"Amy, tu auto es hermoso. Me encanta el color rojo". "Gracias. Es lindo ser la hija favorita de papá", se rió Amy. Maggie también se rió. "¡Sí! ¡Sobre todo siendo hija única! Gracias por dejarme conducirlo", suspiró. "Mi papá me regaló el Civic usado de mi hermano. ¡Caramba! Me sorprende que llegara a Kansas City cuando papá me lo trajo". "Piénsalo, Maggie. Tú y yo nos graduaremos la próxima primavera. ¿Crees que seguiremos siendo amigas?" Maggie rió un poco. "Sí, lo creo. Mientras tengas a mi tío enganchado. Todavía no puedo creer que te hayas liado con él delante de mis narices". "Ya me conoces, Maggie", rió Amy. "No puedo resistirme a un hombre guapo". Entonces, Amy gruñó suavemente: "Sobre todo a Terry. Es la cara más bonita que he visto en mi vida". —Rayos, Amy. Estás gruñendo p

