Capítulo 4

1986 Words
André estaba esperando a Consuelo ansioso en aquel restaurante, quería saber qué excusa ella daría para no haber aparecido en aquel encuentro. Unos minutos después se congeló al ver a Fabiana. Fabiana - Amor, ¿decidiste venir aquí para aclarar tus ideas? Ella sonrió, sabía que pronto su rival llegaría y los vería juntos, ya fue pronto tirando de una silla y sentándose. André - Fabiana… ¿Qué haces aquí? Fabiana - Me gusta este lugar, siempre vengo cuando me dejas sola en casa. Ella no preguntaría nada… ya sabía por qué estaba allí. Consuelo Llegué a ese restaurante, le iba a contar todo sobre ese perro callejero, que se dice mi tía, que destruyó a mi familia sin piedad. Cuando miré esa mesa al final del pasillo, mi corazón se rompió en miles de pedacitos. Consuelo - ¡Soy realmente estúpida! André me vio y se puso nervioso, salí corriendo de aquel lugar llorando. Había ensayado tantas formas de pedirle perdón por haberlo usado en aquella trama terrible y ahora André me mostró que la única tonta en todo eso fui yo misma. Consuelo - ¡Taxi! Me subí a ese taxi y me fui a casa a llorar. … Fabiana - ¿Qué fue amor? Parece que viste un fantasma. André - Vamos a casa. Fabiana - Apenas llegué y tengo hambre. André - Pues come sola. Se levantó, arrojó el dinero del vino que había tomado mientras esperaba a Consuelo en la mesa y salió hacia el coche. Fabiana fue atrás intentando correr con tacones altos. Fabiana - ¡Deja de ser tan ignorante, por favor no me trates más así! No, ahora que vamos a tener un hijo. André - ¿Qué has dicho? Fabiana - Lo que has oído, estoy embarazada de 2 meses. Corrió a sus brazos, Andrés no le respondió, pero tampoco la reprendió. Fabiana esperaba un llanto de emoción o algún tipo de celebración de su parte. André - Entra en el coche y vámonos de aquí. Al llegar a casa ella lo ayudó a quitarse la corbata, no iba a forzar la barra para que ellos estuvieran juntos. Fue a darse un baño y lo dejó en la cocina, pensativo. André Yo no quería tener que llamar a Consuelo nunca más, después de aquella humillación, de estar esperando horas en aquella calle oscura, pero esta vez Fabiana lo arruinó todo y ella debería estar pensando lo peor de mí y con razón. Tenía que explicarle a ella… Llamé ocho veces y no me contestó, así que llamé a los mensajes de w******p. André - Debes estar pensando lo peor de mí, pero por favor atiende mis llamadas… Fabiana apareció en aquel restaurante y yo no pude evitar ese encuentro y ahora ese embarazo. Consuelo André estuvo a su lado todo el tiempo, jugando conmigo por pura venganza… Quizás la bruja le hubiera contado su versión de la historia y él se puso de su lado. Consuelo - Déjame en paz, ya alargamos demasiado este asunto. Vive tu vida y deja de buscarme o todo esto puede terminar muy mal. André - ¿Eso es una amenaza? Consuelo - ¡Pregúntale a tu mujercita! Al día siguiente… Consuelo Estaba en mi trabajo doblando algo de ropa cuando un repartidor pasó y preguntó por mí. Consuelo - Soy yo. Repartidor - Te enviaron esto. Firmé el recibo y era una caja muy bonita y con derecho lazo, no podía fingir que no esperaba que fuera un regalo de André como disculpa. Danielle - Qué lindo, apuesto que es de algún admirador. ¡Anda abre! Yo no quería que ella supiera de quién era, si realmente fuera de André no quedaría nada bien que la historia fuera descubierta justo allí, en mi ambiente de trabajo. Cogí la caja y fui al interior de la tienda, desaté el lazo y abrí… Consuelo - Fabiana es una enferma. Eran los trozos de mi cabello con una nota dentro. Eso es solo el comienzo, ya viste que André volvió para mí… fuera de nuestro camino, te daremos un primo en unos meses. Consuelo - ¡Fabiana embarazada de André! Tiré toda esa basura a la basura y no podía concentrarme en el trabajo, tuve que pedir ir a casa. Al llegar allí mi madre terminaba de hacer el almuerzo. Elaine - ¿Ya tan temprano en casa? Consuelo - no me sentía bien y pedí salir temprano. Elaine - ¿Qué tienes tú? Consuelo - ¡No es gran cosa, puedes estar tranquila… voy a estar bien! Fui a la habitación y le conté todo a Ludmilla. Ludmilla - Tienes que decirle a tu madre lo que está pasando. Todas estas amenazas, Fabiana está loca y no puedes callarte. Consuelo - No servirá de nada… y mi madre no merece más sufrimiento por esa serpiente. Ludmilla - Ella tiene que saber… Fabiana mandó agredirte, ¿crees que ella va a parar por ahí? Consuelo - Creo que ahora ha terminado, André y ella estaban juntos y así es como debe ser principalmente ahora que tendrán un hijo. Ludmilla - Estás triste… te enamoraste de él, ¿verdad? Consuelo - Sí, pero lo sacaré de mi mente y todos mis problemas desaparecerán. Ludmilla - Te deseo mucha suerte amiga y lamento mucho lo que sucedió. Consuelo - Gracias por siempre escucharme y aconsejarme. Ludmilla - ¡Dios te sacará de este lío! Ellas cuelgan. […] Algunos días pasaron y André intentaba alejarse de Consuelo, siempre soñó con ser padre y al menos ahora que Fabiana estaba embarazada no quería causar molestias. Ella, a su vez, no estaba contenta de alejarlos a ambos… Andrés ya no la buscaba como antes en la cama, no se alimentaba derecho porque su enfermedad no era física, era un mal del corazón. Fabiana - Hace días no se ven, no intercambian mensajes… tengo acceso a sus r************* y la mujerzuela no lo buscó y él tampoco a ella. Maysa - Entonces conseguiste lo que querías… tienes a tu marido de vuelta y ella no te venció. Fabiana - No es así, él todavía quiere Consuelo… piensa en ella y yo sé que la ama. Maysa - Pero él está contigo y eso es lo que importa. Fabiana - Estás conmigo por causa del niño y no porque me quieras de verdad. Maysa - ¿Y qué crees hacer? Fabiana - Tengo que sacar a esa chica de circulación. Maysa - ¿Vas a matar a tu sobrina? Fabiana - No sería mala idea, no, solo quiero dar una manera de sacarla de mi camino por un tiempo hasta que André la olvide. … André tenía ganas de oír la voz de Consuelo, muchas veces llamaba de diferentes números solo para oírla decir hola. Era un día ordinario de trabajo, Consuelo había salido más tarde de la tienda, pues era fin de año y el movimiento era mayor. Estaba con su bolsa de lado y caminaba pensando en André, de repente sintió un tirón y casi se llevó una caída cuando aquel bandido cogió su bolsa y salió corriendo. Consuelo Un hombre que acababa de salir del coche, golpeó fuerte la puerta y salió corriendo tras el bandido. Quedé aún en shock, mirando al chico correr y fui amparada por una mujer que pasaba… minutos después el hombre volvió con mi bolsa en las manos. Felipe - Aquí está, desafortunadamente no pude retener al marginal hasta que llegó la policía, pero al menos recuperé su beca. Consuelo - Muchas gracias muchacho, usted se arriesgó… él podría estar armado. Felipe - Está bien, yo no tengo miedo y únicamente quise ayudarte. ¿Estás herida? Consuelo - Afortunadamente no. Felipe - ¿Puedo llevarte a casa? Consuelo - Claro, por favor. Entré en ese coche, me cerró la puerta, era un hombre guapo y bien vestido. Felipe - No puedes andar por ahí sola a esta hora. Consuelo - Es que salí más tarde de la tienda y no tenía dinero para el taxi. Felipe - Pero por lo menos no se hirió, ¿cómo se llama? Consuelo - ¿Consuelo y tú? Felipe - Me llamo Felipe… tengo un gimnasio a unas calles de aquí. El hermoso cuerpo estaba explicado, Felipe me dejó en casa. Felipe - ¿Sería muy atrevido si pidiera tu teléfono? Consuelo - Si eres un hombre soltero, no veo ningún problema. Felipe - Sí… yo soy, y me quedé tan entusiasmado contigo que ni siquiera te pregunté si tienes novio. Yo sonreí. Consuelo - No tengo y sería un honor volver a verte. Ese clima entre nosotros era innegable, intercambiamos teléfonos y empezamos a conversar. Me pidió salir con él y le di esa oportunidad, de hecho me di la oportunidad de olvidar a André de una vez por todas. … Elaine - Hija, quiero conversar contigo un instante. Consuelo - Puedes decir mamá. Elaine - Su tía me invitó para el baby shower de su hijo y de André. Consuelo - ¿Y qué me importa eso? ¿Acaso quiere que le envíe un regalo? Elaine - No seas tan cruel hija. Consuelo - Me admira la señora, después de todo lo que ella me hizo y te hizo, aún ir a festejar esa payasada. Elaine - Ella es mi hermana. Consuelo - Si supieras… Elaine - ¿Si supiera qué? ¿Habla de una vez, ella te hizo algo que yo no sé? No podía empezar de nuevo esa historia, era mejor dejarlo ir y la vida estaba dando una manera de seguir su curso. Consuelo - Ve en paz mamá. Ese mismo día Felipe me había invitado a una fiesta, pero yo preferí quedarme en casa y él vino a dormir conmigo aquella noche fría. Agarrados en la cama. Felipe - ¿Te gustaría tener hijos? Consuelo - No sé si sería una buena madre, pero sí me gustaría. ¿Y a ti? Felipe - Quiero tener unos tres contigo. Consuelo - ¿Todo eso? Felipe - Sí, y vamos a empezar a hacerlo ahora mismo. Nos besamos e hicimos el amor. Elaine era, todos en la familia estaban presentes, menos por supuesto, el exmarido que vivía en otra ciudad. Todos miraban a Elaine como si buscaran a Consuelo, se enteraron de lo que había pasado y algunos pensaban que era absurdo que ella estuviera allí. Fabiana - Qué bueno que vino Elaine. Elaine - No sabía el sexo del bebé, así que… traje algo neutro. Fabiana - Ven conmigo un instante. Las dos fueron a la sala. Fabiana - Sé que estuvimos mucho tiempo sin hablarnos después de todo, pero quiero que sepas que yo no guardo rencor alguno… Elaine - Ni yo Fabiana, ni de ahora, ni del pasado. Fabiana - Me alegra que hayamos tenido la inteligencia emocional para manejar las cosas. Las dos volvieron para la fiesta, André miraba para Elaine… sabía que ella era la madre de Consuelo. Quería saber de ella, pero no sabía cómo entrar en ese asunto. André Necesitaba saber de ella… esperé a estar más cerca para sacar el tema. André - Elaine que bueno que viniste. Elaine - Me alegra que Fabiana y tú hayáis superado todo y estéis haciendo crecer a la familia. André - ¿Solo dime si Consuelo está bien? Elaine se enojó con la pregunta y eso había quedado bien claro. Elaine - Mi hija nunca estuvo mejor, conoció a un buen hombre y están juntos hace unos meses. Esa frase me quitó el piso, nunca pensé que saber eso me lastimaría de esa forma no tenía, pero nada que decir después de eso. Fui a la sala y llené el vaso de whisky… un par, hasta que la botella se seque por completo. Fabiana - No puedo creer que en un día tan especial estés aquí metiendo la cara en el alcohol. André - Vete al infierno.
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