Me gusta follar conchas blancas así. Sí, señora... Puedo coger ritmo y correrme con fuerza en esta posición. Claire y Emma se asombraron de cómo Clarence parecía no cansarse jamás. Sus caderas ondulaban hacia arriba y luego hacia abajo. Apoyando su peso en las caderas y la parte superior de la espalda de Emily. Emily gemía en la almohada mientras el placer consumía su v****a y todo su cuerpo. Para entonces, Emma ya estaba toqueteando su punto sensible mientras observaba todo lo que Clarence le había hecho a Emily. Quince minutos después, Emily se había corrido tres veces y... "¡Estoy a punto de estallar!" rugió. Se retiró, se arrancó el condón del pene y derramó su semen por el culo y la espalda baja de Emily. Gruñía mientras cada chorro de crema viscosa salía de su polla. Emma gritó

