Capítulo 6

2158 Words
Yo estaba terminando de cerrar mi maleta con las cosas para ir a ese hotel granja, luego Felipe paró el coche y tocó la bocina en la puerta de casa. Consuelo - Ya vamos mamá. Elaine - ¡Buen juicio y diviértanse! Salimos entonces para allá, era cerca de la ciudad y aquel encuentro con André en la tienda había revuelto demasiado conmigo y yo no pude disfrazar el semblante preocupado. Felipe - ¿Qué fue mi linda, parece lejana? Consuelo - Discúlpeme, solo estoy todavía triste por haber salido del empleo... a pesar de todo me gustaba mi trabajo y de mis colegas. Felipe - ¡Pronto conseguirás otro y mucho mejor! Entramos en un camino de tierra. Felipe - Mira, parece que finalmente llegamos. Era un hotel muy bonito, ya había algunas personas que estaban llegando así como nosotros. Felipe estacionó y fue a la recepción a mostrar nuestras invitaciones a la recepcionista. Elen - Sean bienvenidos, su habitación es la 21... aquí está la llave y pueden llamarme por teléfono si necesitan algo. Sí, y antes de que me olvide, pidieron que los invitados bajen a las 11:30, porque tendrán un almuerzo especial seguido de un cóctel. Miré a Felipe y sonreímos, así que entramos en el cuarto, él me besó. Era muy elegante por dentro, una decoración de madera hecha con muy buen gusto y refinamiento. Me estaba echando lentamente en la cama. Felipe - Eres lo mejor que me ha pasado en muchos años. Consuelo - Y yo necesito tanto de su cariño y de sus cuidados, perdóneme por a veces parecer distante. Después de unos besos y caricias en la cama, desempaquetamos y acomodamos la ropa en un armario. Fabiana y André llegaban en coche pocos minutos después. Fabiana - Espero que no tengan demasiados mosquitos, odio las granjas. André - Usted tenía la opción de quedarse en casa, ya que quiso venir por lo menos que no se queje todo el tiempo. ¡Estoy aquí para dar un poco de tiempo libre a mis empleados y no los ataques! Enojada Fabiana bajó del coche mientras él tomaba una de las maletas. Se quedaron en la habitación junto a Felipe y Consuelo, en el horario acordado todos fueron al vestíbulo del hotel granja. André - Sean todos bienvenidos, mis amigos y empleados. Que sea un fin de semana agradable para todos nosotros... yo quise promover ese día especial para agradecer por los buenos resultados que hemos tenido todos estos años. Consuelo llega, hermosa y de la mano de Felipe. Consuelo En cuanto vi a André y a Fabiana, casi me desmayo, mis piernas temblaron y me quedé sin aire. Fabiana - ¿Por favor, nos vamos ahora? Felipe - ¿Irse, cómo así? ¿Pero por qué? André perdió el habla al verme, Fabiana tampoco disfrazó el descontento. Felipe - ¡André, mi primo favorito! Felipe me tiró de la mano y abrazó a André, yo quería morir... André Yo sentía mi corazón arder, Consuelo de la mano con Felipe... Fabiana me miraba como si yo tuviera alguna responsabilidad en aquel encuentro. No era posible que además de perder a la mujer que tanto amo, todavía sería para un pariente y se vería obligado a verlos juntos todo el tiempo. Felipe me dio un abrazo de bienvenida, no pude retribuir, pero no podía dar un espectáculo de celos delante de mis empleados. André - ¿Co... cómo estás? Felipe - Genial, Fabiana está muy guapa y veo que pronto aumentarán la familia. Fabiana - Sí, ya estoy con seis meses de gestación. Consuelo Fabiana me miraba de arriba abajo, si pudiera matarme allí con sus propias manos. Felipe - Esta es Consuelo, mi novia. Fabiana - Ya conocemos bien...es hija de mi hermana Elaine. Felipe - Entonces tenemos una gran coincidencia de familia. André - Consuelo, ¿cómo estás? Consuelo - ¿Bueno... podemos sentarnos un rato, Felipe? Es que estoy un poco cansada. Tenía que alejarme de esos dos o me volvería loco, miraría hacia otro lado, pero nada me sacaría de esa pesadilla. Felipe - Voy a llevar a la princesa a una mesa, después hablamos. André - Cierto. Felipe y Consuelo salieron de la mano y se sentaron en una mesa un poco más alejada, claro bajo las miradas de Fabiana y André. Fabiana - Felipe es joven, fuerte, seguramente debe dar bastante de lo que le gusta. André - No empiece, por Dios deje de destilar su veneno. (Él decía casi susurrando por miedo de que uno de los funcionarios se diera cuenta). Fabiana - Te estás consumiendo de celos de ella, lo sé. Imagina a la persona que amas, follando con alguien de tu familia... duele, ¿verdad? André - ¡Voy a hacer lo que vine a hacer y trata de comportarte o yo te mando lejos de aquí, aunque sea en el lomo de un caballo! André, aún enojado, tomó una copa de vino de un camarero que pasaba con una bandeja. ¡André - Quiero proponer un brindis por nuestro fin de semana, que sea agradable... vamos a empezar a divertirnos! Consuelo El miedo era la palabra que rondaba todo el tiempo en mi mente, no quería ni pensar en lo que pasaría ese fin de semana, si algo se salía de la línea de tiempo y se decían algunas verdades. Felipe almorzó, porque yo mismo que intentaba disfrazarme no conseguía tragar nada de aquel banquete. De lejos, André, yo intercambiamos miradas incisivas y Fabiana tampoco dejaba de lanzar su odio a cada segundo. Consuelo - ¿Podemos ir a nuestra habitación ahora? Felipe - ¿Por qué insiste tanto en encerrarse? Estamos aquí para disfrutar y disfrutar del lugar... tengo una idea mucho mejor, vamos a la habitación y te pones ese bikini precioso. Consuelo - Está bien, entonces vamos. Solo quería salir de allí y diría cualquier cosa para conseguirlo. Entramos en la habitación y Felipe insistió hasta que me arreglé y fuimos a la piscina, nos sentamos bajo un paraguas viendo a las parejas divertirse y algunos niños correr detrás de una pelota. Felipe - ¡Te ves deliciosa en ese bikini, dame un beso de aquellos que solo tú sabes... para que estos chicos vean que eres mía! Sonreí y nos besamos. André Los vi yendo hacia la piscina, Fabiana no se apartaba de mi lado por nada. Por supuesto que saber que Consuelo estaba aquí la hizo mi sombra a tiempo completo... con mucho costo la dejé bañándose dentro del cuarto y así que llegué cerca vi a Consuelo y Felipe besándose en la orilla de la piscina. Ella estaba más sexy y hermosa que nunca en un minúsculo bikini, quería matar a Felipe y a todos los demás, que como yo... deseaban ser él en ese momento. Amar a esta chica me estaba haciendo pagar caro por todos los pecados de esta vida y tal vez de otras. ... Fabiana notó la ausencia del marido en el cuarto, se bañó y cambió de ropa para ir detrás de él, hasta que lo encontró sentado con uno de los funcionarios bajo un paraguas sol... cerca de Consuelo y Felipe, como ella ya preveía. El clima era pesado, culpas entre cada mirada. El fuerte deseo de Consuelo y André por estar juntos y a pesar de las líneas torcidas del inicio de su relación. Fabiana - ¡Algo me dijo que te encontraría aquí, no me equivoqué! André - Entonces siéntate y toma un poco de sol, estás muy blanca. Ella puso la silla más cerca de él y se sentó lentamente, la barriga ya molestaba por el tamaño y peso. Fabiana - Mira amor, nuestro hijo se está moviendo. Tomó su mano y la puso en su vientre, Consuelo la vio e interpretó como una escena de amor entre ellos. André - Sí, es verdad. Trató de no mirarlo más, y no le dolía mucho saber que un fruto de esa relación estaba por venir para celebrar la reconciliación. Felipe - Dijeron que más tarde tendremos una cena con sonido en vivo y la buena comida del campo. Consuelo - ¿Me gustas mucho y a ti? Felipe - Me gusta todo lo que te guste. Consuelo Nos besamos, intenté olvidar todo y disfrutar con él. Vi que Fabiana llevó a André de vuelta al hotel, por cierto iban a descansar para la cena dentro de pocas horas. Consuelo - Está oscureciendo, creo que mejor entramos. Felipe - Sí, vamos. Entramos en la habitación, me quité ese bikini mojado debajo de la ducha sintiendo el agua caliente recorriendo todo mi cuerpo. Felipe invadió el box agarrándome por detrás y oliendo mi cuello... Felipe - ¿Me dejas ayudarte a enjabonarte? Tomó el jabón y me lo pasó por los pechos. Consuelo - Perdóneme, pero no estoy de humor para eso. Discúlpeme de verdad... creo que es solo cansancio de venir. Él estaba excitado, loco por comenzar la acción, pero yo no quería. Felipe - Está bien, espero que después de esa noche de sueño... tu disposición vuelva y quieras aprovechar ese lugar tan bonito para hacer mucho amor. Después de arreglarme fuimos a esa cena, el clima no fue nada diferente de antes. Bailamos un poco con la música en vivo, comemos y volvemos a la habitación. Sabía que estaba siendo una compañía aburrida para Felipe, pero no puedo cambiar lo que siento a pesar de querer tanto. No podía dormir de ninguna manera, ya a las 3:00 me puse una bata sobre la camiseta y me levanté hacia el frente del hotel. Hacía frío y yo cruzaba los brazos para calentarme... André - Tú vienes conmigo ahora. André me sorprendió y me sacó hacia fuera, terminamos en el bosque y yo anclada en un árbol. Consuelo - ¡Suéltame por favor! André - De ninguna manera, yo no consigo creer que le da todo el amor que me dio aquellos días en que estuvimos juntos. Que lo besa... que hace el amor... Mientras hablaba André apretaba su cuerpo contra el mío, estábamos pegados y nuestras bocas casi unidas. Consuelo - Olvida todo lo que ha pasado, vas a tener a tu hijo... y Felipe es un buen tipo. André no me dejó decir nada más, me devoró a los besos. Me levantó por la cintura e hicimos el amor clavado en aquel árbol. Yo quería gritar de tanto placer, con él era siempre diferente... loco, profano y al mismo tiempo divino. André - Solo contigo puedo dar todo lo que tengo como hombre, tú me dejas como un animal. ¡No vengo tan rico con ella, solo contigo! Tuve orgasmos múltiples, nos besábamos y no había tiempo para palabras, pues nuestros cuerpos necesitaban completarse. Él gimió fuerte eyaculando dentro de mí mientras apretaba mi pecho, me bajó y por fin nos alejamos. Iba a volver, pero me abrazó por detrás. André - Tú qué sexo no es lo único que buscamos el uno en el otro, tú me amas así como yo te amo. Consuelo - Está equivocado, usted me da placer y no puedo negar... pero nuestro caso se ha extendido demasiado tiempo. Hay cosas que no nos hemos dicho... André - ¡Entonces dime! ¿Comienza diciéndome por qué no fuiste a verme el día que quedamos? Consuelo - ¡Fabiana y yo tenemos una cuenta mucho mayor que dividirte, viene del pasado... de mi madre! André - ¿Qué quieres decir? Consuelo - Aquella maldita se acostó con mi padre años atrás, hizo que él saliera de casa abandonando a mí y a mi madre. André - ¿Cuándo sucedió esto? Consuelo - Hace 10 años, yo era una niña, pero recuerdo bien... Me di vuelta, sabía que sería un duro golpe. Consuelo - Por eso me hice amiga, mi madre la perdonó de verdad, pero yo no. Cuando ella sufrió el accidente yo vi una buena oportunidad de venganza. André - ¿Me usaste? Consuelo - ¿Sí, entiende por qué no podemos seguir en esa historia? ¡Ya nos herimos y herimos a otras personas también! André - Yo soy un total imbécil, ¿cómo pude creer en el amor de alguien como tú? Consuelo - Perdóname por eso... perdóname, por favor. André salió y por primera vez vi a un hombre llorar por mí, yo quería correr y decirle que había caído en mi propia trampa... por qué lo amo y creo que lo amé desde el primer segundo, pero Fabiana estaba esperando un hijo suyo y eso lo cambió todo. Yo había puesto fin a nuestro caso, aunque por dentro me sentía feliz de oír de él que me amaba. No era una felicidad mezquina viniendo de una venganza sino de una mujer que es correspondida, volví para el cuarto pisando suavemente... tomé un baño caliente acordándome de sus besos y toques. Ahora tendría que alimentarme de ese recuerdo para siempre.
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