Yo abrí la boca, pero no pude hablar. Solo lo miré. Tragando. —Perfecto —dijo con un gesto seco de burla—. Si quieres defenderla, adelante. Hazlo. Pero déjame darte un consejo: no lo hagas. Cuando hay más de una persona que te dice "no confíes", escúchalos. Tú eres nueva. No sabes nada del pasado. Y puede que ella haya cambiado… pero no del todo. Dio otro paso hacia mí. Sentí la presión de su presencia. El baño parecía más pequeño, más estrecho, más sofocante. —Porque te aseguro —continuó— que ella sigue anclada allá. Al pasado. A lo que fue. Y tú sabes quién no está en el pasado… yo. Porque yo fui el que se fue. Yo me alejé. Yo empecé desde cero. Esta empresa. Esta vida. Todo. Desde cero. Le temblaba la voz. No de miedo. De dolor. —Y ella… —bajó la mirada un segundo y luego volvió a

