+ROSALIA+ Damián se levantó de la cama tan de golpe que pensé que algo andaba mal. ¿Qué pasa? Ahh, ¿qué debería hacer? ¿Será que no quiere que durmamos en la misma cama? Noooo, no quiero que se vaya, no quiero que me deje sola en esta cama y menos en la habitación. Aaah, debo relajarme, no debo presionarlo, yaa, debo de darle su espacio. —¿Qué pasa? —le pregunté, siguiéndolo al instante, aún con la toalla pegada a mi cuerpo y el cabello húmedo pegado a la piel. No me respondió. Caminaba con los hombros tensos, la espalda erguida, el pecho agitado, como si algo lo estuviera consumiendo desde adentro. Algo que no sabía si era enojo, deseo, frustración... o todo junto. —Damián… —volví a decir, bajando un poco el tono, ahora con un dejo de preocupación y expectativa. Entonces se de

