Inmediatamente después de cruzar el umbral, Michael notó que todo en la casa era blanco o blanquecino. Muebles, pisos, paredes, cortinas, electrodomésticos, encimeras. Todo. Se respiraba una atmósfera limpia y cálida. Los colores presentes en la habitación eran mínimos y acentuaban el blanco. Asintió con aprecio. Se preguntó si estaría decorada profesionalmente. Al entrar en la sala, un hombre mayor se levantó de su silla y sonrió. Vestía pantalones grises de traje, zapatos oscuros, camisa blanca almidonada y corbata azul a rayas. No llevaba el abrigo a juego. Cabello canoso, ojos castaños intensos. Su sonrisa era acogedora. Amy le había contado a Michael durante su viaje a Denver que su padre era mucho mayor que su madre. Tras evaluar al hombre, la madre de Amy entró en la habitación po

