CAPITULO 4

498 Words
GÉNESIS RINALDI Estacionamos el auto y fuimos directo al club una vez ahí nos dejaron entrar sin problemas, fuimos a la barra y pedimos unos tragos, Arizona y Olivia se pidieron un Martini y yo me pedí un vodka. Empezamos a tomar uno, dos y tres hasta que estábamos listas para ir a bailar y olvidarnos de todo. A la hora de pagar saco la billetera y el barman nos dijo que las copas corrían por parte del dueño y que al dueño le encantaba mi vestido. Me sonroje y fuimos a la pista de baile. Estaba la pista de baile y arriba la zona VIP empezó a sonar Havana de Camila cabello con Daddy yanke. Cerré los ojos y empecé a mover mis manos pasándola por toda mi cintura, subiéndolas a mi cuello y bajando lentamente a mis pechos. Comencé a mover mis caderas. Varios chicos se acercaban y querían tocarme, yo los esquivaba y les sonreía. Cuando abrí los ojos miré por unos segundos a la zona VIP me quedé mirando al hombre de traje, tenía cabello castaño oscuro y no podía distinguir bien el color de ojos ya que estaba lejos, pero me jugaba a que eran verdes. El también me estaba mirando, mejor dicho me estaba comiendo con la mirada. Me dio una sonrisa mientras se llevaba el vaso que tenía en la mano a la boca. Todo mi cuerpo se empezó a estremecer, me había agarrado un fuerte calor y no solo en el cuerpo si no también en mi sexo. Le devolví la sonrisa y de la nada siento que me tiran del brazo y sin poder soltarme me arrastran hasta el sector del baño donde no se encuentra casi nadie. Cuando logró zafarme, veo quien es. -Suéltame idiota, que es lo que te pasa imbécil. -Por favor escúchame, te juro que fue un mal entendido. -Si claro Liam caíste sobre su v****a sin querer y tu pene fue tan precavido que se puso un preservativo antes. --Génesis no seas infantil, lo hice porque en dos años de relación solo me diste sexo oral y jamás me dejaste llegar a mas. Pero ahora que estás así, me estas poniendo caliente. Juro que intente tener la calma intente no usar lo del entrenamiento y parecer frágil pero este idiota se ganó todo los números para que le parta la cara. Lo acerqué a mi fingiendo que lo iba a besar, cuando se acercó demasiado baje mi mano al muslo donde tenía la daga, con la otra mano lo estampe a la pared y le coloque la daga en el cuello. -Que quede claro que donde vuelvas a tocarme te corto la yugular. Bajo la daga y la vuelvo a guardar en el mismo lugar. Antes de irme lo miro y sonrío. - ha se me olvidaba espero que a Emma le hayan gustado tus orales, porque a mi nunca me hicieron llegar al orgasmo. Y salí como alma que se llevo el diablo.
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