo miré fijamente.
—Bueno, hagamos algo… te pido perdón por ello. Empecemos de cero ¿Qué dices? —Dijo brindándome su mano.
—¿Qué me darás para compensarlo? —Me reí.
—Te daré una buena sesión de masaje antes de dormir… ¿Qué dices?
—Okay —Me sonroje.
Por esa noche las cosas estuvieron normal. Ese masaje fue riquísimo, la sesión de amor también pero… ¿Qué me garantiza que después de una semana volvamos a lo mismo?
Suspire, anhelando que sea así… que ya no peleemos.
Y me fui otra vez a mi trabajo, durando dos semanas ahora yendo y viniendo en avión por las semanas feriadas de diciembre. No pasaría 31 de diciembre con Agnes y eso me dolía. Traté de llamarla, antes de salir, para decirle que felices fiestas y que la amo mucho. Pero no cogía su celular. Supongo que esta con los vecinos o en consulta. Antes de subir al avión me di cuenta de que mi celular vibró y era un mensaje de ella.
—Siento no contestar, estoy en una fiesta con los vecinos que me han invitado, felices fiestas :)
Supongo que las cosas tenían que ser así, ¿no?
Después de esto, mis vacaciones llegaron en enero. De ahí decidí aprender a manejar un auto, ya que tenía dos meses de vacaciones. Pero de ahí, las peleas aun así seguían. Mas que las conversaciones normales. En este momento estaba en una pelea.
—¿Por qué encuentro la casa siempre sucia? ¡Dure casi un mes sin venir y aún están las decoraciones de acción de gracias! —Dije enojada.
—No limpiaste ¿Qué esperabas? A mí no me eches la culpa que yo no puse esto. —Dijo igual de enojada.
—Da igual Agnes, debes de organizarte más, no eres una puta vaga. ¡No soy tu sirvienta!
—Si no te fueras tanto no estaría la casa así. —Dijo mirándome a los ojos enojada —Cuidado si no me estas engañando Ly porque te juro que…
—¿¡Pero que mierdas estas diciendo joder!? —Dije incrédula. —¿Por qué estas actuando como una idiota? ¿Por ir a MI trabajo te estoy engañando? Lo siento señora “psicóloga” entonces por ser trabajadora. ¿Sabes qué? No estaré aquí para soportar a una vaga, holgazana y machista de mierda. No estas cambiando y nunca lo harás. Me largo, esto no va a funcionar —Dije tomando mi cartera apenas y solo lo miré con rabia.
—¡No! —Dijo de repente —No, perdóname, lo siento —dijo triste. —No te vayas por favor. —Dijo agarrándome el brazo.
Esto era un bucle, una y otra vez se repite. Peleamos, ella se disculpa, tenemos sexo, pasa unas semanas y luego peleamos por cosas idiotas. Esta vez, creo que mejor me iría bien darle una visita a mi madre.
—Iré a visitar a mi madre para que el enojo se me vaya… hablamos en la noche —Dije sin mirarla.
Sali y tome un taxi mientras reflexionaba en todo esto. No sabía cómo actuar ante mi madre en primera instancia, ya que era la primera vez que iba a ella cuando pasa esto. Creo que necesito distraerme más que nada.
//
—Es cierto: no siempre estamos de acuerdo con lo que piensa o hace nuestra pareja, pero hay momentos en los que discutir constantemente con tu novio o novia no es sano. Es posible que se nos planteen dudas como "¿Por qué discutimos si nos queremos tanto?", y es que duele discutir con alguien al que quieres. Aprender a llevar de la mejor manera posible las discusiones en la pareja, comunicarnos adecuadamente y saber manejar las emociones, es algo muy importante si queremos mantener una relación duradera y sana. —Dijo mi madre pasándome una taza de café.
—Discuto mucho con Agnes por tonterías: ¿Qué hago? —Dije bebiéndome un sorbo de café.
¿Ya les dije que mi madre y yo hicimos las pases? Fuimos a terapia familiar y básicamente lo que nos separó nos unió más, vaya, que giro. Y ahora es mi tipo consejera y yo deje de ser tan impulsiva. La paciencia es algo que tenía que practicar.
—Mi pareja y yo discutimos mucho, ¿por qué puede ser? A pesar de sentir un fuerte amor el uno por el otro, hay algunas parejas que no pueden evitar discutir todos los días por razones que parecen tonterías. —dije cansada —No sé qué razón habrá para nosotros pelear tanto.
—Mira ¿por qué puede ser? A pesar de sentir un fuerte amor el uno por el otro, hay algunas parejas que no pueden evitar discutir todos los días por razones que parecen tonterías. Estos son los ejemplos que te puedo decir Ly —Dijo sacando unos apuntes — Personalidad y actitudes muy dominantes.
—Bueno, de parte de ella a veces parece que quiere ser dominante, no todo el tiempo, supongo.
—Personalidades opuestas: una persona puede ser muy pasiva y la otra agresiva, puede haber una que se sienta insegura todo el rato u otra que crea ser la "líder" de la relación, ... los polos opuestos no siempre se atraen. —Dijo mi madre mirándome a los ojos.
—No… tenemos mucho en común y actuamos como equipo. Aunque creo que… no sé. Debería de pensar si es así.
—Tienes que abrir los ojos Ly. Analiza bien lo que te digo. —Dijo dándole un sorbo a su café —Conflictos del pasado sin resolver: si no aprendemos a perdonar actitudes negativas del pasado o grandes errores en la pareja, es inútil continuar con esa persona. Los reproches nunca son buenos y llevan a discusiones que difícilmente van a cesar si no tratamos de solucionar el problema de base. Mala comunicación: algunas discusiones de pareja pueden surgir porque no se han expresado bien, desde el principio, las necesidades y preferencias de cada persona… entonces. ¿Ustedes hablan?
—Estamos más o menos hablando… supongo que tenemos mala comunicación.
—Problemas psicológicos: a lo mejor, una de las dos personas -o ambas- está pasando por un mal momento de su vida y puede padecer un malestar psicológico que le lleve a actuar de manera distinta e incluso ofensiva para el otro componente de la pareja. En estos casos, es importante acudir a un especialista para que trate el problema psicológico de raíz. Y es irónico, Agnes es una psicóloga.
—Tal vez la psicóloga necesité uno —Me reí.
Las personas que se comunican de manera agresiva expresan sus necesidades o deseos de una manera hostil y poco agradable, utilizando muchas veces gritos e insultos. Es un tipo de comunicación muy ofensiva y suele ser aquella que inicia las discusiones. Este es el caso de Agnes y yo… no se ya que pensar de nuestra relación.
Debería de ¿Ceder ante las peleas?
¿Dejar todo así y ya?
—Bueno hija, aquí hay algunas cosas que me han servido con Jeff. Aquí te las dejó, lee esto.
Mi madre me paso la hoja en la que estaba escribiendo, así que empezare a leer. Creo que es importante aprender a evitar las discusiones de pareja constantes.
Paciencia: si mi pareja discute por todo, es importante mantener la calma en una pelea con tu pareja es complicado, pero es la mejor manera para evitar que el problema vaya a más y para llevar la conversación de una manera tranquila y adecuada.
Escucha: a veces, simplemente discutimos para tener siempre la razón, en estos casos, es importante dar un paso atrás y escuchar lo que la otra persona tiene que decir. Puede sorprendernos bastante.
Empatiza: ponerse en el lugar del otro nos ayuda mucho a poder entender su punto de vista y las demandas que nos expresa.
No insultes: insultando y ofendiendo al otro solo consigues hacerle sentir peor, no se llega a ninguna parte con esas expresiones. Además es incoherente hacer sentir mal a la persona que queremos.
Los reproches son innecesarios: si te dices ti mismo/a "peleo mucho con mi pareja", recordar aquello que hizo mal tu novio o tu novia hace dos meses no va a ayudar en una discusión. Sacar cosas del pasado no es una buena solución. Todos nos equivocamos y merecemos segundas oportunidades.
No toleres actitudes tóxicas: si esa persona nos está ofendiendo constantemente, discutimos todos los días con nuestra pareja, lloramos y nos sentimos mal casi siempre, es el momento de analizar si la persona con la que estamos tiene demasiadas actitudes tóxicas. Un gran gesto de amor propio es decidir qué tolerar y qué no.
Esta lista es útil, veré si lo pongo en práctica.
Con estos consejos dichos, pasé otro tiempo más a donde mi madre y caminé a la casa.
//
San Valentín
Ya casi es San Valentín, un día lleno de color rojo, rosas, peluches y chocolates baratos. Nunca me emocionaba este día, pero ahora que tengo tiempo con Agnes y vacaciones en mi trabajo, me siento en la obligación de hacer algo para ella este día, pero ¿Qué seria que haría por ella?
Pensando en esto, Lila, una vieja amiga, me llama al teléfono, lo contesto.
—Hey campeona ¿Cómo estás?
—¿Bien y tú? Supongo que el casamiento te sienta de maravilla. Estas más tranquila. —Dije riéndome.
—yo estoy gozando de lo lindo aquí en el Caribe con mi galante esposo querido, deberías de hacer lo mismo.
—¿irme al caribe?
—Casarte tonta. Ya tienes trabajo y un departamento decente. Agnes ya está preparado para casarse contigo ¿que no lo ves?
—Al contrario de ti Lila yo si tengo mente a la hora de casarme y sabes que, aunque tengamos una relación sólida no sé si sea bueno casarnos.
⸺¿acaso tiene esquizofrenia? ¿cáncer? ¿una disfunción? ¿No? Pues cásate, cariño.
—¡Lila no seas odiosa! —Contesté. Ella no sabía las constantes peleas que teníamos en el hogar.
Ella solo se río, odio cuando ella se pone pesada.
—Seguiré disfrutando del caribe abuela, no dejes pasar más tiempo —vocifero.
y colgó
Hija de su madre.
Solo llamo para molestarme así que la ignoraré
¿Estaré lista yo para casarme? Antes estaba segura pero ahora… no sé qué pensar.
//
No me he contactado en todo el día con Agnes, decidí darle su espacio mientras daba sus terapias, esto le ayudaba a que no desarrolle un tipo de codependencia hacía. Cosa que me alegra que no sea así, no quiero ser un mal para ella después.
Las cosas del trabajo estaban bien, pero aún no sabía que darle a ella de San Valentín.
¿Flores? no sé, son muy clichés.
¿Chocolates? Le gustan, pero no sé, sería muy normal.
Ah, esto es tonto.
Tomé mi celular para distraerme un poco de mis pensamientos y dejar de pensar en eso un poco. Aunque se me hace difícil, no dejo de pensar en ella. Mirando entre todas mis apps decidí jugar un poco al Candy crush.
Me divierto ahí mientras me relajo en el sillón, me relajé bastante de seguro, porque al parecer me dormí y ni cuenta me di. Estaba soñando y no entendí que soñaba, me sentía en el limbo o algo así. Pero era extraño, porque me sentía en una pesadilla más que nada y no un sueño normal. Me levanté queriendo tomar aire, pero no podía, ni siquiera podía moverme.
¿Pero qué pasaba? Esto es irreal.
A duras penas desperté, respirando forzado. Odio esta terrible sensación. Es primera vez que me pasa, pero no quiero volver a pasarlo. Tocan a mi puerta y camino para ver quien es, es Agnes. Mi dulce Agnes. La abrazo con demanda y ella se sorprende. Lo extrañe muchísimo.
⸺¿Pero que pasa Ly? ⸺Dijo sorprendida.
⸺déjame amarte ⸺Le dije sinceramente.
Se río con ternura y me dio un corto beso. De ahí pasó a la cocina y dejó algunas cosas que trajo.
—¿Tienes hambre preciosa? —Preguntó.
Asentí y lo dejé que haga lo que haría en la cocina.
Estaba mirándolo detenidamente pensando. ¿Estábamos listos para casarnos? ¿Es correcto dar el siguiente paso? Amo a Agnes y somos muy compatibles y tenemos una buenísima comunicación pero no estoy seguro del todo. Me dedica varias sonrisas mientras aún lo pienso. De seguro parezco una idiota mirándolo como una boba.
Sé que le regalaré de San Valentín, una deliciosa cena.
//
Día de San Valentín
Me visto de manera elegante para recoger a Agnes y llevarla a un restaurante. Quería darle lo mejor ese día. No pude estar más que feliz por ver a Agnes, estaba hermosísima en un vestido rojo atrevido, yo tenía un vestido n***o. Nos fuimos agarradas de la mano como una pareja bien enamorada, en el taxi rumbo al restaurante donde le había reservado una mesa para nosotros.
—¿A dónde vamos? —Me pregunta nerviosa.
—Es una sorpresa —Le dije riéndome.
Ambos nos miramos cómplices de nuestro amor. Llegamos al restaurante y caminamos hacia la entrada. El recepcionista no quería dejarnos entrar, debido a que estaba muy lleno por motivo de San Valentín, justamente le reclamé por ello, no entendía por qué si yo había hecho la reservación. Solo me rechazaron y nos tuvimos que ir. Que mal. En serio me sentía pésima ya que había querido esto para ella. Frustrada, me marché con Agnes. Esta estaba confundida y no sabía lo que acababa de pasar, siento haberla decepcionado.
—Lo siento —Dije triste por ello.
—No te preocupes mi amor, en cualquier lugar yo estoy feliz contigo —Me sonrío feliz.
Yo también le sonreí, pero si no queda más remedio, improvisaremos algo.
—Ven —Tomó mi mano y caminamos dos cuadras.
Al parecer sabía lo que hacía pero yo no tenía idea a dónde carajos me llevaba.
—Aquí es —Dijo satisfecha, era un lugar donde vendían tacos —Que mejor que unos tacos por el día de San Valentín.
Asentí riéndome, después de todo tiene razón.
Entramos y comimos, eran deliciosos los tacos y su cara de felicidad no tenía límites. No cabe duda de que Agnes y yo somos el uno para el otro. Mientras devorábamos los tacos, no pude evitar mirarla comer, es hermosísima. Teníamos mucho sin dar una salida así.
—Aprovechando que estas mirándome como una descarada, quisiera preguntarte algo— dijo Agnes buscando algo en su bolso.
—Si dime —Dije mientras me comía otro taco.
—¿Te quieres casar contigo?
¿Que?
Su pregunta me agarró desprevenida, no puedo creer lo que acabo de escuchar.
¿Agnes me está pidiendo matrimonio? ¿Cómo es esto posible?
Lo miro desconcertado, el taco que estaba comiendo lo acababa de escupir. Este bajó la mirada y contempló el suelo. Empecé a toser debido a que un pedazo de taco se había quedado en mi garganta, pero unos segundos después, lo expulsé. No sabía con qué cara ver a Agnes. Me sentía extrañísima.
Un silencio aterrador abarcaba toda la escena, creo que he jodido todo ¿No?
Me siento aterrada ante esta proposición.
—Agnes, yo... —No sabía que decir.
—¿Si, Ly? —Dijo nerviosa.
—Yo... Ehh —Me levanté y salí corriendo de ahí.
Tenía mucho miedo y pavor, no me sentía listo para el matrimonio. No me siento capaz, las peleas constantes me han hecho dudar. Corro todo lo que pueda para salir de ahí, por miedo.
—¡Ly! —Agnes me gritaba efusivamente tratando de que yo escuchara.
Mis sentidos se bloquearon y no pude responder a tiempo, estaba muy aterrorizada, pero lo que más me aterrorizó, fue el hecho de que en pocos segundos vi toda mi vida pasar ante mis ojos.
Creo que era... el fin. Por mi estupidez y mi pánico, no me fije que una moto iba a gran velocidad e iba a chocar.
Pero ya era tarde, estaba a escasos centímetros de mí y era inevitable esto.
⸺Adiós Agnes ⸺Dije en mi mente.
No puede ser.
//
Desperté en el hospital muy adolorida y con un brazo fracturado. No podía creerme lo que paso. Agnes estaban a mi lado y mi madre con vale estaban también en la habitación. No podía mover nada, mi cuerpo estaba muy cansado y golpeado.
⸺Por fin despertó ⸺Dijo Agnes con lágrimas.
Me hicieron millones de preguntas, pero no pude responder, no me salían las palabras debido al extremo cansancio. Necesitaba descansar. Al final Agnes se quedó conmigo, en una silla junto a mí, los demás se fueron y yo quede ahí, nerviosa y culpándome por darle un susto de esa magnitud a Agnes. Me duele mucho verlo así.
¡Tonta, tonta!
¿Por qué soy así? ¡Ella es la chica que amo! No debo de tenerle miedo a comprometerme con ella. Aunque, me aterra la cuestión de que no se si podre proveerle un buen ambiente, darle un buen hogar, simplemente no sé.
⸺Agnes… ¿Estas despierta? ⸺Dije susurrando en la mitad de la noche.
⸺¿Si, Ly? ⸺Dijo adormilado.
⸺Oye, lo siento ⸺dije sinceramente ⸺Fui una tonta, no debí de correr así.
⸺¿Y porque corriste?
⸺Pues… tuve miedo.
⸺¿Miedo a qué? ⸺Agnes me miraba demandando una respuesta.
⸺Miedo al compromiso…
⸺¿No me amas? ⸺Me interrumpió.
⸺Si te amo. Pero tengo miedo de no darte un hogar, de no darte una familia deseada, de no darte todo el amor que mereces ⸺Empecé a lloriquear ⸺Te amo, pero el amor no quita conocimiento y sabes que no solamente con amor se edifica un hogar. Tantas peleas que hemos tenido me han hecho dudar…
Ella medito en esto un poco, estaba buscando que decir o que hacer. Me miro con sus ojos de amor y empezó a pasar su mano por mi cabeza. Luego me sonrió.
⸺Oh, Ly ⸺Dijo paciente ⸺Sabes que a mí no me importaría estar contigo en cualquier circunstancia. Hemos pasado por tanto juntas ¿Y aun tienes miedo de no darme un hogar?
Reflexione en sus palabras y es cierto, pero ¿Seré buena esposa para ella?
Ella está ante mi seguro de que quiere una vida conmigo, yo aún tengo mis dudas. No me siento capaz. Necesito pensarlo más.
⸺Dame unos días para pensarlo amor ¿Puedes? ⸺Dije suplicándole con esmero.
⸺Está bien ⸺Ella se lo tomo a bien.
//
Me siguió cuidando hasta que mejoré. En cuanto mi mama y vale supieron el porqué de todo lo que paso solo se rieron de mí, ya que fue una acción estúpida que tomé. Lo sé no me lo recuerden. Me sentía tonta cada vez que la veía, no sabía cómo actuar. Aun sentía vergüenza de cómo me porté.
Lila, una vieja amiga, llamo a mi celular para saber de mí y esto es lo que paso:
⸺¿Así que le tienes miedo al compromiso? ⸺Dijo en cuanto entro la llamada.
⸺Hey, se dice buenos días ⸺Reclamé.
⸺Para ti no hay buenos días ¿Cómo pudiste? ⸺Dijo riéndose ⸺Ósea el matrimonio no es una cárcel de por Dios Ly.
⸺Como ya estas casada se te hace tan fácil decirlo ⸺dije irónica.
⸺No sé si estás viendo el matrimonio como una carga ⸺Dijo obvia ⸺¿O acaso tienes miedo al éxito? No conocí a una cobarde.
⸺¿Miedo? Pues sí, pero… dejare todo en manos de Dios ¿okay?
Seguí hablando con Lila de todo un poco, a pesar de todo no dejaba de pensar en sus palabras. ¿Soy cobarde por esto? Quiero tomar una buena decisión.
//
Pasaron tres semanas más, en las que tuve un contacto con Agnes más cercano, como me estaba recuperando del brazo aun no podía moverlo bien del todo, necesitaba ayuda en las cosas cotidianas. Convivimos como una pareja de esposos, no en todo, pero si en lo primordial. Fueron los días más felices que tuve. Tener a Agnes a mi lado fue lo mejor que me paso en toda la vida. Definitivamente me he decidido casar con ella.
Hoy decidir salir a dar una vuelta por la joyería, quería ver si podía comprarle un anillo de bodas a Agnes. A final de cuentas, me decidí y que mejor día como hoy. Fui y miré los anillos más o menos baratos, no es como que yo tenía mucho dinero. Pero quería uno bonito para ella porque ella merece todo eso y más.
Compré el anillo más bonito para ella. Ahora iría a prepararle una cena como se merece para por fin, pedirle matrimonio. Me senté en el parque cercano. Estaba cansada por la caminata.
Baje mi cabeza para respirar hondo y estirarme por lo menos. Cuando sentí unos brazos que me agarran. Me alarmé, pero miré antes de dar con el puño, era Agnes.
⸺¡Oh, hola! ⸺dije riéndome ⸺Casi te doy…
⸺Sabía que te encontraría aquí, lo sentía ⸺Dijo sonriendo.
⸺Oh, que bien supongo ⸺Dije aliviada.
⸺Por cierto, no creo aguantar, quiero darte esto ⸺me paso una cajita chiquita.
No puedo creerlo.
¿Es un anillo de compromiso? ¡Pero si acabo de comprarle uno! Mis lágrimas de felicidad se hicieron notar.
⸺Creo que ya es hora de dar el siguiente paso… ⸺dijo, pero mi llanto lo interrumpió. ⸺¿Qué pasa? ⸺Dijo sorprendida.
⸺Es que yo… ⸺Saqué el anillo que le compré ⸺También te compré uno.
⸺Oh, Ly ⸺Dijo también empezando a llorar…